JULIENZO MED

Cap V: Someone Like You

La noche estaba fresca y el cielo despejado.
Julian y Enzo habían salido juntos del hospital e iban de camino al departamento del primero.
Enzo iba manejando y Julian de copiloto sin decir una palabra. Por supuesto, Enzo ya conocía el camino.
El trayecto fue silencioso pero agradable. Ambos se miraban el uno al otro.
Por momentos Julian se ponía nervioso cada vez que Enzo quitaba los ojos del camino para ponerlos en los ojos de el. Aunque disfrutaba mucho la atención del doctor, se sentía intimidado.
Enzo largaba una leve sonrisa cada vez que notaba los nervios de Julian, disfrutaba mucho verlo así.
Ninguno decía una palabra, se sentían a gusto. Solo eran ellos dos y el resto del mundo había desaparecido.

Cuando llegaron al departamento Enzo se lavo las manos y se puso a amasar.
- Vas a probar la mejor pizza de tu vida- dijo Enzo mientras agarraba dos copas y descorchaba un vino.
- ¿Vos vas a cocinar para mi?- dijo Julian con asombro.
- Al fin me estas tuteando- responde Enzo.
- Estas en mi cocina, tomando vino conmigo. Creo que esto nos convierte es mas que colegas, así que si, te estoy tuteando- dice Julian mientras rie.

La radio estaba encendida, las luces eran calidas, el lugar se sentía acogedor. Enzo amasaba y Julian hacia de apoyo logístico hasta que su doctor apuesto lo puso a cortar cebolla para la salsa.

-Tenes algo ahi- dijo el neurocirujano apuntando la cara de Julian.
- A donde?
- Acá- respondió riendo mientras le manchaba la nariz con harina.

Ambos empezaron a reír hasta que Julian agarra un puñado de harina y empieza a corretear a Enzo por toda la cocina para obtener su venganza.
Las risas, la harina y la radio invadían el lugar.

La cena estaba servida, todo se sentía muy personal. Casi como si fueran un matrimonio feliz, pero la realidad es que apenas llevaban un día conociéndose.
De fondo sonaba Someone Like You de Adele cuando Enzo lo mira a Julian con ojos brillosos y le pregunta:
- ¿Cuál es tu historía?
Julian no es de las personas que andan contando su vida por ahi. Con tan solo 27 años había sufrido mucho, su padre había muerto de cancer cuando el tenia 17 y su madre nunca se recupero de eso. Este fue el motivo por el cual Juli había decido ser medico.
Pero el no dijo nada de eso. No sentía el deseo de contar algo que aun le duele.
Su mirada se puso triste, los ojos le brillaban y su labios hacian un leve gesto de puchero, como si estuviera a punto de llorar. Pero sin embargo lo miro a Enzo sonriendo y dijo:
- No tengo una historia. Solo soy un interno en cirugía- dijo mientras alzaba los hombros.
- No hay mucho para decir. Crecí en un pueblo de Cordoba, hice la carrera de medicina y cuando termine vine a Buenos Aires para hacer mi internado y acá estamos.

Enzo entendió que no quería hablar mucho de su historia, lo respetaba.
- ¿Y la tuya?¿Cual es tu historia?- pregunto Julian dandole toda su atención.

- Crecí por acá cerca, en San Martin. Termine la universidad e hice mi especialidad en el mismo hospital en el que trabajamos. Tengo una hermana, Olivia. Ella es todo mi mundo y esta en su segundo año de medicina.
¿Que mas puedo decirte? Hace un año estuve apunto de casarme con Phil hasta que lo encontré en la cama con mi mejor amigo.

Julian estaba atónito por todo lo que había escuchado. Tenia muchas preguntas, pero lo primero que se le vino a la mente fue:
-¿Porque elegiste Neuro?
- Mi mamá murió de Alzheimer hace diez años así que quiero encontrar una cura -respondió Enzo.
- Lo siento mucho- dijo Julian con tristeza.
- Muchas Gracias Juli.
- ¿Estuviste mucho tiempo con Phil?- preguntó tratando de fingir que no le importa (pero si le importa).
- Si, no conocimos en la facultad de medicina pero estuvimos de novios 6 años, los últimos dos yo estaba haciendo mi especialidad así que casi no nos veíamos. Creo que eso desencadeno poco a poco la ruptura. Pero en fin, ya lo supere.
-¿ Te gusto la pizza?- pregunto Enzo tratando de cambiar de tema.
- Si estaba muy rica. Tenias razón ¡es la mejor pizza que probe en vida! Muchas gracias, de verdad- respondió Julian con sinceridad, mientras su cabeza analizaba todo lo que Enzo había contado.

Enzo levanto la mesa, se colgó un repasador en el hombro y empezó a lavar los platos. Aun que Julian le dijo que no era necesario el se sintió a gusto haciéndolo.
Este ultimo se tiro en el sillón a buscar una peli para ver pero se durmió en el intento. Había sido un día muy largo y mañana tenia otro turno de 12 horas.
- Julian. ¿Encontraste una peli?- grito Enzo desde la cocina.
- ...
A lo lejos se escuchaban los ronquidos de Julian.
Enzo apoyo el repasador sobre la mesada como símbolo de victoria por haber concluido su tarea.
Se acerco al living y al ver dormido a Julian decidió alzarlo con sus manos sin tratar de despertarlo para llevarlo a su cama.
No podia entender como de un cuerpo tan chico como el de Julian podia salir un ruido tan grande.
Luego de dejarlo en su cama lo arropo con una frazada, le dio una caricia en su tibia mejilla y antes de irse le susurro "Gracias por la cena Julian" mientras le daba un beso en la frente.
En ese momento Enzo empezó a sentir muchas cosas. Como si su vida estuviera empezando a cambiar.
Ese era el efecto Julian. Un joven interno que tuvo que pelear y sufrir mucho para llegar a donde esta ahora.