Comenzaba el otoño y los cuatro amigos avanzaban hacia el norte, según el mapa que Jora había entregado a Lionel debían pasar por el reino de Leones en el condado de Kent y luego desviarse al oeste hasta llegar a la formación de piedras conocida como Stonehenge que les indicaría el camino secreto al santuario de los druidas los cuales eran guardianes de las puertas de Avalon.
Ámbar estaba maravillada con todo lo que veía casi tanto como Morgana al enterarse de sus dones, Morgana se limitaba a enseñarle como identificar las plantas curativas y comestibles de las venenosas, Lionel iba más lejos enseñándole a dominar parte de la gran gama de habilidades con la que contaban los especialistas, desde la transformación, levitación hasta el dominio de los elementos básicos, por su parte Merlín había dicho que necesitaba tiempo para adaptarse a sus habilidades mejoradas y el entrenar con la niña podría generar que pierda el control.
-Así si combinas la energía del agua con la del aire puedes crear hielo bajando la temperatura del agua- explicaba Lionel a Ámbar cuando Morgana se acercó para avisarles que la cena estaba lista- y si en lugar de bajarla la elevas puede crear vapor
- ¿sería algo así? -dijo Ámbar con una mueca de concentración mientras en su mano se acumulaba una pequeña cantidad de agua que poco a poco iba tomando la consistencia del hielo- creo que lo entiendo
- excelente, esta semana practicaremos con el hielo, pero creo que es hora de comer ¿verdad señorita? -dijo Lionel dando la vuelta para mirar a la muchacha que sonrió y asintió con la cabeza
- Merlín dice que no te deje entretener mucho rato porque se enfriara el estofado- y mirando a la niña agrego- ve a lavarte las manos luego iremos a darnos un baño en el arroyo que esta tras esa arboleda
Almorzaron un estofado de perdiz con pan de ajo, hicieron algo de jugo con algunas frutas y mientras comían charlaban y reían. Cuando estaban terminando Merlín tomo su báculo, lo agito y ante ellos apareció un mapa que les indicaban que estaban a medio día de viaje de la primera de las aldeas pertenecientes al reino de Leones un lugar llamado Bibury.
Luego de comer Morgana y Ámbar se fueron a bañar mientras los demás se encargaban de levantar el campamento, Lionel que estaba terminando de ensillar a los caballos miro a Merlín y le dijo.
-Te ves muy cansado compañero, ¿estas pasando mal las noches de sueño? -
-a decir verdad, no duermo mucho, tengo un libro que encontré en la biblioteca del castillo de Jora y estuve todas las noches practicando en la dimensión de los protectores, pero, aunque proyecto solo mi espíritu mi cuerpo recibe algo del cansancio-
- deberías tomarte un descanso al menos una noche para recuperar fuerzas, aunque el conocimiento sea importante también lo es un cuerpo descansado-
-no puedo, estoy demasiado cerca- dijo el joven y en su voz se detectaba un leve tono de ansiedad- estuve recorriendo mucho y creo estar a punto de encontrarlo- ahora hablaba como si estuviera solo mirando a la nada hasta que reparo en la mirada de Lionel y agrego- tranquilo amigo mío un día más y me tomare un descanso de una semana
-está bien si tú lo dices, es que no quiero que termines agotado sé que ese ritual de los dragones es muy duro de pasar y más de deshacer - miro fijamente a su compañero apoyando una mano en su hombro y al retirarla dijo- ya vienen las muchachas creo que es hora de continuar-.
Al anochecer llegaron a la vista de Bibury fueron a la posada y pidieron 3 cuartos, Ámbar y Morgana se quedaron en un bonito cuarto de la planta alta que contaba con dos camas con colgaduras de dosel, dos sillas y un mueble con un espejo redondo adornado con flores, las habitaciones de los muchachos eran más sencilla y se encontraban en la planta baja más cerca del bar.
Durante la cena pidieron pescado y papas al horno, queso de cabra y leche cuajada con sal para untar en unos panes caseros recién salidos de la cocina.
