4. La historia de la chica perfecta

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Holaaaaa, ¿cómo están? Espero que estén bien

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Holaaaaa, ¿cómo están? Espero que estén bien.

Quería decirles que en este capítulo se habla de los trastornos alimenticios, depresión y las ideas de muerte. Pido discreción.

Si sufren de algunos de estos trastornos léelo bajo tu propio riesgo, no quiero que nada malo les vaya a pasar, plis.

¡Ahora sí, espero que disfruten del capítulo!

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Nora

Al terminar las clases, todos los estudiantes salieron de sus respectivos salones para emprender su viaje a casa.

Algunos de ellos salen solos de la escuela, mientras que otros esperan el autobús escolar para poder ir a sus casas, ya que sus padres probablemente consideran que aún no tienen la edad suficiente para irse solos. Yo siempre elijo ir sola porque si voy en el autobús empezarán a molestarme con cualquier cosa y tal vez no vaya a pasar nada de eso, pero después de que casi toda la escuela me haya dicho comentarios tan injustos e insultantes que ya no espero nada; Es por ello que elijo la ruta fácil.

Las miradas siguen incomodándome. Suena irónico, debido a que antes amaba que todos me miraran, de hecho, lo deseaba constantemente. Ahora todos me miran, pero no de la manera en la que me miraban antes, sino con odio y asco.

Ignorando eso, no podía parar de pensar en Athena, la hermana de Dylan Harries. Ella me había dicho muchas cosas que aún seguía recordando.

"Solo quería decirte que tú... bailas genial"

"Tú siempre serias la estrella del escenario"

"Quisiera poder hablar con la mejor bailarina que he visto en mi vida y ser amigas"

¿Amigas? ¿Conmigo? Era incapaz de procesarlo, Athena me dijo que quiere ser mi amiga y a decir verdad no he tenido amigos desde hace unos meses. Me quedé tan sola que pensar en la idea de que alguien quiera ser mi amiga me parezca una gran broma.

En serio quiero tener una amiga, aunque sea una. Quiero tener una amistad de las películas, pero no de las malas. Una amiga en la que pueda confiar, que le pueda decir las cosas sin temer a lo que diga, tomarme fotos junto a ella y no sentirme insegura, dedicarle videos que se comparten las amigas, escribirle todo días y preguntarle cómo está y, sobre todo, que ella me tenga el suficiente apreció para que ambas tengamos una amistad incondicional.

Al salir completamente de la escuela temo ir a mi propia casa, (sí, le tengo miedo a ir a mi propia casa, ¿Algún problema?) no por su exterior ni su interior, sino por las personas que están dentro de ella.

Mi madre y yo no tenemos una gran relación, no desde que era una niña; ahora ni siquiera intercambiamos palabras, solo cuando me dice palabras hirientes y a veces cuando me golpea, sin embargo, siempre es mi culpa, es por eso que nunca me quejo o digo algo al respecto.

La chica que murió por un rumorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora