Demasiado fácil- kiyotaka Ayanokouji

Capitulo 14

//////////////////////////////////////////

Capítulo 14

//////// línea de tiempo 1Y4.5V/////////

POV: Ayanokōji Kiyotaka

Caminaba lentamente por los abarrotados pasillos del centro comercial Keyaki, con Kiryūin a mi lado. El murmullo constante de la multitud y el brillo de las luces de neón eran abrumadores, pero Kiryūin parecía disfrutar cada instante, con una sonrisa serena en su rostro.

"Sempai," dije, llamando su atención mientras observaba una tienda de mascotas donde unos cachorros jugaban tras el escaparate.

Nota: Según yo no debe haber tienda de mascotas ya que no se permiten mascotas, pero esto es un fanfic.

"¿Sí, kohai-kun?" respondió ella, volviendo sus ojos brillantes hacia mí.

"¿Sabes si es caro ver a la adivina?" pregunté tranquilamente, fingiendo interés en un puesto de crepes cercano.

Ella arqueó una ceja, divertida. "¿Eso importa, kohai-kun?"

Suspiré ligeramente. "Como sabes, estoy en la clase D y no puedo presumir de una gran cantidad de puntos. Solo pienso que sería una pena ir con la adivina y no poder pagar por el servicio," comenté de manera desinteresada, encogiéndome de hombros.

Kiryūin soltó una pequeña risa. "¿Es eso?" dijo, con una sonrisa traviesa. "No te preocupes, kohai-kun. Yo pago. Es lo mínimo que puedo hacer por acompañarme."

Asentí en resignación. "Si insistes, sempai."

Continuamos caminando en silencio, aunque las miradas que Kiryūin me lanzaba no pasaban desapercibidas. Ni siquiera intentaba disimular, y comenzaba a sentirme incómodo bajo su escrutinio. Decidí fingir no darme cuenta por mi propia paz mental.

"Hay mucha gente," comenté al ver la multitud agolpándose frente al ascensor. "Esto me incomoda."

Ella sonrió, aparentemente entretenida por mi incomodidad. "¿De verdad? A mí me parece emocionante."

"Preferiría evitar las aglomeraciones," dije, dando un paso atrás.

Pero Kiryūin tenía otros planes. Antes de que pudiera reaccionar, me tomó del brazo con firmeza. "Vamos, no seas tímido," dijo, arrastrándome hacia el ascensor con una sonrisa juguetona.

"Espera, sempai..." intenté protestar, pero ella ya nos había llevado hasta la puerta del ascensor, que se abría en ese instante.

Con su brazo libre, apartó a un par de personas que intentaban subir. "Disculpen, pasamos," dijo con confianza, jalándome dentro antes de que alguien pudiera objetar.

Los demás nos miraron sorprendidos, pero nadie dijo nada. Ella es muy problemática, pensé, suspirando internamente.

El ascensor estaba repleto; podía sentir el calor y escuchar las respiraciones de todos a nuestro alrededor. Una voz suave anunció que nos dirigíamos al quinto piso.

"¿No es divertido?" susurró Kiryūin cerca de mi oído.

"Si lo dices," respondí, evitando su mirada.

Ella rió suavemente. "Eres tan serio, Ayanokōji-kun."

"Solo prefiero los espacios abiertos."

De repente, una voz detrás de nosotros intervino. "Hey, Kiryūin-san. ¿También vas al quinto piso?" Supuse que era un estudiante de segundo año, estaba sonriendo ampliamente.

"Oh, Tanaka. Sí, llevo a mi kohai a ver a la adivina," respondió ella de manera desinteresada, parecía molesto con el tipo que le habló por haberla interrumpido.