- ¿Caballeros se dirigen a Leones por el torneo? - les pregunto el mesero, un hombre achaparrado con una prominente calva en la coronilla y una nariz algo torcida
- ¿Un torneo en Leones? No sabía que se celebraría uno- dijo Lionel con una gran sonrisa
- sí, y vendrá el mismísimo Rey Uther desde Camelot, dicen que está buscando el favor de Sir Nicholas quien tiene una joven hija que podría ser quien de un heredero al rey-
- ¿eso significa que el rey se cansó de hacer la guerra y ahora busca hacer el amor verdad? - dijo Lionel dando una carcajada- bien gracias por contarnos del torneo creo que tendré que lucirme para su majestad y quizás me invite a formar parte de su corte en Camelot-
- ¿Creen que Sir Nicholas quiera dar su hija en matrimonio a un hombre tan mayor? - pregunto Ámbar- digo el rey debe tener como cuarenta años o más y la princesa de Leones si no recuerdo mal debe tener unos dieciocho años-
- ya lo creo pequeña, lamentablemente entre los nobles no existe más que la ley del beneficio y para el monarca de Leones nada le daría más beneficios que ser el suegro del rey- comento el mesero- bueno les traeré algo de comida y bebida- se retiró y al poco rato volvía con dos jarras, una de jugo y otra de cerveza de mantequilla además de un plato lleno de quesos, varios cortes de carne y pan
Mientras disfrutaban de la comida charlaban del torneo y Lionel les contaba a las muchachas que nunca habían estado en no de que se trataba.
- Lamentablemente no se permite a las mujeres competir de lo contrario estoy seguro que usted podría ganar fácilmente la competencia de tiro con arco señorita Morgana-
- sería estupendo poder participar, pero creo que disfrutare viendo sus proezas, ¿Merlín tu participaras? -
-no lo creo, no se me da muy bien el uso de armas convencionales, y creo que el uso de la magia está prohibido-
-Bueno creo que debemos irnos llegaremos a Leones en un par de horas y podremos buscar un buen lugar de descanso-
Tras entregar al tabernero el dinero por lo consumido montaron sus corceles y partieron hacia la ciudad de Leones a la cual llegaron al cabo de seis horas de trote ligero.
Leones era la ciudad más grande que Morgana había conocido además de Camelot, en el camino había un gran arco de piedra que anunciaba el comienzo del territorio del reino y a lo lejos en un campo llano se divisaba el palacio que no tenía murallas como Camelot, pero si grandes torreones que apuntaban a los cuatro vientos las cuales encuadraban alrededor de un edificio que debía ser el ala principal del mismo ya que contaba con una gran cúpula de vivos colores, divisaron la comitiva del Rey Uther entrando a palacio y tras atravesar el campo que los separaba de la ciudad vieron las hermosas casas y plazas que la componían, en cada plaza un foso abastecía de agua limpia a los ciudadanos y en medio de una de estas plazas se agrupaba un gran número de gente entre los que se veían varios caballeros con sus armaduras.
-ahí debe ser donde anotan a los participantes para el torneo- dijo Lionel emocionado y desmoto para ir a anotarse, Ámbar desmonto también y tomándolo de la mano lo acompaño.
-Acérquense, este será el mayor y mejor torneo de todos los tiempos, el mismísimo Rey Uther los vera competir y demostrar sus talentos con la espada, el arco y la flecha, a caballo y por primera vez en el reino con magia, así es señoras y señores a pedido del mismísimo rey tendremos competencia entre los hechiceros del reino- anunciaba un heraldo bajito subido a un taburete mientras leía un pergamino largo- esta será una competencia sin límites de edad y podrán participar todos los ciudadanos ya sean damas o caballeros-
-Increíble, voy a contarle a la señorita Morgana y Merlín- dijo Ámbar y salió corriendo entre la gente
Decidieron que los cuatro participarían en el torneo, Lionel claro participara en todas las diciplinas, Morgana en magia y arquería mientras Ámbar y Merlín lo harían en magia, la competencia comenzaría al día siguiente y esa misma noche se publicarían en la cartelera del gran domo de torneos los diferentes combates.
Esa noche se levantó una gran feria en las afueras de Leones, mercaderes llegados de todos lados exhibían sus artículos, artistas callejeros hacían demostraciones y entre ellos los cuatro compañeros identificaron varios magos de tierras lejanas, una armería improvisada se encontraba en un extremo y Lionel decidió llevar a ajustar su espada y armadura.
Lamentablemente esto resulto ser algo muy difícil ya que a pesar de que había una veintena de armerías todas tenían filas largas de caballeros que esperaban a que revisaran sus armaduras y espadas, recorrieron el largo pasillo que se había formado de armerías hasta que de repente Ámbar dijo.
