Capitulo 3 V2 (Mirra y Lloyd)

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Narrador Omnisciente

Mirra entró en La biblioteca de Domu buscando el pergamino del Airjitzu, una técnica de artes marciales creada por el Maestro Kodokuna Yang. Este arte, derivado del Spinjitzu, prometía la capacidad de volar temporalmente, un don que Mirra anhelaba dominar. Con pasos decididos, se acercó a la vitrina iluminada donde, según sus investigaciones, se encontraba el ansiado pergamino.

"Esto está siendo muy fácil," dijo con una sonrisa confiada, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a recorrer su cuerpo. Sin embargo, al asomarse más de cerca, su sonrisa se desvaneció. La vitrina estaba vacía. "¡No! ¡No!" gritó, la frustración apoderándose de ella. "¡Oye tú!" Gritó, atrapando a uno de los trabajadores de la biblioteca por la camisa, sus ojos fulgurantes de ira. "¡¿En dónde está el pergamino del Airjitzu de Yang!? ¡No quiero escuchar nada más que eso!" Su voz resonó en la vasta sala, un eco de su desesperación.

El trabajador, visiblemente asustado, tragó saliva, sus ojos abiertos de par en par. "Fue robado hace unos días!" dijo con temor, su voz temblorosa como si temiera que el mismo aire pudiera ser un enemigo.

Mirra lo lanzó a un lado con un movimiento brusco, sintiendo cómo la rabia burbujeaba en su interior. "Demonios, esto me complica las cosas," murmuró con enojo, su mente ya maquinando un plan mientras salía del lugar.

Mirra se aleja de la biblioteca de Domu, sus pasos resonando en el pasillo vacío mientras su mente da vueltas en busca de una solución. "Ahora tengo que evitar que los Ninjas encuentren el pergamino antes que yo", dijo, apretando los puños con frustración. La situación era una trampa que la había llevado a un callejón sin salida. Sin más tiempo que perder, sus ojos brillan con determinación. "Usaré esto de una vez", anunció en voz baja, mientras la armadura aliada se ajustaba a su cuerpo, un brillo etéreo que iluminaba la oscuridad a su alrededor.

Con un gesto decidido, invocó a sus amigos fantasmas. Un susurro helado recorrió el aire mientras las sombras cobraban vida a su alrededor. "Vayan y desháganse de los ninjas", les ordenó con un tono firme, sabiendo que su lealtad era inquebrantable.

Los fantasmas, al escuchar su mandato, desaparecieron en un torbellino de energía, dispuestos a cumplir su misión.

Con la mente enfocada, Mirra invocó a su dragón elemental, una criatura majestuosa que apareció con un rugido atronador. Con un movimiento de su mano, el dragón tomó vuelo, llevándola directamente hacia su nueva guarida. Los vientos a su alrededor parecían responder a su llamado, envolviéndola en un manto de poder. Al llegar, desinvocó al dragón, que se desvaneció en una nube de chispas, y entró en la guarida, una caverna oscura llena de ecos y secretos.

{Guarida de Mirra}

Dentro, una jaula antigua aguardaba, su diseño intrincado y oscuro. Sin dudarlo, Mirra se adentró en la jaula y, en un destello de energía, salió del cuerpo de Lloyd. Su esencia fantasmal atravesó las barras metálicas, dejando a Lloyd atrapado y debilitado por la posesión. Lloyd cayó de rodillas, respirando con dificultad.

Mirra observó a Lloyd con una mezcla de desdén y curiosidad. "Bien, bien, bien... ladrón... ¿Sabes quién podría haber robado el pergamino del Airjitzu?" Su voz estaba llena de un desdén que resonaba en la habitación, como un eco de su frustración.

Lloyd, aún aturdido, se esforzó por levantarse y tomó las barras metálicas con dificultad. "¿Air qué cosa?" preguntó, confundido, como si las palabras fueran un acertijo que no podía resolver. "Si tú no sabes... yo menos... ni siquiera escuché hablar de ese pergamino", añadió, su mente nublada por el desconcierto.

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⏰ Última actualización: Oct 08 ⏰

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