Lloyd: *Existe*
Mirra: ¿Es para mi?Lloyd crecido: *Existe*
Mirra: ViolableLloyd: ¿Quieres tener el poder del Ninja Verde?
Mirra: Si
Lloyd: Ven a mi habitación para que lo tengas... dentro de tiº º º º º º º º º º º º
¿Que fanfics quieren que actualice?
Narrador Omnisciente
En un lugar abandonado, donde el eco de la lluvia había comenzado a desvanecerse, Mirra y Lloyd se encontraban sentados en una roca cubierta de musgo, observando cómo las últimas gotas caían del cielo gris. A su alrededor, el ambiente era desolador, pero había una extraña belleza en la soledad de ese espacio olvidado, un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido. Las hojas de los árboles, aún brillantes por la humedad, reflejaban una luz tenue, mientras el aire fresco llenaba sus pulmones.
Lloyd, con su curiosidad innata, rompió el silencio que los envolvía. "Mirra, ¿Cómo es posible que los fantasmas se mueran con el agua?" preguntó, sus ojos brillando con interés genuino. La inocencia de su voz contrastaba con la gravedad del tema.
Mirra, sintiendo el peso de sus propias palabras, bajó la mirada. "No moriré si me mojo," respondió con voz baja, casi un susurro. "Solo seré desterrada de nuevo al reino maldito, y eso solo sucederá si entro en contacto con mucha cantidad de cualquier tipo de líquido." Sus ojos se alzaron lentamente, encontrándose con los de Lloyd. "No dejes que me envíen de vuelta a ese lugar... en ese reino, me sentí tan sola," suplicó, la urgencia en su voz evidenciando el miedo que la consumía. Su corazón latía con fuerza, recordando la oscuridad y el frío que la habían rodeado en su confinamiento.
Lloyd, sintiendo la angustia de su ahora amiga, le sonrió con ternura. "Tranquila, amiga fantasma, la lluvia ha cesado," le aseguró con calma, intentando infundirle algo de serenidad en medio del caos de sus pensamientos.
Sin embargo, Mirra apartó la mirada, incapaz de sacudirse el temor que la asediaba. Sabía que, si regresaba, tendría que enfrentarse a su antiguo maestro. "¿Crees que me odiará?" preguntó, su voz temblando con el peso de su pasado.
En un acto de protección y amistad, Lloyd la abrazó con fuerza, como si su pequeño cuerpo pudiera ofrecerle un refugio. "El Sensei Wu no te odiará... eres su primera alumna," le aseguró, su tono cálido y reconfortante. Quería que ella sintiera la verdad de sus palabras, deseando calmar los miedos que la atormentaban. "Estará más aliviado de verte cambiar para bien. Sabe que todo el que lo quiera, merece una segunda oportunidad." Recordó, con nostalgia, cómo Wu le había dado una segunda oportunidad a pesar de las decisiones equivocadas que había tomado en el pasado.
Mirra suspira, dejando escapar el peso de sus preocupaciones. "Está bien, confiaré en ti," dice, con un leve temblor en su voz que delata la lucha interna entre la desconfianza y la esperanza.
Lloyd, con una sonrisa traviesa, responde con diversión en sus ojos. "Solo prométeme que no volverás a poseerme, querida ex-enemiga," dice, la ironía en su tono se siente como un suave roce. "Y tampoco hagas berrinches porque yo soy el ninja verde y no tú," añade, dejando claro que, aunque sus palabras son de broma, la amistad que han forjado es sólida.
Mirra, sintiéndose un poco más relajada, se cruza de brazos y levanta una ceja. "No soy berrinchuda," dice, desafiando la afirmación de Lloyd mientras invoca su dragón elemental. Con un gesto preciso, una figura majestuosa emerge detrás de ella, sus escamas brillando con la luz del atardecer. "Sube antes de que te obligue a caminar," añade, con un destello de burla en su mirada.