Tras la caída de Roo, a un lugar vacío, lleno de oscuridad, sin nada más que ella y los angeles caídos, así como los diablillos que la acompañaron.
No había nada, aún herida después de la pelea vio hacia arriba, viendo al cielo, dónde Dios la veía con su bebé en brazos, el cual tenía su ropa rasgada por la herida que ella misma le había hecho.
Roo se levantó y sacudió su ropa, vio a su alrededor, a todos los caídos junto a ella. En un ataque de ira termino matando a todos, uno por uno, quitándoles la cabeza, sacándoles el corazón, o cortándoles la garganta.
"Me las pagarás...."
Con cuidado curó sus heridas una por una, casi muere, Pero logro sobrevivir.
"Me quitaste lo único que amo..." Refiriéndose a su hijo.
Construyó un castillo, dónde se adentró y se acomodo en una cama, no tan suave como la del cielo, pero no estaba mal.
Se recostó y espero curarse en poco tiempo, el dolor seguía.
Sin embargo.
Ahora tenía un reino vacío para ella sola, al estar casi curada, se levantó y salió al balcón de su castillo "Quiero súbditos...."
Y en un chasquido millones de diablillos aparecieron, sin embargo, parecían tener conciencia, pues la veían con duda, los ángeles muertos volvió a unirlos y poseerlos, sembró el caos en su reino.
Y todo era perfecto.
Aquellos que la cuestionaban eran asesinado o torturados hasta que pedían piedad, y después terminaban con una espada clavada en la garganta.
Roo disfrutaba de verlos sufrir, sembrar caos y miedo en casa uno de sus habitantes.
El miedo la alimentaba de poder, los pecados capitales fueron creados, de aquellos cadáveres de ángeles que alguna vez fueron seres del cielo llenos de pureza.
Orgullo
Ira
Gula
Avaricia
Pereza
Envidia
Lujuria
Y ella, la reina del mal y la oscuridad, todo lo contrario a Dios, aquel ser que sembraba esperanza, paz, aquel a quien todos adoraban y veneraban por ser cruel pero justo, para ella era solamente una zorra que le quitó lo más preciado.
Dios es bien, Roo es mal, Lucifer es un equilibrio entre el bien y el mal, es la luz que posee ambas partes.
Puede ser tan bueno y puro como ninguno.
O también puede ser tan cruel e injusto, que no teme dañar a nadie, ni siquiera a su familia.
O simplemente puede ser alguien que mantenga ambas partes en perfecto balance, como lo hace ahora.
"Ya es hora...."
Fue el segundo ataque al cielo, dónde subió al cielo junto a su ejército, algunos en contra de su voluntad.
Al atacar Lucifer tenía 100 años, aún debía ser llevado en brazos y amamantado cada tres horas, cuando Roo atacó, Lucifer jugaba con su padre en la sala principal, aún en su pequeña cuna cómoda.
Dios sintió la presencia de Roo nuevamente, acaricio a Luzbel, dándole un suave beso en la frente "no te preocupes cariño... Yo me encargo de ella" cargó a su hijo, el cual tenía en su boca su manita.
Lo llevó a su habitación, dónde usó varios hechizos para mantenerlo seguro, envío a Miguel a atacar en dirección a las puertas del cielo, dónde el ejército de Roo se encontraba.
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Ángeles Guardianes (continuación)
RandomLastimosamente perdí la cuenta en la que antes escribía, pero seguiré escribiendo aquí los capítulos de continuación, no se preocupen. Si gustan de ver la historia desde el inicio, pueden seguir mi antigua cuenta como Lucia_Nagahiro