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Todavía era septiembre, pero estábamos muy cerca de Halloween

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Todavía era septiembre, pero estábamos muy cerca de Halloween. Las tiendas estaban repletas de disfraces, dulces, etc. No tenía problema con eso, pero cuando nombraba algo sobre Halloween, mis amigos me miraban con una tensión inexplicable. En realidad, creo que toda la gente de este pueblo se ponía tensa, pero les daba igual decorar. Maddie dice que tal vez solo estoy loco, pero los demás siempre se quedan en silencio.

Conocí a muchas personas a lo largo de los días, por ejemplo, a Ryan Kasper, Caleb Atwood, Luke Adley, Alex Harrington, a los hermanos Wilde y a las hermanas  Brooks. Todos son muy amables conmigo y son divertidos; siempre tienen ideas increíbles.

Con Jake, bueno, hace algunos momentos acabamos de pelearnos.

—Dios, eres tan idiota. Ni siquiera puedes hablar bien. Maldita sea, no vuelvas a llamarme por mi nombre jamás. Y si lo haces, que sea bien, maldito huérfano tartamudo —habló, enojado.

—S-solo estaba p-pidiéndote p-permiso para p-pasar, maldito estúpido. No es m-mi c-culpa que estés p-parado como un mono en la p-puerta, haciéndote el i-interesante p-para las chicas, idiota —dije, molesto.

—¿Acaso el pequeño tartamudo Grayson está celoso? O no, ¡es increíble! ¡Eres un maldito gay! —exclamó con una sonrisa burlona.

—¡Vete al demonio! No estaría c-celoso p-por ti ni en tu sueño. P-primero, muerto a e-estar celoso p-por ti, asqueroso idiota, y que te valga que sea gay! —grité, o más bien intenté, por la vergüenza de que todos estaban viéndonos.

Y eso terminó con un reporte a ambos por gritar en el salón de clases y romper el supuesto ambiente de estudio. Pura basura, y todo por la culpa de ese hijo de su madre.

Al día siguiente, la atmósfera en la escuela era aún más tensa. La noticia de nuestra pelea había recorrido cada rincón del lugar, y las miradas de mis compañeros parecían seguirme a donde fuera. En el pasillo, noté que algunos se reían al pasar. La sensación de vergüenza me invadió, pero decidí que no iba a dejar que eso me afectara.

Aún así, necesitaba distraerme. Durante el almuerzo, me encontré con Maddie, quien tenía un brillo en sus ojos.

—¡Tengo una idea! -dijo, entusiasmada—. ¿Qué te parece si vamos a la casa embrujada que está en el parque este fin de semana? Podría ser divertido, y podríamos llevar a algunos amigos.


La idea de una casa embrujada me emocionó un poco. Tal vez podría olvidar la pelea con Jake por un rato.

—Sí, s-suena g-genial. —Asentí, sintiendo que mi día comenzaba a mejorar.

Maddie sonrió y empezó a hacer planes. Mientras hablábamos, no pude evitar sentir que mi vida social estaba mejorando. Tenía amigos que se preocupaban por mí y que estaban dispuestos a ayudarme a salir de la sombra de la burla de Jake.

El viernes llegó rápidamente, y la feria estaba llena de luces brillantes y risas. Las atracciones estaban decoradas con telarañas y calaveras, y el aire estaba impregnado del olor a manzanas caramelizadas.

Maddie y yo nos encontramos con Ryan, Caleb y los hermanos Wilde. Nos dirigimos hacia la casa embrujada, riendo y bromeando en el camino.

—¿Listos para asustarse? —dijo Ryan, mirando a todos con un aire de desafío.

—S-solo tú p-podrías asustarte de una s-sombra, Ryan —respondí, burlándome de él.

Al entrar en la casa embrujada, la oscuridad nos envolvió. Las luces intermitentes y los sonidos espeluznantes llenaban el aire, y la adrenalina comenzaba a fluir. De repente, un grito desgarrador resonó, y todos nos saltamos de sorpresa.

Maddie tomó mi mano, y eso me tranquilizó. No sabía cómo terminaría la noche, pero una cosa era segura: no iba a dejar que Jake arruinara mi diversión. A medida que avanzábamos en la atracción, sentí que me alejaba de las tensiones del día a día, riendo y disfrutando de la compañía de mis amigos.

Pero a medida que nos adentrábamos en la oscuridad, una sensación de inquietud comenzó a crecer en mí. Algo me decía que esta noche estaba destinada a ser más que solo risas y gritos.




































 Algo me decía que esta noche estaba destinada a ser más que solo risas y gritos

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𝙎𝙘𝙧𝙚𝙖𝙢 𝙖𝙜𝙖𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora