La tormenta de emociones y magia que envolvía a la familia de Luffy desde el día de su nacimiento no era más que un presagio de lo que estaba por venir. El caos que su madre, Luccy, dejó al morir, no sólo marcó el inicio de un destino inevitable, sino también una serie de sucesos que parecían destinados a abrirse paso sin importar cuántos hechizos o conjuros se lanzaran para evitarlo.
Una aura oscura lleno la habitación del hospital, y no solo por el hecho de que su madre murió en el parto, sino porque su padre y abuelo lograron percibirlo, tanto que enviaron fuera a Ace y a Sabo para evitar que ello, les afectara.
Sabían lo que significaba, lo sabían desde que el embarazo inicio: su madre, una bruja del caos, concebiría a alguien con su mismo don, pero hay algo más, algo que temían, pues no es algo que se vea con frecuencia en su mundo de hechizos y magia, pero parecer ser, que Luffy ha sido bendecido —o quizá maldecido— con ello.
Controlaría la magia negra y la magia blanca. Un caos de magia verdadera, siendo una naturaleza que debe seguir su curso. Será alguien con un poder inigualable y están fascinados por ello, pero temen.
Dragon sostenía a su hijo recién nacido con una mezcla de terror y devoción. Luccy había muerto con una serenidad inquietante, su belleza aún más pronunciada en su muerte, como si algo sobrenatural la hubiera envuelto en su último suspiro. El collar de amarre de bruja, una protección que debería haber impedido el caos, se rompió sin explicación, calcinándose lentamente en el cuello de su madre.
Garp, a su lado, observaba a Dragon sin decir nada. Sabía bien lo que eso significaba. Había sido testigo de la verdadera naturaleza de Luccy y comprendía el peligro que representaba Luffy, pero no dijo una palabra hasta que Dragon se desplomó, roto, entre sollozos.
—Papá —Dragon sollozo—. No sé qué hacer, se supone que ella... ella iba a vivir y Luffy seria normal ¿Qué paso? —su voz se rompió.
Garp cerró los ojos, recordando cómo él y Luccy habían hecho todo lo posible por proteger al niño, utilizando hechizos, conjuros antiguos, y sellos poderosos. Pero el poder de Luccy era impredecible, un poder que no podía controlarse ni contenerse fácilmente. Y ahora, parecía que ese poder había pasado a Luffy.
—Luccy te dijo sobre ese ente que la seguía... ustedes sabían que él no se las pondría fácil —menciono Dragon.
—¡Me arrebato a mi esposa! —apretó a Luffy contra su pecho— ¿¡También lo hará con mi hijo!?
—Dragon, cálmate.
No. Esto es su culpa. Si no hubiera practicado la magia, si hubiera sido normal, nada de esto habría pasado, pero cuando vio a su padre hacer conjuros y hechizos, ese mundo lo atrapo.
—Escúchame —pidió Garp con voz firme, colocando una mano en el hombro de su hijo—. Luccy sabía lo que estaba en juego. Sabía que, si el bebé heredaba su don, no sería algo que pudiéramos detener. Pero aún tenemos una opción.
Dragon levantó la vista, desesperado.
—Vamos a sellar su poder. Encerrar lo que no podemos controlar. No podemos cambiar quién es, pero podemos hacer todo lo posible para que Luffy tenga una vida normal.
Dragon asintió, pero en el fondo sabía que lo que su padre proponía era solo una solución temporal. El caos que su difunta esposa había dejado en Luffy era como una tormenta atrapada en una botella. No podían ignorar lo que era, pero podían retrasar lo inevitable.
—Bien, haremos lo que digas.
Entonces todo comenzó; desde el primer día, la familia trabajó sin descanso. Sellaron el poder de Luffy con todas las protecciones que conocían: pulseras rojas, aceites especiales, círculos de sal en cada habitación. Garp incluso utilizó algunos de los hechizos más poderosos que conocía, aunque sabía que el poder del niño podía ser mucho mayor que todo lo que ellos podían hacer.
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Amor entre CAOS - LawLu
FanfictionLuffy proviene de una familia llena de Santeros, Médium y de más... teniendo él, un poder inigualable igual que su difunta madre, quien fue una de las brujas más poderosas. Luffy hizo un trato con Nika, para salvar la vida de sus hermanos, sin saber...