Cómo conocí a vuestra madre | Jenlisa

Capítulo 12

NARRA JENNIE CON 18 AÑOS

Dos días.

Dos días han pasado desde que Lisa tuvo el accidente y no sabemos nada. No sabemos quién provocó el accidente ni cuando despertará Lisa.

Y sí, Lisa está en coma inducido porque dijeron que era lo mejor para ella.

Me encontraba sola en su habitación del hospital. Estaba sentada en una silla mientras le acariciaba la mano y suspiraba cada dos por tres. Estos dos días han sido eternos...

FLASHBACK

Llegué al hospital lo más rápido que pude cuando Minnie me llamó. Me acerqué a la hermana de Lisa que estaba en la sala de espera y la abracé. Estuvimos, literalmente, media hora llorando hasta que pude calmarme y conseguí calmarla cinco minutos después.

—L-La vi en el suelo Jennie... —sollozó y negó. —La escuché gritar de dolor... —me miró con los ojos rojos y llorosos y le acaricié la mejilla para seguir consolarla. —Su pierna...

—¿Qué le ocurre, Minnie? ¿Qué le pasa a la pierna de Lisa? —le dije intentando sonar tranquila, aunque por dentro estaba muerta de miedo.

—N-No sé si lo sabías, pero ella y yo estábamos juntas en el equipo de baloncesto porque yo se lo pedí... —asentí y seguí callada para que siguiera hablando. —P-Pues creo que no va a poder jugar más en el equipo... Han terminado hace un rato de operarla y el médico nos ha dicho que... que han tenido que amputarle la pierna hasta la mitad del muslo...

Me tapé la boca en señal de no creérmelo y ella asintió leyéndome la mente. Me volví a acercar a ella y le abracé aún más fuerte que antes.

—Todo irá bien, te lo prometo... —le susurré a Minnie en el oído y suspiré.

Pasó un rato y vimos al médico hablar con los padres de Lisa para decirles que ya la habían subido a la habitación y, por fin, podríamos verla. Fuimos pasando poco a poco, primero fueron los padres, después Minnie y, por último, iría yo.

Mientras estaba Minnie en la habitación, el sonido de una llamada entrante se hizo presente y lo cogí sin haber mirado el nombre antes.

—Hola JenJen. ¿Dónde estás? Mamá y papá están preocupados por ti porque no has dicho a dónde ibas.

Suspiré. —Estoy en el hospital, Tae.

—¡¿Qué!? ¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien? —dijo con un tono de preocupación.

—Sí, yo si estoy bien. —escuché su suspiro y agaché la cabeza. —Pero quien no está bien es Lisa...

—¿Qué le ha pasado?

—Luego te cuento cuando llegue a casa. Dile a Jisoo que venga a por mí, por favor.

—Recibido hermanita. Nos vemos en casa. —colgó y me limpié las lágrimas que estaban empezando a caer por mis mejillas.

Justo después de colgar, la puerta de la habitación de Lisa fue abierta y salió Minnie de ella. Se me acercó, me dijo que ya podía pasar y me avisó de que estaba en coma.

No estaba lista para verla en ese estado.

Me levanté y me acerqué a la puerta. Cerré los ojos, suspiré y entré a la habitación.

Abrí los ojos y la vi. Estaba ahí tumbada en la cama, tan inocente sin ser consciente de que, a partir de ahora, su vida ha dado un giro de 180º.

Esa primera noche decidí quedarme en el hospital para que los padres de Lisa y Minnie pudieran descansar adecuadamente. Me costó convencerlos porque no querían dejar a su niña sola, pero confiaron en mí y aceptaron.