Mirra: Voy a robar tu cuerpo
Lloyd: Voy a robar tu inocencia¿Que fanfics quieren que actualice?
Narrador Omnisciente
Mirra montaba su majestuoso dragón elemental mientras perseguía sin descanso la aeronave de los Ninjas. Con cada ataque, lanzaba poderosas ráfagas de viento para derribar la nave, acercándose a una velocidad vertiginosa que desafiaba los límites de su propia audacia.
Finalmente, el momento llegó. Mirra, con una destreza asombrosa, desapareció su dragón y aterrizó con gracia en la cubierta de la aeronave. Allí, frente a ella, estaba Wu, su antiguo maestro y mentor. Los ojos de Mirra se clavaron en Wu con un resentimiento tan profundo que parecía emanar de su ser.
"Dame ese cetro maldito, anciano", exclamó Mirra con una voz cargada de exigencia, creyendo firmemente que el objeto pertenecía legítimamente a ella por derecho propio.
Wu, manteniendo una distancia prudente, hizo una pausa antes de responder, su tono lleno de serenidad y comprensión. "Por favor, Mirra, detente", le pidió a su exalumna con una voz llena de esperanza. No quería enfrentarse a ella en una batalla física, sino más bien anhelaba lograr un cambio en su corazón y en su destino.
Ante las palabras de Wu, Mirra esbozó una sonrisa burlona, desafiante. "¿O qué?", preguntó con una mirada desafiante, retando a su antiguo maestro a demostrar su valía.
En ese momento, Wu colocó con solemnidad una cometa en el suelo. "Esto, Mirra", dijo con una voz llena de seriedad y significado.
Mirra, sorprendida por el gesto inesperado, abandonó su hostilidad y se acercó con cautela a la cometa. La levantó con delicadeza, dejando que sus dedos acariciaran las fibras desgastadas del pasado. En ese instante, un torrente de recuerdos inundó su mente, recordándole su infancia junto a Wu, cuando no tenía mucho y la cometa representaba su posesión más preciada.
Con la cometa entre sus manos, Mirra no pudo evitar dejar escapar un susurro lleno de nostalgia. "Me encantaba jugar con esto", dijo, su voz cargada de melancolía. Recordaba una época en la que, aunque su vida era más cruel y desafiante, aún había un rastro de inocencia y felicidad que había perdido en su camino hacia el poder y la venganza.
Wu asintió, satisfecho de haber tocado el corazón de Mirra. "Nunca olvidé lo feliz que te hacía", dijo con suavidad, tratando de resaltar el lado humano y compasivo de su antigua alumna. Quería recordarle que había más en la vida que la sed de poder y venganza, y que aún había tiempo para redimirse y encontrar la paz.
Cole se abalanza sobre Mirra con un golpe poderoso, su puño se dirige directamente hacia ella. Sin embargo, para sorpresa de todos, Mirra no sufre ningún daño por el impacto. Aunque el golpe no le causa daño físico, logra tomarla por sorpresa y hace que suelte la cometa que sostenía con suavidad para no dañarla. La cometa escapa de sus manos y es arrastrada por el viento, desapareciendo en el horizonte.
Mirra observa sus manos vacías con desesperación, dándose cuenta de que algo importante para ella se ha ido. Un brillo oscuro aparece en sus ojos mientras una sonrisa tétrica se dibuja en su rostro. "Ahora sí... te voy a matar", declara con un tono de voz que hace estremecer a todos los presentes.
Zane, Kai y Jay se posicionan junto a Cole, preparándose para enfrentar a Mirra. Zane dirige su mirada hacia Cole con seriedad y le dice: "Cole, la próxima vez debemos dejar que el Sensei Wu se encargue. Él es el único que puede tocar el corazón de Mirra". Sus palabras transmiten determinación y sabiduría.
Mirra sonríe con diversión ante las palabras de Zane. "Espero que no necesiten mucho... oxígeno", dice con ironía, mientras utiliza su control del viento para eliminar el oxígeno alrededor de Jay, Cole y Kai. Los tres ninja luchan por respirar, mientras Mirra mantiene a Zane inmovilizado con su poderoso control del viento.