ᅠ❝¿Puedo curar el dolor de tus ojos con un simple abrazo?❞
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Sin dudar, Bubba era por supuesto, un infante en el cuerpo de un adulto que añoraba el contacto físico o alguna prueba de que sentían verdadero amor por él.
Amanda por su lado, no era demostrativa en lo absoluto; a pesar de que no lo trataba mal como habían hecho algunos asesinos a duras penas llegó al reino de la entidad, tampoco le mostraba un lado realmente cariñoso.
Pero. . .De alguna manera, jamás se sintió pésimo por eso, incluso le incitaba a acercarse cada vez más a la cerda, le incitaba a anhelar su contacto si fuera por segundos, no le enojaba, formaba en su pecho un extraño vínculo de protección.
Fue entonces que en uno de sus tantos recorridos, buscando flores y animales con los cuales distraerse, observó a los cuatro adolescentes de la Legión cargarse unos a otros. Joey tomaba en brazos a Julie, como una princesa sacada de cuentos quien a pesar de las constantes quejas parecía genuinamente feliz.
¿Felicidad? Ladea la cabeza, curioso, ¿Eso existía entre asesinos? La legión era probablemente el grupo más humano entre ellos; sin embargo, verlos tan entusiasmados por un simple acto como cargar a un bebé era simplemente. . .Sin explicación.
Su mente comienza a navegar, algunas veces, en su infancia, Drayton y Nubbins solían cargarlo en su espalda similar a un caballo, a pesar de la deplorable salud mental de su familia, Bubba apreciaba que sus hermanos mayores mostrarán señales como estás. Lastimosamente, no duraron mucho, pero si algo rememoraba, era la dicha que experimentaba cuando era cargado.
¿Amanda sentiría esa felicidad? ¿Amanda también reiría como lo había hecho él o Julie hace unos momentos? Amanda era un misterio, una bomba que si no presionabas bien, detonaría.
Tal vez debería estar preocupado, y tal vez debería detenerse, no obstante cuando la neblina oscura de la entidad se presentó cerca de la fogata y abandonó la pequeña figura de la cerda, sabía que no había vuelta atrás.
Llegada de un reciente partido, Young lucía molesta, era probable que esa chica atleta o la adorada hermana de Myers le hubieran dado problemas. ¿Qué importaba? Sus grandes pisadas no esconden su agitación y sin ofrecerle tiempo de respuesta, sus brazos yacen levantando a la figura más baja en el aire de forma nupcial.
— ¡¿Qué carajos?! — Amanda suspendida del suelo, abandona un jadeo de sorpresa. Sawyer se encoge de hombros sabiendo que había hecho una mala acción, aún con este dato; no le suelta y su agarre se refuerza más.
Detrás de la horripilante máscara de cuero, le muestra una sonrisa, una pequeña sonrisa que su rostro no asimila bien sin embargo ahí está, demostrando el calor infantil en su interior.
— Hey chico grande, avísame la próxima vez que quieras hacer algo tan estúpido como esto. Si vuelves a atacarme así por la espalda no dudaré en destriparte.— Las palabras no son duras de The Pig, son una especie de insólita sugerencia. Cruza los brazos a la altura de su pecho y se permite relajarse contra el hombro de él.
El caníbal, suelta pequeños sonidos incomprensibles y arrastrados; dando a entender su emoción ante la accesibilidad(obligada) de Amanda, lo que causa que ligera sonrisa se forme bajo su propia máscara.
El calor que le brindaba el cuerpo más fornido usualmente era una fogata en la que estaba dispuesta a sumergirse, la cercanía, el lazo que solía poseer con Bubba era muy diferente a la familiaridad que John frecuentaba, el mismo personaje que miraba como un padre.
Tal vez era porque no tenía que preocuparse por impresionar a nadie, el tono gélido de Jigsaw era remplazado por los ruidos cálidos en un intento desfavorable de hablar de LeatherFace. O tal vez era por la protección que jamás recibió desde niña y que podía encontrarla entre sus brazos. Tal vez. ᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
