𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐃𝐨𝐬 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬 || 𝑵𝒆𝒕𝒆𝒚𝒂𝒎 𝑺𝒖𝒍𝒍𝒚.

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐅𝐨𝐮𝐫.

𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐄.

La gélida brisa agitó las ramas de los árboles, produciendo un sonido siniestro que erizaba la piel de los presentes, la inesperada compañia se colaba por las rendijas de la ventana, recordándo sin falta la inmensidad del mundo exterior, un mundo que no sabia que podia conocer hasta ahora.

La diminuta habitación, tan blanca como las nubes que pintaban el cielo azul, producia la sensación de asfixiarla por completo al entender las palabras que expulsaba la boca de su padre. Iris se removió inquieta es su cama buscando un consuelo inexistente, los nudillos de sus manos se apretaron con fuerza en la sabana que reposaba sobre cuerpo, blanqueandolos gradualmente al intentar concentrar su tensión en un sitio.

Cada nueva revelación sumia a la chica en un laberinto mental que rozaba lo inhumano. Desde la infancia, la historia que se le inculcó sobre sus origenes en Pandora tan ambigua como incierta, fue sembrando en ella una profunda incertidumbre. Con el pasar de los años este tema quedó en el olvido, hasta que a partir de los 14 años la inundaron cortos fragmentos de una vida ajena a ella.

Algunas veces, mientras permanecia envuelta en los brazos de Morfeo sus sueños se transformaban en espejos que reflejaban su alma, exponiendo vivencias tan intensas que rozaban la realidad, como si se tratarán de recuerdos que revivia con tan solo caer dormida. Cada respiro, cada toque, cada risa se sentía real ante sus ojos. Por eso, despertar era como arrancarle un pedazo del alma, dejando tras de sí una herida que ardía en su corazón.

Una profunda inquietud carcomía su interior mientras los sueños se volvían más recurrentes, instalando dentro de sí el anhelo por conocer sus verdaderos origenes. En algunas ocasiones insistía en dialogar con su padre acerca de las extrañas revelaciones que descubría, sin embargo cada vez que intentaba abrirse con su padre, el mayor solo creaba ligeros pretextos para evadir rápidamente el tema, acusandola de tener una imaginación demasiado fértil, dejando a la chica con una sensacion de desconfianza en el pecho.

Luego de experimentar en carne propia el hecho sobrenatural mientras estuvo inconsiente, dedujo que todas estas vivencias no eran una simple casualidad y que cada una de las señales camufladas que se extendian sobre si estaban relacionadas de alguna forma, encendiendo en ella una chispa de esperanza por encontrar las respuestas que tanto anhelaba su alma.

Sin mas, un frivolo silencio se colo en la habitación, tensando el ambiente hasta el límite. Los jóvenes, petrificados por la sorpresa permanecian observando un punto fijo perdidos en su propio laberinto mental. Mientras tanto, las figuras paternas con la impaciencia dibujada en sus rostros, recorrían el espacio de un lado a otro esperando las reacciones que no llegaban. Sus corazones martilleaban sin piedad contra sus costillas, siendo este el unico sonido capaz de romper la inmensidad del silencio.

El contraste de los colores verde y cafe se evidenció al encontrar la mirada del otro en medio de la incertidumbre, relentizando su respiración casi de inmediato. La información que recibían con cada segundo se volvia algo dificil de procesar. Los labios apretados, miradas penetrantes y gestos toscos de los mayores, poco a poco fueron demostrando que aquello tan secreto que escondian sus padres entre las sombras, era algo más grande de lo que lograban imaginar.

Un escalofrío recorrió la espalda de Iris, al percatarse como una pieza clave encajaba en su mente. La repulsión que había sentido hacia Brown desde siempre cobró un nuevo sentido, uno más perturbador. -¡Por eso nunca me dejaba en paz! ¡Por eso siempre me observaba!- murmuró, la voz apenas un susurro que resonaba en la quietud de la habitación, mientras sentía el bilis subir por su boca.