𝚁𝚒𝚌𝚔 𝙶𝚛𝚒𝚖𝚎𝚜

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|UN ÚLTIMO ÁDIOS|

ADVERTENCIA: Ninguna<3

La noche caía sobre el campamento y el fuego crepitaba suavemente, pero el ambiente estaba tenso

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La noche caía sobre el campamento y el fuego crepitaba suavemente, pero el ambiente estaba tenso. Rick Grimes, con la mirada perdida en las llamas, apenas notó cuando Elena se acercó. Ella era una mujer fuerte, una chispa de luz en medio de la oscuridad del mundo apocalíptico. Siempre había estado ahí para ayudar, para buscar un poco de esperanza.

Elena se sentó junto a él. El silencio era cómodo, pero había un peso que ambos sentían. Rick la miró de reojo y esbozó una leve sonrisa, aunque sus ojos mostraban tristeza. Habían pasado por tanto juntos, pero el dolor de las pérdidas se hacía cada vez más pesado.

—¿Te acuerdas de aquel refugio que encontramos? —preguntó Elena, rompiendo el silencio. —Era como un sueño.

Rick asintió, recordando la risa y la sensación de seguridad que duró poco.

—No puedo dejar de pensar en todo lo que hemos perdido —dijo, con la voz baja. —Cada vez que miro a los demás, siento que nos estamos quedando sin razones para seguir.

Elena se acercó más y tomó su mano. A pesar del caos, su conexión la hacía sentir viva.

—Siempre hay razones, Rick. A veces solo hay que aferrarse a lo poco que tenemos.

Pero la realidad era dura. La lucha no solo era contra los caminantes, sino también contra la desolación que dejaban las pérdidas. Rick había perdido a su esposa, a su mejor amigo, y aunque Elena había llenado parte de ese vacío, la sombra de la pérdida nunca lo dejaba en paz.

—No quiero perderte —dijo Rick, su voz temblando. —No podría soportar otra pérdida.

Elena sintió un nudo en la garganta. Sabía que el peligro estaba siempre cerca y que el mañana no estaba garantizado. Lo que más le dolía era que, a pesar de lo que sentían, la lucha por sobrevivir los había llevado a este punto.

—Si llega ese momento... solo quiero que recuerdes lo que significamos el uno para el otro —dijo, mirándolo fijamente, tratando de grabar cada rasgo de su rostro en su memoria.

Rick cerró los ojos, sintiendo el peso de sus palabras. En un mundo donde la muerte era constante, cada gesto podía ser el último. Se inclinó hacia ella y sus labios se encontraron en un beso suave, pero lleno de tristeza.

Elena se separó un poco, apoyando su frente en la de él.

—Prométeme que seguirás adelante, pase lo que pase —susurró.

Rick asintió, aunque sabía que era una promesa difícil de cumplir. Desde lejos, se escuchaban lamentos y gritos. Ambos sabían que la noche traería peligros, pero en ese instante, el amor que compartían era lo único que los mantenía en pie.

Cuando la oscuridad se cerró sobre ellos, se abrazaron, listos para lo que viniera. En ese momento, supieron que, a pesar de todo, no estaban solos. Su amor siempre sería su refugio.

nota de la autora.

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𝐀𝐋𝐋|ᵗʷᵈ ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora