❝Lospétalosde una flor dañada no pueden volver a su estado anterior, sin embargo con la ayuda de la persona correcta florecen nuevamente en su mejor versión.❞ ᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
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Puede escucharlo balbucear desde su lugar, el dolor no es inevitable, restando puntos cuando insertan un jodido trozo de vidrio en la parte trasera de tu hombro.
Bubba había resultado afectado de manera física en uno de los tantos partidos gracias a la habilidad de esa tediosa chica, "Laurie Strode" era su nombre. ¿Cuál era el despreciable alias de de su habilidad? Amanda piensa por unos instantes hasta que lo recuerda; "Golpe decisivo."
Cuando el enmascarado se presentó en su taller de maldad, se presentó de una forma molesta, componiendo un alargado berrinche con sus sonidos ilegibles gracias al tormento de su herida. Por supuesto la entidad se encargaba de atender todos los daños posibles una vez que el juego había culminado, pero existían casos que por alguna razón inexistente la las heridas de asesinos y supervivientes no eran sanadas.
¿Sería eso un probable castigo?
— Deja de llorar idiota, el llanto no lo hará más fácil.— El sarcasmo y la irritación gotea de su voz, las manos de Young son temblorosas cuando cose la herida, gracias a Lawrence y a la fallecida doctora Lynn Denlon, había aprendido con solo ver la maravillosa habilidad de la aguja y el hilo en los tajos.
Sus expresiones eran imparciales bajo la máscara de cerdo; sin embargo, sabe que no puede engañar a su propia persona, es consciente que no es competente para desintegrar el espejo de sus ojos pertenecientes y evitar que el reflejo de la ira, de la preocupación y la amargura por contemplar sangrar y cicatrizar la piel de su amante sea visto. The Pig siempre fue un desastre de emociones vistosas.
— Huugh. . .— Era una queja de él y Amanda lo sabía, estar en el suelo con la camisa descubierta y dejando su pecho al aire libre no era una posición entrañable, mucho menos cuando tenía que encogerse en su mínima altura a causa de la baja estatura de la cerda.
¿Era siquiera real el dolor que sentía? ¿O solo era el dolor de haber fallado una vez más? ¿De haber errado como lo había hecho con su familia antes de ser consumido por la entidad? Aún sin la obligación de proteger a lo que amaba, LeatherFace continuaba equivocándose. ¿Cómo podía ser tan incapaz?
Una vez que ella concluye al desinfectar los puntos agitados, se deja caer a su lado sin reciente alegría. Sawyer reacomoda su ropa carente de entusiasmo, el simple suceso de haber dejado sobrevivir a dos de sus presas era suficiente para provocar una rabieta.
— Eres como un bebé llorón.— Las palabras de Amanda no le afectan, pero sí que le hacen resoplar. Ante esto, el silencio gobierna antes de que ella vuelva a hablar. — ¿Dejaras que esos idiotas se burlen de tu motosierra? No eres muy fuerte después de todo, carnicero.—
¿Fuerte? ¡Él era fuerte! Había protegido a su familia por siglos, se había encargado de toda la casa después de que sus abuelos resultarán ser tan ineficaces. ¿Realmente había cuidado el bienestar de su familia? ¿Era tan débil? ¿Ninguno se había preocupado honestamente cuando la entidad le secuestró sin dejar rastro?
Los vocablos no parecen animar la preocupación del caníbal, se hace ovillo en su lugar y se decepciona de su torpeza, sus ojos brillan detrás de la máscara amenazando con soltar lágrimas.
El corazón de Amanda se estruja, podría ser una tonta al hablar, pero. . .Su corazón no quería verlo así. La presión podía ser una mierda, ella lo sabía y su intención jamás fue hacerlo sentir así.
Oh, realmente la había cagado. Y entonces resopla para ocultar su malestar, su culpa inquietante de tener una boca que nunca callaba. Podía ser una virtud como una maldición hiriente.
— Esa perra merece un juego, levanta el maldito culo, tenemos que trabajar. — No era una recomendación, era una orden. Si querían jugar con Bubba, entonces el cerdo les enseñarían cómo es el verdadero juego.
De golpe se alza y su mano revuelve los cabellos ondulados, su toque no es rudo y eso para LeatherFace era la mayor muestra de afecto de Amanda en su persona.
Con emoción de un niño le sigue por detrás, la aprendiz sostiene su cuaderno de dibujo y repasa los trazos de diferentes máquinas de tortura que su mente perversa solía procrear.
No era la mejor expresando su afecto, su amor, su estima. No era buena hablando ni accionando, pero si podía demostrar cuánto amaba a ese caníbal era mediante las sádicas pruebas que su mentor le había procesado.
Muchos pensarían que el caníbal utiliza al cerdo como alimento, pobres y tristes criaturas que no son conocedores sobre la mordida del cerdo para proteger al caníbal. ᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
