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Dakota Jhonsson, una joven liberal y fuerte, se encuentra en el centro de una situación complicada. Su familia, una vez adinerada, ahora enfrenta la bancarrota. En un esfuerzo por salvar su legado, sus padres deciden casarla con la influyente...
Me despierto con un dolor de cabeza y un cuerpo adolorido. No recuerdo cómo llegué a casa ayer, pero sí recuerdo la pasión y la intensidad de la noche con Misha.
Me estiro en la cama y noto que Misha está a mi lado, con su torso totalmente desnudo. Su piel bronceada y musculosa es impresionante, y por un momento, olvido mi dolor y mi confusión.
"¿Qué pasó anoche?", pregunto, intentando recordar.
Misha se despierta y me mira con una sonrisa pícara.
"No te preocupes", dice. "Solo recuerda que fue intenso."
Me ruborizo al recordar los detalles de la noche. Misha fue implacable, y mi cuerpo aún siente las consecuencias.
"Animál", le digo,
Misha se ríe y se acerca a mí
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"Y tú fuiste igual de salvaje", dice,
"¿Qué hora es?", pregunto.
"Temprano", responde Misha. "Puedes dormir más si quieres."
Pero ya no puedo dormir. Mi mente está llena de preguntas y dudas.
"Misha", digo, sentándome en la cama. "¿Qué estamos haciendo?
Misha sonríe y se acerca a mí, su mirada intensa.
"No te engañes", dice. "No soy romántico. Solo quiero satisfacer mi deseo."
Me siento un poco defraudada, pero no sorprendida. Conozco a Misha y su personalidad arrogante.
"Entonces, ¿qué soy para ti?", pregunto, intentando mantener la calma.
"Eres mi esposa", responde. "Mi entretenimiento."
Me siento como si me hubieran golpeado. Su honestidad es cruel.
"Y cuando te aburras de mí", digo, intentando mantener la voz firme. "¿Qué pasará?"
Misha se encoge de hombros.
"No lo sé", dice. "Pero no te preocupes, te divertirás mientras dure."
Me siento usada y objeto de su placer. Quiero salir de esta relación tóxica.
"Esto no puede seguir así", digo, levantándome de la cama.
Misha se ríe.
"Claro que puede", dice.
Me levanto de la cama, mirando a Misha con una sonrisa sarcástica.
"¿Distracción? ¿Entretenimiento?", repito. "Gracias por la honestidad, Misha. Pero no necesito ser usada por nadie."
Misha se sorprende por mi reacción, esperando que me derrumbe en lágrimas.
"¿No te importa?", pregunta, levantándose de la cama.
