Ángeles Guardianes (continuación)

Soy mamá

Veamos que ocurre con Dios y Lucifer.

Ambos se encontraban juntos en un lugar totalmente oscuro, Dios tenía a Lucifer en sus brazos, abrazándolo protectoramente mientras caminaba buscando una forma de salir.

Luzbel servía como lámpara, pues abrazaba a su papá a la vez que brillaba de tal forma que podía verse el camino y lo que había alrededor, lo cual solo eran árboles secos y ramas filosas.

"Dónde estamos papá?" Preguntó el ángel con miedo, abrazando a su papá.

"No lo sé, pero no te preocupes, todo va a estar bien" acaricio la cabeza de Luzbel, en un desesperado intento de darle algo de calma, pues si su teoría es cierta, no, no están seguros allí.

Una niebla comenzó a cubrirlos, dando vueltas alrededor de ellos, Lucifer oculto su rostro en el pecho de su papá, haciéndose bolita en el proceso, mientras que Dios se pudo alerta, creando su espada por si habia algun ataque.

La niebla comenzó a volverse negra, también comenzó a tomar forma de una mujer.

"No tengas miedo Luzbel, no te haré daño" dijo Roo viendo a su hijo, el cual se apegaba mas a Dios con miedo, sus ojos lo demostraban, tenia miedo, no recordaba la voz o silueta de Roo.

Roo comenzó materializarse, tomando forma, Lucifer saco su espada y su escudo, vio a su papá, el cual veia serio a esa mujer.

"Vaya, pero que lindo te ves, te pareces mucho a mi" decía Roo viendo a Lucifer, el cual fue abrazado más fuerte por su padre.

Roo veía a Lucifer, de reojo a Dios, con una sonrisa burlona "como te cuido tu papá? De seguro sufriste mucho intentando llegar a sus estándares"

Lucifer negó "Oh en serio?" Preguntó Roo, ladrando la cabeza de tal forma que su cuello parecía estar quebrado, junto a eso, un crujido de huesos rompiéndose se escuchó "tu papá no te hablo de mi?"

"Ya déjalo ir de aquí, el problema es conmigo, el no tiene culpa de nada" dijo Dios enojado, viendo como Roo le sonreía macabramente, los dientes afilados se asomaron junto a una larga lengua parecida a una serpiente.

Lucifer se sentó en el hombro de su papá, aún con su espada y escudo en mano "papá.. quien es ella?" Preguntó el ángel, Dios lo vio dudoso de como decirle a su hijo la verdad.

"Ouh, no me recuerdas" fingió limpiarse unas lágrimas para después sonreír y volver a una forma menos amenazante.

"Mi pequeño Luzbel..." Hizo aparecer miles de ramas que fueron en dirección a Dios, el cual las cortaba con su espada una por una, Lucifer también cortaba aquellas ramas extremadamente afiladas.

Dios intentaba usar su poder para salir de allí, pero algo no lo dejaba, aún si "muere" allí, en el mundo real no le pasaría nada, tienen desventaja, Roo controla todo allí, fácilmente puede arrancarles la cabeza con solo pensarlo.

Roo siguió atacando hasta que por fin,  una de esas ramas atravesó el pecho de Dios, haciendo que escupiera sangre dorada.

"Papá!!" Gritó Lucifer viendo a su padre sangrar, intento curarlo pero unas ramas sin espinas lo atraparon, también Roo había hecho que las espadas y el escudo desaparecieran "aah!!" Gritó cuando esas ramas lo llevaron hasta Roo.

Intento escapar o invocar su arma, pero simplemente no podía, vio a Roo, a los ojos, la cual lo veía con dulzura, sonriendo de forma normal por así decirlo, mostrando más sus rasgos.

Lucifer del miedo no se dió cuenta que había dejado expuestos sus cuernos, cosa que Roo notó, los acarició con suavidad.

Dios intentaba librarse de allí, pero miles de ramas siguieron atravesando su pecho hasta que técnicamente estaba a nada de ser partido en dos.