-Allí hay una armería sin clientes- señalo una pequeña tienda donde había un muchacho flacucho de unos veinte años, tenía el cabello castaño hasta los hombros y unos ojos marrones oscuros, en ese momento estaba agregando leña al horno de ladrillos
-Disculpa, estoy buscando al maestro armero para que revise mi armadura antes de que comience el torneo- dijo Lionel al joven quien se detuvo y lo miro
-Soy yo, mi nombre es William, coloque su armadura en la mesa y la revisare en un minuto- fue hasta una cuba con agua y se lavó el sudor de la frente- ¿pasa algo malo? - dijo al notar que Lionel dudaba
- He no, nada- dijo Lionel y se apresuró a colocar la armadura en la mesa, aunque con algo de reticencia
-jaja, bueno “nada” me pasa a menudo- dijo William acercándose a la mesa y tomando las piezas de la armadura- ¿dudas que alguien tan delgado pueda hacer un buen trabajo verdad? - lo dijo con indiferencia y picardía
-Disculpe usted, pero es verdad nunca había visto a un herrero con su contextura-
-Le aseguro que mi contextura no es lo único que no ha visto en otro herrero- la mirada de William recorrido al grupo y dijo- y a decir verdad es la primera vez que veo un grupo como ustedes, permítanme cerrar las cortinas para poder reparar esta armadura, a decir verdad, la pobre está bastante maltrecha y esta espada- dijo tomando el arma de Lionel y levantándola a la altura de los ojos- que descuido, casi ha perdido todo su poder mágico-
-¿Poder mágico? ¿a qué se refiere? Esa es una espada común y corrientes que paso de generación en generación en mi familia-
-No se preocupen señores y señoritas, sé que los cuatro son magos no hay necesidad de escondérmelo, yo también lo soy, permítanme demostrárselo- tomo el martillo que reposaba en un yunque y dijo- Minos dame tu fuerza- comenzó a crecer de repente, sus piernas y brazos se volvieron musculosos y enormes, su cabeza se alargó hasta tomar la forma de un enorme toro con unos cuernos grandes y afilados- bien es hora de trabajar- esta vez una voz gruesa salió de la enorme cabeza de toro que tomo la espada y las distintas partes de la armadura de Lionel y las fue acercando al fuego por unos instantes, luego tiraba un polvo brillante sobre el metal caliente y golpeaba con la fuerza y el estrepito de un trueno, los cuatro amigos miraban maravillados al joven trabajar y cuando unos minutos después este se detuvo esperaron a que tomara nuevamente su forma humana.
-Listo caballero, son doce piezas de oro, he restaurado la magia de su espada y agregado a su armadura nuevas propiedades- se secó el sudor con un trapo y abrió las cortinas, repentinamente fue como si el mundo se hubiese encendido y el bullicio del exterior volvió a escucharse
- Gracias- dijo Lionel sacando las piezas de oro y entregándoselas a William- a decir verdad, no sabía que mi espada tuviera propiedades mágicas, ¿podrías decirme en qué consisten? -
-Pero antes- dijo repentinamente Merlín avanzando con su cayado en las manos- ¿Cómo supo que los cuatro somos magos?
-Por su olor- dijo William con sencillez- supongo que están al tanto de que la magia de cada especia es diferente, esto es muy útil si uno desea evitar enfrentarse a enemigos del tipo dragón, tigre, mono o serpiente sabes, ustedes son dos dragones, un tigre y lo más sorpresivo un conejo-
-Si, Jora me comento eso mismo cuando nos conocimos- dijo Lionel a Merlín- no seas tan reticente si nos hubiese querido hacer daño en el instante que nos transportó al mundo de los protectores hubiese atacado sin dudarlo-
- ¿Qué, en verdad hizo eso? - pregunto Ámbar asombrada
-Si, al cerrar las cortinas- corroboro Morgana- bueno estoy intrigada como trabaja un mago herrero, en qué consisten esas habilidades mágicas de la armadura y espada de Lionel
-Para empezar la espada obedece el deseo de dañar o no a los enemigos dependiendo de los deseos de quien la empuña, es decir si durante un torneo la usa por más afilada que esta nunca hara daño al rival, pero a la hora de pelear contra un enemigo es tan afilada que puede cortar el metal como si fuera la hoja de un árbol- William miraba la espada cuidadosamente mientras contaba esto a los demás para asegurarse que no hubiesen quedado magulladuras
-Eso me agrada- dijo Lionel- no sabía que esta espada tuviese esa propiedad, supongo que al pasar de generación en generación esta información se fue perdiendo.
