5. Observando

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Sentía una presión en mi pecho cada vez que miraba ese anillo de papel en la mesa de noche de mi habitación. Aún no sabía todo el contexto y la realidad detrás de ese gesto, pero prefería seguir así que indagar en ese sentimiento que jamás había sentido.

Sabía que debía descansar mi ojos y esperar al día siguiente, pero esos pensamientos y sensaciones en mi cuerpo iban de un lado a otro en esas cuatro paredess de esa fría y oscura habitación.

Sentía mi teléfono sonar debajo de la almohada, pero no me sentía en condiciones como para hablar con él dueño de ese anillo que tenía escrito su nombre en él, pero también necesitaba distraer mis pensamientos antes de hacer cosas que luego me iba a arrepentir de hacer por la sola necesidad de mantener el control en mi vida.

Saqué el teléfono de abajo de la almohada y mire los mensajes que estaban de ese chico que me llenaba de felicidad cuando menos lo esperaba y que pese a que él no lo sabía, me ayudaba a seguir adelante.

Sus mensajes no eran nada más que los mismos de siempre, contándome de su día, sus gustos y sus ideas para sus próximas obras publicitarias, mientras que yo solo podía sonreír ante cada una de sus palabras y decirle lo mucho que me gustaban sus ideas y las cosas que hacía dentro de su agencia de marketing y publicidad -Se podría decir que eran uno de sus mayores fanáticos, por no decir que era su fan número uno-.

Y cuando vio que había leído todos sus mensajes y los respondí, comenzó a preguntarme acerca de mi día y cómo estaba. A lo que respondí sin más sus preguntas y con la verdad, puesto a que no tenía razones de porqué mentirle sobre cada uno de los aspectos de mi vida, después de todo no era un simple extraño más en mi vida ¿no?

No hablamos mucho, supuse que pudo notar mi poco entusiasmo y no me presionó a seguir en esa conversación forzada, lo único que me dijo no fue nada más que un "adiós y un descansa" y luego solo poner un te quiero mucho y espero que estés bien y que recuerde que siempre iba a haber alguien para leerme o escucharme, a lo que yo solo pude dejarle la señal de que su mensaje había sido leído.

Volví a dejar el teléfono debajo de mi almohada, pero ahora sin esas canciones tristes de amor de fondo y cerré mis ojos hasta sentir que mi cuerpo caía profundamente dormido y alejándose de esos pensamientos intrusivos.

A la mañana siguiente hice mi rutina de siempre y salí de mi casa, sin esperar nada de la vida, hoy solo deseaba ser un espectador más de ella, mirar las parejas en silencio y sentir que en algún punto de mi vida podré sentir lo que ellas sienten y sin tener que sufrir por ese amor que era una sensación tan bella, pero a la vez, si no es la persona correcta; es la sensación más desgarradora.

Camine por bastante tiempo, mientras miraba los distintos escenarios que me tenía la vida para hoy y tratar de prepararme por adelantado para enfrentar cada uno de ellos.

Al llegar a la oficina pude ver como Mark baja de un taxi junto a DongHyuck quien le daba un corto beso en los labios apenas sus pies tocaron el piso, mientras que yo solo era capaz de ver como solo ellos eran capaces de mostrarse un amor tan real y hermoso. Tan puro y sano. Tan correcto.

Seguí mirándolos con ternura, mientras sentía el cálido aire de primavera rozar mi rostro y como en el fondo de mi ser suplicaba estar así con alguien en el futuro, pero en esos momentos solo quería ver a la gente amarse. Quería ver a otros sentirse amados, porque sé que esa no es una sensación que merecía en mi vida en esos momentos. Porque sabía que nadie era capaz de amar al Lee Jeno que yo era.

No es que no me sintiera listo para tener una relación, sino que jamás me sentí lo suficientemente enamorado como para tener algo serio con alguien y cuando lo tuve, no fue más que un sentimiento forzoso a amarlo que un amor de verdad. Solo daba besos y abrazos, para complacer a la chica que me gustaba y no porque yo sinceramente quisiera darlos.

Afterglow;;nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora