10

8 3 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.















Mientras nos adentrábamos más en el almacén, una sensación de inquietud se apoderaba de cada uno de nosotros. La oscuridad parecía tener vida propia, y el eco de nuestros pasos resonaba como un recordatorio constante de que estábamos lejos de casa y en medio de una pesadilla.

—¡Maddie! —grité, con la esperanza de que nos escuchara.

—¡Maddie! —repitió Alex, su voz temblando.

De repente, escuchamos un gemido débil que provenía de un rincón oscuro. Nos acercamos, guiados por la luz de nuestras linternas. Y allí estaba ella, acurrucada en el suelo, con una expresión de horror en su rostro.

—Maddie... —dijo Daysi, corriendo hacia ella.

Maddie levantó la vista, y notamos que su mano estaba cubierta de sangre, la herida profunda y evidente.

—¿Qué te pasó? —preguntó Hanna, preocupada, mientras nos agachábamos a su lado.

—Fue... -Maddie tragó saliva, sus ojos llenos de miedo—. El hombre de la máscara... me encontró. Intenté escapar, pero... no pude.

Sentí una oleada de rabia y desesperación. Sabía que debíamos actuar rápido. Pero justo en ese momento, un sonido agudo rompió el silencio del almacén. Era un crujido, como si algo pesado se moviera.

—¡Ghostface! —gritó Blake, mientras todos comenzamos a mirar a nuestro alrededor, aterrados.

—¡Corran! —gritó Liam, tratando de ayudar a Maddie a levantarse.

Mientras intentábamos movernos, un susurro helado se escuchó a nuestro alrededor. El eco de la voz distorsionada resonó en la oscuridad. Era la figura que habíamos visto antes, pero ahora parecía más amenazante, como un depredador acechando a su presa.

—¡Maddie, tienes que levantarte! —exclamó Wyatt, empujando un poco más a la herida.

Pero en la confusión, Ryan se separó del grupo, buscando una salida.

—¡Ryan, vuelve! —grité, pero él ya estaba demasiado lejos, sumido en la oscuridad.

De repente, un grito desgarrador resonó en el aire. No estaba seguro de si era Ryan o alguien más, pero el terror se apoderó de mí.

—¡No podemos quedarnos aquí! —dijo Luke, su voz temblorosa.

En ese momento, un grupo de voces emergió de la oscuridad. Era Cassy Brooks, hermana de Daysi y Lensy, Steve Harrington, hermano de Alex y Robin Atwood, hermana de Caleb, que habían entrado por un conducto de aire.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Cassy, con la mirada alerta y preocupada—. Escuchamos que vendrían aquí, así que los seguimos porque sabíamos que ustedes son un desastre suelto —habló mirando a todos, y cada uno de los más grandes miró mal a sus hermanos.

—Ghostface está aquí, es un maldito asesino —dijo Lensy, mirando hacia las sombras con temor—. Maddie está herida y Ryan... está perdido.

Los tres mayores se miraron asustados, como si supieran algo que nosotros no.

Steve miró a Maddie, su expresión cambiando de sorpresa a preocupación. —Tenemos que salir de aquí. Pero necesitamos un plan.

—La ventana del fondo —sugirió Robin—. Es pequeña, pero podríamos salir todos si colaboramos. Pero tenemos que actuar rápido; ese tipo no se detendrá.

Mientras nos movíamos hacia el lugar indicado, escuchamos nuevamente el eco de los pasos de Ghostface, acercándose. La figura acechante en la penumbra parecía estar cada vez más cerca.

—¡Vamos, rápido! —grité, empujando a Maddie suavemente, mientras los demás se preparaban para hacer un plan de escape.

Cassy y Steve ayudaron a Maddie a levantarse mientras Robin, Alex, y yo formábamos un círculo protector alrededor de ellas. Sabíamos que necesitábamos salir, y rápido.

—Por aquí —dijo Steve, conduciéndonos a través de la oscuridad.

Cuando llegamos a la ventana, el miedo llenaba el aire. La luz de la luna iluminaba tenuemente la salida, y era nuestro único camino.

—Vamos, uno por uno —dije, empujando a Maddie hacia adelante—. Tú primero.

Maddie, a pesar de su herida, subió al borde de la ventana con la ayuda de Cassy. La empujaron hacia afuera, y finalmente, cayó al suelo, aterrizando en el césped.

—¡Sigue! —gritó Robin, mientras el sonido de pasos se intensificaba.

Unos segundos después, fue el turno de Hanna,Liam, Luke, Emily, Lensy, Alex y Blake que lograron salir y aterrizar junto a Maddie. Luego fue el turno de Daysi.

El terror nos invadía mientras sabíamos que el tiempo se acababa. La figura de Ghostface ya estaba allí, acechante y lista para atacar.

—¡Finn, vamos! —gritó Jake, empujándome hacia la ventana.

No podía dejar que me atrapara. Subí rápidamente y, en un último esfuerzo, me lancé hacia la libertad. Caí al suelo junto a los demás, el aire fresco de la noche llenando mis pulmones.

—¡Ahora, corramos! —grité, mientras todos comenzábamos a movernos hacia la salida del almacén, lejos de la sombra que nos acechaba.

En medio del pánico, me di cuenta de que Ryan aún no había regresado. El miedo se apoderó de mí nuevamente, pero no había tiempo para pensar. Debíamos alejarnos de la figura oscura que acechaba, sabiendo que, aunque habíamos escapado, la lucha no había terminado.

Pero entonces, una risa siniestra resonó en la noche, un eco que prometía que Ghostface no se rendiría fácilmente. La pesadilla apenas comenzaba.



















 La pesadilla apenas comenzaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 16 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝙎𝙘𝙧𝙚𝙖𝙢 𝙖𝙜𝙖𝙞𝙣 𝙗𝙤𝙮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora