Capitulo 2: Polos opuestos

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Cuando Hope apenas pisa el apartamento, es bombardeada por las preguntas de su hermana sobre la cita que tuvo con Christian, sin embargo, la joven se guarda los detalles para si ya que no desea romper la imagen que tiene Emma de él más aún porque a su hermana le gusta Zyran y si tan solo se enterará de lo que pasó, todo acabaría mal entre ellos ya que conociendo a su hermana se enojaría.
Así que lo dibujo muy bien, diciendo que fue una cena agradable pero al terminar muy tarde decidieron quedarse juntos a la noche, una mentira piadosa pero tenebrosa a la vez....

Evitando hablar sobre el tema, esquivando ágilmente la inocente emoción de su hermana, Hope se libera de ella tomando el primer turno en la cafetería a la mañana siguiente llegando muy temprano a la misma.

Ya ha comenzado a bajar la temperatura y  las personas se acercan a la cafetería más rápido de lo normal, pidiendo lo más fuerte que los pueda despertar y al mismo tiempo calentarlos. Es por esa razón que la cafetería se llena muy pronto apenas abre sus puertas.

La cafeteria “Lix" está ubicada en el centro de la Ciudad de los Ángeles, en un punto perfecto entre los grandes edificios donde se encuentran las importantes empresas y entre ellas la de los Parisi, claramente, en el pensamiento de los hermanos se encontraba esa posibilidad de mantener a Hope y Emma cerca de ellos.

El movimiento dentro de la cálida cafetería despierta a Hope y comienza a sentirse inútil estando detrás del mostrador, encargada del sistema, llamados  y ordenando los pedidos  a los repartidores que van a parar a otros lugares.

Perseguida por ese sentimiento, deja su lugar lentamente y de la misma manera se acerca a uno de los pedidos, visualizando el número de la mesa. Aprovechando que su jefe no la ve, toma la bandeja con la taza de café  y lo lleva rápidamente a la mesa.

— Buenos días - saluda la joven con una educada sonrisa, aún cabeza agacha mientras vacía la bandeja hasta que se reincorpora encontrandose con un par de ojos que la miran tan penetrante como fríos, acompañando a un joven cuya presencia va muy bien con esa expresión tan seria.

— Yo no pedí esto— Habla el joven, resonando una voz ronca y tranquila.

— ¿No?—la joven vuelve a comprobar el número de la mesa y es la misma. — Pero aquí...

— Son tan lentos que la persona que estaba aquí antes, se fue— larga el joven, indiferente.

- Oh es que...— la joven larga un pequeño suspiro, — Hay muchas personas, de todas formas quizás la persona que estaba aquí, estaba muy apurada y...

—¿Qué sabes tú?— Corta, — Nunca sales detrás de esa mesa, metida como una ardilla apretando botones en un teclado.

— ¿Perdóne?— Hope siento que le hierve la cara y toma lo que dijo de mala manera pero aún así sabe que es un cliente y debe ser amable.

— Así es, estoy encargada del sistema pero hoy decidí hacer otra cosa.

— ¿Aburrida de tu trabajo?

— No, eso no es...

— Si te sientes aburrida simplemente deberías ir a hacer otra cosa y no ser molesta para la vida de las otras personas...

— Oye espera, no puedes ser tan...

— ¿Qué está pasando?— La voz de Theo, el jefe de Hope se cruza entre los dos jóvenes, tomando por sorpresa a Hope quien ya comenzaba a irritarse con el chico.
—¿Hope?— Theo, disimula lo mejor que puede su expresión de enfado. — ¿Sucede algo?

— Jefe, no— se precipita la joven, —Es solo que..

— En realidad si— El joven se pone de pie justo frente a Hope, evidenciando su altura y aún más su imponente presencia ya que con él, otro sujeto se pone de pie y se acerca a ellos. Todos se dan cuenta que ese último es un guardaespaldas y peor aún, viene con el joven.
— Su personal es muy lento y además...— lleva su fría mirada hacia Hope, — Con falta de modales. Deberían elegir con cuidado a quienes trabajan aquí.

— Matteo, lo siento pero ella no...

— No te disculpes. Solo mejora la atención— El joven llamado como Matteo, le dirige una última mirada a Theo y cruza entre medio de él y Hope saliendo de allí luego de haber levantado una tormenta.

La joven, apretando los puños lo mira con odio más cuando sale tan tranquilo acompañado de su seguridad, intocable.

— Hope...— la voz se Theo la trae nuevamente a su realidad. — Solo tienes un trabajo que realizar, por favor, enfócate en él— aunque lo diga con tanta paciencia la expresión en su rostro demuestra todo lo contrario.

-Si, lo siento — agrega la joven sintiendo haber desepcionado a Theo,  aunque no podrá olvidarse jamás de la cara de ese tipo...

Si Hope, toma el turno de la mañana, Emma lo hace con el de la tarde, por esa razón aún está libre y lo aprovecha para ir al supermercado.

Emma, es la más sociable entre ella y su hermana y por lo tanto es una persona que se hace querer muy fácilmente, carismática a más no poder, siempre sonriendo es por eso que cada vez que va al supermercado se tarda más de lo normal ya que se pone a conversar con todas las mujeres del barrio que conoce y hasta con las que nunca había visto.

Luego de su compra y hora social, regresa a su apartamento con una bolsa en su mano tan armónica hasta que a una sola cuadra logra visualizar a una persona, sentada debajo de la galería de uno de los apartamentos que está junto al suyo.

El individuo, trae puesta la capucha de su abrigo así que es muy difícil ver de quién se trata, sin embargo, la curiosidad puede más con ella así que mientras abre la puerta de su apartamento hace todo el ruido que puede hasta comienza a toser secamente para tratar de llamar su atención hasta que lo consigue ya que el sujeto comienza a moverse y muy pronto levanta la cabeza, descubriendo su rostro.

— ¿Tu?— Emma, recuerda al joven de ayer, el mismo humilde chico que había preguntado por un lugar donde quedarse.

—Buenos dias- El joven se reincorpora lentamente mientras trata de alisar su ropa, dejándola un poco mejor pero sus zapatillas son el centro de atención de Emma ya que una de ellas prácticamente está partiendoce por la mitad.

— ¿Aún no has encontrado un lugar donde quedarte?

— Aún no, estoy esperando que me confirmen pero la verdad es que es un poco difícil ya que tengo muy poco dinero para entregar.

— ¿Puedo preguntar que pasa contigo?

— Nada, solo yo no tengo donde quedarme ...— El joven se encoje de hombros.

— Discúlpame pero tú estado actual es como si estuvieras huyendo de algo.

— Quizás sea así, busco algo nuevo, una nueva vida.

Emma, siente una presión en el pecho, un sentimiento de lastima que no puede evitar como siempre hacia quien fuera hasta por un desconocido.

— ¿Ya comiste?— salta la joven mientras busca dentro de la bolsa un paquete de galletas.
— Toma, mientras esperas y sino yo puedo ayudarte a pagar. No tengo mucho pero...

- No te preocupes — Sigue el joven, — El dueño me dijo que ya vendrá entonces tendré un lugar y el resto será más fácil— acerca el paquete de galletas al cuerpo de Emma. — Gracias de todas formas — el joven dibuja una sonrisa que se lleva la atención de Emma ya que en su humanidad, una sonrisa lo resuelve todo.

— Me llamo Emma— se presenta la joven, sonriendo, — ¿Y tú?

El joven, mantiene su expresión y contesta.
— Yo soy Arath....

— Yo soy Arath

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