1° recuerdo

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Respiro profundo y me sostengo con fuerza de la rama más grande, me impulso nuevamente hasta quedar sentada en aquella rama.

Miro hacia al frente y sonrío al mirar en direccion a la ventana de la habitación de Jinyoung. Saco una de las piedras que traigo en mi bolsillo y lanzo la primera golpeando el cristal. Las luces de su habitación estaban encendidas, estaba segura de que estaría haciendo su tarea o repasando alguna materia.

Lanzo una vez más, y es hasta la tercera piedra que veo su sombra tras la cortina, mis mejillas se sonrojan y sonrío al mirarlo abrir la ventana.

Me mira arquendo una de sus cejas, se que intenta reprimir una sonrisa, y me pregunta no muy fuerte, solo lo suficiente para que yo lo escuche.- Oye, ¿no te había prohibido tu madre venir a mi casa a estas horas?

Me encojo de hombros, y saco la cajetilla de cigarrillos de mi sudadera, mostrandocela con una sonrisa triunfante.— Te dije que la conseguiría.

Jinyoung se cubrió sus labios con una mano para que no se le escapara una risa. Estaba segura de que mis mejillas estaban aún mas sonrojadas que antes.

La manera en que Jinyoung hacia eso, al cubrir sus labios y sus ojos se formaban en una linea recta, era tan adorable, que hacia que mi corazón latiera muy rápido.

Cuando dejó de cubrir sus labios, lo miré respirar profundo y murmura aún en voz baja.— Ni siquiera te preguntaré como la conseguiste.

Miré hacia la ventana de su hermana por un momento, era la habitación de alado, sus luces estaban apagadas, pero era tan metiche que con cualquier ruido, se levantaría y al verme no dudaría en acusarme. No sería la primera vez, y definitamente tampoco la última.— ¿Por que no sales y los probamos?

Jinyoung negó.— No, gracias, quiero hacer el servicio militar con mis pulmones completamente limpios. Y tú también deberías cuidarte, eres futbolista.

Fingí se equívocaba y me encogí de hombros como si no me importara, entonces saqué un cigarrillo para ponerlo en mi boca.

Jinyoung me señaló con el dedo entrecerrando sus ojos.— Ni siquiera se te ocurra encender uno ahí, nos meterás en problemas a ambos.

— Vamos, Junior, no seas aburrido, solo uno.— Hice un puchero, pero por la escasa luz, no sabía si Jinyoung lo notaría.— Porfavor...

— No.— Murmuró negando, frunció el ceño, pero esta vez no ocultó su sonrisa.— Ni aunque pongas esa cara. Además, es tarde y aún tengo que seguir estudiando, deberías hacer lo mismo, o al menos intentarlo.

Levantó su mano he hizo un ademán despidiéndose de mí y cerró la ventana junto con la cortina.

Suspiro, guardando la cajetilla con el cigarrillo en mi sudadera y bajo del árbol con cuidado. Para regresar a mi casa, tenía que cruzar por la cerca de los Lim, siempre la cruzaba, lo único que rogaba era no toparme con Jaebum. Me había prohibido hacerlo, pero mi madre también y tampoco le hice caso.

Apenas pasaba la mitad de mi cuerpo cuando sentí que algo me jaló de la pierna con fuerza, tan fuerte que me hizo caer hacia el otro lado. No grité, pero si me quejé cuando mi cuerpo cayó sobre el pasto.

Abrí mis ojos y la sonrisa burlona de Jaebum fue lo primero que vi.— Joder, ¿porqué siempre haces eso? No es manera de tratar a una chica.

Jaebum no dejó de sonreír, se subió sobre mí, antes de que yo pudiera levantarme. Sus manos se fueron directo a mi cintura para acariciarme, me dio un escalofrío y mis mejillas se sonrojaron, sus rodillas aprisionaron con presión mis muslos para que no me moviera.— Te advertí lo que pasaría si volvías a cruzar por mi cerca.

Intento apartarme de él, pero sus manos sueltan mi cintura para agarrarme de las muñecas.— Suéltame, o gritaré.

— Hazlo. Quien tendrá problemas serás tú, porque te recuerdo que estas invadiendo propiedad privada.— Su sonrisa aveces era irritante.

Suelto un suspiro.— Vivo justo a lado.

Frunció su ceño por un segundo.— ¿Y eso te da derecho a brincar la cerca cada vez que te viene la gana?

— Ya te había dicho que no puedo pasar por la acera de enfrente, porque los vecinos se darían cuanta, y me acusarán con mi madre.

Jaebum sonrió de lado, acercó su rostro al mío y susurra.— Yo también le puedo decir a tu madre, que aún sigues escapandote en la noche para ir con Jinyoung.

Intento parecer tranquila, me ha pillado otra veces, pero nunca me ha delatado, aunque sí es la primera vez que me amenaza con hacerlo.— No lo harás, porque se que no eres un soplón.

— Bueno, tal vez empieza a fastidiarme el echo de que pases por mi casa y ni siquiera te dignes en saludar, o al menos pedir permiso.

Trato de no reír, pero no lo consigo, cosa que le hace girar los ojos.— ¿Y eso desde cuando te importa? Yo te veo por los pasillos de la preparatoria y tampoco te saludo.

— Eso es diferente...— Jaebum se acerca nuevamente y me susurra al oído.— ¿Ya te dio tu primer beso Jinyoung?

Mi cuerpo se tensa y no precisamente por su cálido aliento acariciando mi oído, sino por su pregunta.— ¿Cómo... cómo sabes que aún... no he dado mi primer beso?

Jaebum me mira a los ojos y los suyos parecen tomar un brillo, su sonrisa ladina regresa. Casi podría apostar de que ese brillo era maldad pura.

— No lo sabía, pero ahora sí.

Jamás se lo admitiría en voz alta, pero si quería que Jinyoung me lo diera.

Carraspeo y trato de parecer indiferente.— ¿Y porqué habría de dármelo Jinyoung? Es mi amigo.

Su mirada baja a mis labios por un momento y se humedece los suyos.—Creí que estabas enamorada de él, o algo así, pero ya que él no lo hará, entonces me ofrezco como voluntario.

Trato de soltarme de su agarre, si continúa con esa actitud, mi sonrojo llegará hasta mis orejas.
— Ya quisieras... Suéltame Jaebum...

—  ¿Alguna vez te han dicho lo adorable que te vez cuando te sonrojas?.— Una de sus manos acarició con delicadeza mi mejilla.

Su voz era tan suave y ronca que por un momento estuve tentada a decirle que sí, que podía besarme. Pero conocía como era, de seguro solo me estaba fastidiando.

— Jaebum...— Lo miré a los ojos, pero sus ojos veían mis labios.— No... no lo hagas... quiero que mi primer beso sea especial.

Sonríe mostrando todos sus dientes blancos, sus ojos también formaban una línea recta, pero en Jaebum no era adorable como en Jinyoung, en él era...joder, era sexy.

Su voz aún era un suave susurro ronco.— Nena, yo soy especial.

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Mi Primer Amor// Got7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora