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El viaje de regreso a la villa de Seungcheol es el viaje más largo de la vida de Joshua. Está inquieto en su asiento, con los dedos ociosos jalando un hilo suelto de su bufanda. Seungcheol está mirando por la ventana, viendo el pasar de los edificios.

Una vez que llegan, Seungcheol conduce el camino a la puerta, la cual se abre silenciosamente para él. Joshua entra primero que él y comienza a quitarse los zapatos.

Su cuerpo está tarareando por la anticipación, pero está tratando de no mostrarlo. Entre más impaciente se pone, más lo hace esperar Seungcheol. Pero es una lucha contenerse.

Está más allá de predispuesto. Se ha pasado todo el día encerrado en una jaula de su propio deseo, con pensamientos sucios retorciéndose en su mente. Incluso el calor de las luces del estudio se habían sentido sexual.

Seungcheol se dirige directamente a la cocina una vez que están en el interior y se sirve una copa de vino.

—Todavía no puedo creer que cayeras en trance justo en medio de una sesión de fotos

—Yo tampoco.

Seungcheol le ofrece su copa, pero Joshua niega con la cabeza. No quiere nada. Todo lo que quiere es a Seungcheol, pero su novio parece decidido a alargar esto.

El vino se arremolina alrededor de la copa.

—Me gusta esto —dice Seungcheol, haciendo un gesto hacia la ingle de Joshua—. Me gusta saber que lo lleva puesto.

Joshua se pone más caliente, de la misma forma que siempre se pone cuando Seungcheol está satisfecho con él.

—Estoy contento de que estés feliz —se ríe—. He sido un manojo de nervios todo el día. Cada vez que me cambiaba de ropa, me sentía paranoico de que alguien lo viera.

—Lo sé —se ríe el mayor—. En serio pensé que nos delatarías. Me estuviste mirando todo el día.

—¡No es mi culpa! —se defiende el americano—. No me puedo controlar como tú. No soy una roca.

Seungcheol se ríe en su copa de vino.

—¿Y yo sí?

—Si —Joshua piensa en todas las veces que ha visto a Seungcheol, y él nunca lo ha mirado de vuelta—. Es más fácil para ti, eso es todo.

Joshua no quería decir eso, pero algo de alegría se escurre de su voz, y su tono revela una especie de tristeza que ha mantenido en secreto estos últimos días.

—¿Qué cosa?

Joshua vuelve a bajar la vista.

—Todo. Todo el asunto.

Es una respuesta, pero no una muy específica, y Cheol difícilmente se siente satisfecho con ella.

—¿Cómo qué?

El menor mantiene su vista lejos de Seungcheol mientras él responde:

—Como he dicho, todo. Es más fácil para ti actuar como si no hubiera nada entre nosotros, para fingir que yo no estoy alli. —sus hombros caen bajo su propio peso—. A veces eres tan bueno en eso que incluso me convences a mí. A veces siento que ni siquiera me ves.

Una expresión indescifrable cruza sobre la cara de Seungcheol. Se queda callado por un largo rato, simplemente observando. Joshua puede sentirlo pensar, calcular, pero no sabe a dónde lo están llevado esos cálculos.

—Lo estás haciendo de nuevo —dice el mayor finalmente—. Estás confundiendo el control por la indiferencia.

Joshua sabe inmediatamente a lo que Seungcheol se refiere, a la conversación que inició todo esto entre ellos, algo que Joshua secretamente pensó que era su avance.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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