Cómo conocí a vuestra madre | Jenlisa

Capítulo 6

ACTUALIDAD

POV LISA

—Así que… mami y tú, ¿os conocéis desde pequeñas? —me mira y asiento.

—Toda esta historia que os contamos ocurrió hace un montón de tiempo cuando yo tenía tu edad. —dice Jennie mientras coge en brazos a un dormido Jackson y apoya su pequeña cabeza en el hombro de la mayor.

—¿Mañana podéis contar el reencuentro? Estoy muy enganchada a esta historia. —río y Ella se pone de pie en el sofá alzando sus brazos.

Me pongo de pie y me pongo de espaldas para que se suba a mi espalda. —Claro que sí, mi amor. Pero ahora a dormir que es tarde.

Subimos los cuatro a la habitación de Jackson y Jennie deja al pequeño en su cama tapándolo bien y enciende una pequeña lucecita porque le tiene miedo a la oscuridad. Nos despedimos de él, aunque no se entere porque tiene el sueño muy profundo.

Acto seguido, vamos a la habitación de Ella y la dejo en su camita tapándola bien.

Se acerca Jennie también y le da un beso en la frente. —Descansa mucho, mi amor y sueña con los angelitos.

Ríe y asiento. —Y vosotras soñad con nosotros, ¿vale? —reímos y asentimos

—Descansa, bebé. Buenas noches. —sonreímos y salimos de la habitación.

—Se hace mayor mi bebé. —Pongo un puchero acercándome a Jennie y ríe.

—Es normal, mi amor. Dentro de nada tendrá dieciséis años y nos estará contando sobre sus amores. —pasa sus brazos alrededor de mi cuello y ríe.

—Ambas sabemos que no tendrá pareja hasta los cuarenta y cuatro. —río y me da en el brazo. —¿Vamos y nos damos una duchita? — paso la mano por su entrepierna, río y voy al baño.

—Algún día me vas a matar, Lisa. —la escucho gritar y río.

***

Al día siguiente, me despierto sintiendo unos besitos por el cuello y sonrío. Despertar al lado de tu esposa y que te dé mimos, es el mejor despertar que una persona podría tener.

—Mi amor… despierta… —escucho como me susurra mi mujer en el oído y me acurruco en ella.

—¿Qué hora es…? —le digo mientras le doy besitos en el pecho.

—S-Son las 8:30. Lili, para que nos van a escuchar… —reí y niego.

—Te recuerdo que tenemos la habitación insonorizada. —sonreí y le beso.

Me sigue el beso metiendo su lengua en mi boca y escuchamos a alguien llamando a la puerta de la habitación.

—¡Mamii, mamáa! ¡Buenos días! —escucho a Ella a hablar y como Jackson también dice sus buenos días.

—Quítate de encima, anda, que tenemos que alimentar a dos criaturas. —río y me levanto.

—¿Por qué a mí no me cuentas como criatura? —Me visto y me cruzo de brazos mirándola con una sonrisa.

—Porque ya tienes el coño negro para que te diga así. —ríe, se viste y abre la puerta de la habitación. —Buenos días, mis amores. ¿Vamos a hacer el desayuno?

—¡Síii, vamos! —gritan los dos niños y bajan corriendo a la cocina.

—Venga, Nini. Vamos a hacer el desayuno. —le doy con la mano en el culo, río y bajo corriendo a la cocina.

—Algún día me vas a matar. —ríe y baja detrás de mí.

Colocamos a nuestros hijos en su sitio en la mesa mientras nosotras preparamos pancakes para desayunar. Obviamente yo solo ayudo en preparar la masa porque si me pongo con la sartén, arde la cocina y, quizá, la casa también.