Recuerdo que la primera vez que descubrí lo que era amor fue cuando vi la película Cenicienta. El príncipe se enamoró de ella, y no paró hasta descubrir quién era esa chica. Solamente tenía su zapato, pero no necesitó nada más para recorrer el reino entero en busca de la mujer que lo había vuelto loco. Él sabía que podía conseguir a la chica que quisiera en cualquier momento, pero no era ella. No paró hasta encontrarla, y el resto de la historia se cuenta sola. Es bonito saber que hay alguien en el mundo que te elige sin importarle nada más que tú misma y, a pesar de todos los defectos que podamos tener, se queda a tu lado hasta el final.
Cuando fui un poco más consciente, hablé con mamá sobre el tema. Me explicó que el amor es algo bonito, que me sentiría especial y que cuando ocurriera me iba a dar cuenta enseguida. Me dijo que mi cuerpo se sentiría diferente, miles de mariposas revolotearían en mi estómago cada vez que pensara en esa persona, me pondría nerviosa, e incluso podría llegar a hacer el ridículo cuando estuviera cerca.
Hubo un tiempo en el que creí haber encontrado el amor con Héctor, todo lo que mi madre me había descrito se cumplía a la perfección, no tenía dudas de que mi persona especial era él. Nada más lejos de la verdad, mi cuento de hadas se convirtió en una horrible pesadilla. Otra de las cosas que mamá me dejó claro era que el amor ni dolía, ni hacía sufrir a nadie, y enseguida fui consciente de que eso no era amor. Él no era mi persona.
Desde entonces no he vuelto a experimentar una sensación igual, ni siquiera parecida. Hasta ayer. Hasta que los ojos verdes de ese chico misterioso se posaron sobre los míos, hasta que habló y su voz viajó a lo más hondo de mis entrañas, hasta que me tocó y mi estómago parecía un refugio de mariposas, hasta que sentí ese vacío cuando dejó de hacerlo.
Me siento la persona más ridícula del mundo por pensar tanto en lo que pasó, pero no puedo quitarmelo de la cabeza. Lo he intentado todo, pero sencillamente no puedo.
¿Cómo es posible que una persona que apenas conozco se haya metido tan dentro que no pueda conseguir olvidarla? ¿Cómo es posible que mi cuerpo reaccione a su recuerdo de esa forma? Sus ojos, su voz, sus labios, todo su recuerdo se ha aferrado a mí y, desgraciadamente, está en un lugar tan profundo que jamás volverá a ser libre. Aunque en parte tampoco quiero que lo sea, ahora es parte de mí, de mi esencia. Ahora él también es Paola, al igual que yo también soy él. Es como si mi cuerpo lo sintiera como solo uno en vez de dos completos desconocidos, como si a partir de ahora estuviéramos unidos para siempre.
Todo esto puede suponerme un gran problema, estoy tan centrada en mi trabajo que no tengo tiempo para estar pensando en tonterías de amor, y es lo que estoy haciendo. La parte buena de esto es que no conozco nada de él, ni siquiera su nombre, así que por mucho que me pueda sentir tentada a buscarlo, no puedo hacerlo. Y, es lo mejor para mí, lo sé. No sacaría nada bueno de una persona tan chula y engreída como él, y es que, por lo menos, podría haber sido alguien amable o divertido, pero no. Ese chico no tiene nada que ver con la definición de amable, mucho menos con la de divertido. Podría decirse que ni siquiera conoce el significado. Y eso es lo que más me molesta. Por eso, tengo que hacer todo lo posible por olvidarlo.
Aunque me cueste toda una eternidad hacerlo.
Aunque la vida no haga más que intentar juntarnos hasta el fin de nuestros días.
Aunque estemos unidos para siempre por un hilo rojo.
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UN AMOR INOLVIDABLE
Storie d'amoreUna actriz revelación vuelve a España después de cuatro largos años trabajando en EEEUU en una serie muy importante. La vida le regala un proyecto en el cual conocerá a mucha gente pero, ¿también conocerá lo que es el amor? Acompaña a Paola en esta...