-Curar heridas-
El aula de la clase 2A se encontraba en total silencio como si estuviera vacía, pero no era así, sus alumnos estaban ahí, su profesor estaba ahí, simplemente se encontraban abrumados, la situación los superaba.
A todos menos tres personas, dos de ellas porque ya conocían la situación, la última porque no entendía que hacia ahí.
-Oye, mmm Kacchan acaso tuviste un hijo secreto con Midoriya- murmuro Kaminari con gracia en un intento de aligerar el ambiente.
-Kaminari... ¿si sabes lo ridículo que se escucha eso verdad?- comento Jiro con nerviosismo.
Cuando sus compañeros rompieron finalmente el silencio, todos los demás comenzaron a razonar y tratar de comprender la situación entre murmullos.
Primero ¿qué es lo que sabían?, sabían que sus compañeros fueron llamados la noche anterior para atender una misión, un villano con la percepción de la realidad alterada estaba causando demasiados estragos en la ciudad y la comisión de seguridad se estaba desesperando.
Después de eso en la mañana el profesor Aizawa les había informado que ellos seguían en misión, por lo que comenzaron el día sin saber nada de ellos, durante el almuerzo las explosiones en el área de enfermería les hicieron saber que ya habían vuelto.
Sin embargo, al entrar a su salón de clase solo encontraron al cenizo quien parecía estar más enojado que de costumbre, pensaron que algo había salido mal en la misión, pero prefirieron esperar a que el peli verde les explicara.
Pasada la primera hora de clases de la tarde, no había rastros del pecoso y el mal humor del cenizo seguía empeorando, justo después de que el timbre para el primer descanso sonara, un niño entro corriendo al salón con su rostro cubierto de lágrimas, parecía asustado y desesperado.
Todos intentaron levantarse y ayudarle, pero ninguno pudo acercarse, porque el niño se lanzó a los brazos que el cenizo le ofrecía, todos se sorprendieron, no se dieron cuenta el momento en el que el cenizo se levantó de su asiento y solo se quedaron callados cuando este se agacho a la altura del pequeño y extendió sus brazos a él.
Ahora se encontraban en la situación del inicio, completamente sorprendidos y con una duda muy grande ¿Quién era ese niño?
Al principio no lo pensaron porque solo notaron al niño desesperado, pero ahora que lo veían detenidamente no podían negar que si era la viva imagen de su compañero pecoso, con la única excepción de que era un niño de no más de cuatro años.
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Flufftober BakuDeku
Fanfiction-Ustedes eran amigos de la infancia¿no?-. -¡Éramos inseparables maldita sea!-.