Capítulo 17

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NARRA JENNIE CON 18 AÑOS

Era sábado por la tarde y me encontraba, sentada en una silla, en el área de rehabilitación del hospital con Lisa. Le prometí que vendría con ella para que no se sintiera sola y, aquí estábamos. Miré el reloj y éste marcaba las 19:30 (7:30 pm). Solo quedaba media hora para que pudiéramos salir de aquí, al fin.

Llevábamos aquí metidas desde las 16:00 (4:00 pm) y me he tenido que beber tres cafés para no quedarme aquí dormida. En todo este tiempo, han pasado por esta zona un montón de personas que también necesitaban rehabilitación pero, ellos al menos, estaban como máximo una hora y luego estaba Lisa. Ella quería quedarse todo el tiempo que pudiera para poder volver a caminar lo antes posible. Si no fuera porque luego teníamos nuestra primera cita, seguro que se hubiera quedado hasta media noche.

La tailandesa se encontraba andando en una cinta de correr. Llevaba ahí encima una hora y media e iba a seguir así hasta que nos vayamos. Al inicio de la tarde, le estuvieron explicando como se tenía que poner la pierna y como iba a funcionar el mecanismo. Las caras de Lisa me hacían mucha gracia porque estaba asintiendo como si lo entendiera todo pero, cuando me miraba, indicaba todo lo contrario. La segunda parte de la tarde, Lisa estuvo andando con la ayuda del fisiatra y se le veía bastante cómoda aunque cansada.

—¡Mira, Jennie! ¡Estoy volviendo a andar! —se giró para mirarme con una sonrisa en la boca y le devolví la sonrisa.

—Ten cuidado y no te caigas, te quiero viva para dentro de un rato. —me levanté y me acerqué a ella.

Ella saltó una risita y sus mejillas se tiñeron de un rojo muy clarito. —Tranquila, ya voy controlando. Aunque me han dicho antes que, si quiero utilizar la prótesis en mi día a día, que empiece teniendo las muletas de apoyo.

—También me puedes utilizar a mi de apoyo, ¿no te gustaría? —me puse delante de ella con una sonrisa coqueta y ella abrió los ojos sorprendida.

—P-Pues a ver... claro que me gustaría pero no quiero utilizarte para eso...

—¿Ah, no? Entonces... ¿para que otras cosas si me utilizarías? —volví a sonreír y noté como se tropezó mientras andaba. —¡Lisa! —le bajé la intensidad a la cinta hasta que se paró y me acerqué a ella. —¿Estás bien?

—S-Sí, si. Creo que estoy bien, sí. —se sentó en una silla y se quitó la prótesis y noté como su muñón estaba rojo.

—Deberías de echarte crema en el muñón. —le dije.

—¿Por qué? No me duele ni nada. —dijo tranquila mientras se levantaba con la pierna falsa sobre su hombro.

—Quizá no te duela pero, si sigues poniéndote la prótesis y no te cuidas el muñón, te pueden salir heriditas y eso si puede dolerte. —le agarré la prótesis para que ella pudiera coger las muletas y ambas salimos hacia el coche.

—Vale, quizá sí debería echarme alguna cremita. ¿Quieres echármela tú? —me dijo con una sonrisa en la cara mientras se sentaba en el coche y reí.

—Por supuesto, guapa. Te echaré crema y todo lo que tu quieras. —me monté en el asiento del piloto, ambas soltamos una carcajada y nos dirigimos hacia nuestras casas. De vez en cuando, miraba de reojo a Lisa y veía como se miraba y tocaba su muñón con cierta pena. Suspiré y aparqué justo cuando llegamos. —¿Me avisarás cuando estés lista?

Asintió y me miró. —Intentaré estar lo más pronto posible pero, el tener solo una pierna, se me dificulta bastante. —rió, puse mi mano en su mejilla y se la acaricié.

—No te preocupes por eso, Lili. —sonreí. —Tú simplemente avísame, ¿sí? Tienes una hora para arreglarte y, si necesitas más, pues coges todo el tiempo que necesites. —Lisa asintió, me dio un beso en la mejilla y salió el coche. 

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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Cómo conocí a vuestra madre | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora