Capitulo 4: "Quizás yo sea tu acosador"

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Zyran, atraviesa la sala de la mansión de su hermano con total libertad, hasta se sirve un vaso de whisky tranquilamente mientras su hermano baja las escaleras con una bata puesta y un pantalón suelto, pero dejando al descubierto su abdomen y pectorales.

- Los guardias me dijieron que no es Hope. ¿Quién es tu nuevo juguete?— Zyran, dibuja una burlona sonrisa. — En verdad pensé que la conquistaste...

— Callate— Ruge Christian y se sirve un vaso de whisky él mismo. —¿A qué veniste?

— Mañana habrá una reunión informativa con nuestro padre, será mejor que  amanezcas fresco — Se toma toda su bebida de un trago, — No te desquites con la chica que tienes en tu habitación ahora, aunque lo intentes imaginar, no es Hope— Zyran le guiña un ojo y aún manteniendo su mejor sonrisa burlona, da media vuelta y se va...

Al día siguiente, la cafetería tiene como punto de atención, el arreglo floral que llega hasta la mesa de recepción donde está Hope; claramente, es un regalo que le envío Christian.

La joven atiende a su trabajo pero también no puede evitar ver las bellas flores que tiene a unos metros de ella. La verdad es que Christian tiene algo muy lindo en los detalles pero claro, siempre que hace algo que no debió.

— Buenos días, Matteo -la voz de Theo capta la atención de Hope al instante que pronuncia ese nombre y lleva inmediatamente su mirada a la persona que acaba de llegar, el ingreido Matteo.

Lo ve extenderle la mano a Theo y aún así no es capaz de sonreír ante la atención del joven, más bien, mantiene a la perfección su expresión fría.
Tal parece decirle algo a Theo, ya que él asiente una vez con la cabeza y va hacia la cocina, llevando a dos camareros con él.

Hope, endurece su expresión y aprovecha la ocasión de tenerlo cerca sin presencia de su jefe solo para sacar lo que tenía atorado desde ayer.  Es así que, espiando que su jefe no venga, sigilosamente, sale detrás del mostrador y camina rápidamente hacia Matteo.

— Buenos dias— Dice la joven y lo mira con la frente fruncida.

— Buenos días....

— Lo que hiciste ayer fue muy grosero— escupe Hope.

— Al parece la grosera aquí eres tu— Dice Matteo mirándola fijamente desde la posición donde está.

— ¿Ah?

— ¿Por qué confrontas a un cliente? Hablaré con Theo sobre ti...

— No, no, no— Salta la joven y por preocupación mira hacia atrás comprobando que no viene su jefe, mientras no se da cuenta que se acerca más al joven.

— Quizás, deberías regalarle flores, como el tonto que cree que con ellas podrá conseguir algo— Comenta, mirando el arreglo floral que le envío Christian.

— No le regalaré flores, tu fuiste el grosero y lo voy a sostener. Theo es un gran jefe....

— ¿Hope?— Theo habla a su espalda sorprendiendola al instante.

— Ahh Theo...

— Theo— Salta Matteo salvandola, — Dijiste que me dejarías llevar a unas de tus camareras— El joven mira a Hope de reojo, — La quiero a ella— termina, sosteniendo su tono ante la expresión de sorpresa de la joven.

— Ahh, pero ella no...

— ¿Por qué no? Cualquiera puede hacer su trabajo de recepcionista sentada alli atrás. Además, no tardaremos.

Theo mira a Hope con la frente levemente fruncida, quizás pensando si será buena idea dejar que ella vaya con Matteo pero la joven es quien termina quitándole las dudas.

— Yo ire— contesta Hope, regalandole una cálida sonrisa.

— Está bien, de todas formas cuando termines puedes irte a casa— Sigue Theo, correspondiendole el gesto a la joven.

De esta manera, Matteo sale de la cafetería, sabiendo que Hope la sigue de cerca, por esa razón cuando su chófer y guardaespalda, abre la puerta del coche, primero le da lugar a ella para que ingrese, sin embargo, Hope pasea su mirada por lo que puede ver del interior del auto sin subirse.

— ¿Dónde vamos?— pregunta la joven, abrazándose a su cuerpo.

— No tengo intenciones de secuestrarte, no eres mi tipo— Dice Matteo y el tono acompañado con la expresión con lo cual lo dice deja  mucho lugar para hasta dudarlo.

— No dejaría que lo hicieras pero....

— Hay una reunión en la empresa, así que vendrás conmigo para organizar la sala de conferencias con las cosas que Theo preparo — Matteo, renuncia a sus buenos modales y  termina subiendo él primero al auto.
— Cada segundo que pasa solo me haces perder el tiempo. Le diré a Theo que...

— No le dirás nada— Hope entra al auto rápidamente y cierra la puerta con fuerza. — Yo iré porque es mi trabajo —sigue la joven cruzándose de brazos y pegada a la puerta del coche como si Matteo pudiera intentar hacer cualquier cosa.

El viaje no dura más que unos minutos, ya que la empresa de la familia de Matteo, esta ubicada en una de los edificios en el centro de la cuidad y por lo tanto, también está muy cerca de la empresa de los Parisi pero ese dato tan importante ni siquiera pasa por la cabeza de Hope ya que está más preocupada por terminar el trabajo y no volver a desfraudar a su jefe.

Cuando el auto ingresa al estacionamiento se hace más difícil la vista hacia el exterior, sin embargo, Hope apenas sale del vehículo se  deslumbra con todos los automóviles de alta gama estacionados allí; haciendo valer el tipo de personas que trasladan.
Aunque quiso llevar los bocadillos que prepararon para la recepción, el hombre que acompaña a Matteo no la deja, solo la miro seriamente, nego con la cabeza y la obligó a seguir los pasos de Matteo quien se dirige al ascensor y de esta manera, solo los dos suben a esa caja metálica que los encierra.

- La vida es más bella que detrás de ese absurdo mostrador, ¿Verdad?— comenta Matteo, mirando hacia el frente con una expresión fría.

— ¿Ah? ¿Qué tienes tu contra mi trabajo?

— Sinceramente, quería que te echarán — confiesa el joven e inmediatamente se gana la asesina mirada de Hope.

—¿Por qué?— Ruge la joven con los puños cerrados, — Yo ni siquiera te conozco.

— Eres muy poco observativa, miras sin ver.

— Tu y tus tontas metáforas— La joven aumenta su tono de voz, - Ayer fue la primera vez que te vi así que no puede ser que...— Ve que Matteo avanza un paso así ella.

— Pero tu, no eres yo...— y por cada paso que da él, Hope retrocede hasta que su espalda choca contra la pared metálica del ascensor.

— ¿Y si esto fuera en verdad un secuestro?— Sigue Matteo, inmutable ante la cercanía con ella.  — No serías capaz, dijiste que no soy tu tipo...

— Quizás yo sea tu acosador— dice el joven en un tono tranquilo bajo esa voz ronca.

—-Tu...— y el sonido del ascensor abriendo las puertas es lo que despierta los sentidos de Hope  ya que se escapa de la extraña cercanía de Matteo y el tenso ambiente que se formó en cuestión de segundos al rededor de ellos dos.
Sin embargo, Matteo es el primero en salir del ascensor, tan tranquilo y imponente, como si no fuera dueño de las palabras que acaba de decir y peor aún, como si la cercanía con Hope no fuera relevante para él....

 Sin embargo, Matteo es el primero en salir del ascensor, tan tranquilo y imponente, como si no fuera dueño de las palabras que acaba de decir y peor aún, como si la cercanía con Hope no fuera relevante para él

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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