-La armadura, no poseía magia alguna, pero ahora tiene la habilidad de regenerarse siempre que reciba daños, aunque los daños mágicos tardaran más en recuperarse y si son muy grandes puede que sea necesario que alguien la repare-
Muchas gracias, William, permíteme presentarme, yo soy Sir Lionel, él es Merlín y ellas son Ámbar y Morgana Le Fay-
-Es un Placer conocerlos, ¿son en verdad ustedes los que liberaron de la influencia de los Colmillos Negros el pueblo de Hangman?- al escuchar esto los jóvenes se sorprendieron y al ver sus caras William entendió que no estaban al tanto de la popularidad que les daba la propagación de esa noticia- ¿no lo sabían? Los pájaros mensajeros salieron en todas las direcciones del reino contando de como de la noche a la mañana ese grupo de bandidos se separó luego de irse del pueblo que habían sometido por años, los rumores contaban de como un pequeño grupo de jóvenes les hizo poner pies en polvorosa y según cuentan una hermosa hechicera montada en un dragón aterradoramente magnifico fue la causante, claro que no daban nombres, solo decían que a la joven habían comenzado a llamarla Le Fay-
Morgana se ruborizo al escuchar lo que dijo William, pero se sintió muy alagada y extrañada de que esa noticia haya volado por todos lados
-Bueno, en realidad nosotros solo nos enfrentamos a un miembro de la banda- dijo Lionel- o mejor dicho la señorita Morgana lo enfrento, cuando nosotros llegamos a ayudarla el decidió que éramos demasiados y que buscaría refuerzos antes de pelear con nosotros- suspiro y continúo diciendo- me hubiese encantado poder enfrentarlos, dicen que el líder es un especialista que posee una gran habilidad, pero al día siguiente se fueron del pueblo sin dar pelea- meneo la cabeza con pesar
-Bueno eso si es increíble, espero que ustedes participen en las competencias de magia, me encantaría ver el poder de quienes asustaron a esa banda de bandidos- dijo William mientras se dirigía a la entrada
- ¿Usted participará señor William? - pregunto Ámbar poniéndose de puntas- seguro que sorprenderá a todos cuando cambie su apariencia
-No, yo vine solo por negocios, me dirigía a la ciudad de Avalon para conocer sus secretos, vengo de un pueblo llamado Mysore muy lejos de aquí, antes de venir pasé por la ciudad de Aryavartha a realizar mi entrenamiento y en la biblioteca encontré un pergamino que hablaba de Avalon diciendo que los conocimientos que ocultaban estaban en el mismo nivel o incluso superior a la misma Aryavartha-
-Es increíble, no sabía que existían varias ciudades especializadas en enseñar la magia- Dijo Morgana
-En realidad, existen 13 ciudades, cada una está especializada en las habilidades de una de las especies y esta Avalon que posee un conocimiento general y solo ahí pueden estudiar los especialistas de todas las razas- comento Lionel- La ciudad de Onegla por ejemplo es donde los guerreros de raza Tigre aprendemos así que supongo que Aryavartha es la ciudad de los guerreros Búfalo verdad? -
-Es correcto, y como dijiste solo existe un lugar para que estudien los especialistas y ese es el motivo de mi viaje- confirmo William
- ¿Lo ves Merlín? Solo los Dragones se preocupan por mantener en secreto su naturaleza- dijo Lionel dándole a su compañero una palmada en el hombro y soltando una fuerte risotada
-Y yo ya te lo dije más de una vez Lionel, los poderes de nuestra raza se van liberando poco a poco a medida que revelamos más acerca de nuestros compañeros al resto de la gente-
-Si, eso es verdad, Amethystus me dijo eso y aun después de realizar el Dragon’s- Darah me dijo que debía mantener secreto de ciertos aspectos- comento Morgana
-Bueno, en fin, creo que es hora de que vayamos a comer y luego a descansar, mañana por la mañana es la presentación del torneo por parte del Rey y nos darán el orden de las peleas y sus reglas- dijo Lionel y todos salieron de la tienda de William para buscar algo que comer
Aunque tenían la intención regresar a la posada a descansar lo antes posible pasaron un buen rato en la feria que se había levantado ya que Ámbar nunca había estado en una y se encontraba sumamente emocionada por los distintos juegos de destreza y las exhibiciones que se llevaban a cabo, finalmente llegada la media noche Morgana llevo a la pequeña a su habitación sumamente exhausta y luego de beber un vaso de agua se acostó para recuperar fuerzas para la emocionante competición del día siguiente.
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Protectores de la Magia
FantasyCuentan las viejas leyendas que hace mucho tiempo en el reino de Albión existieron el Rey Arturo de Camelot, Los Caballeros de la Mesa Redonda, el bondadoso Mago Merlín y la malvada Hechicera Morgana Le Fay. Pero las historias no siempre son lo que...