protector

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Despierto con una sensación de confusión y desorientación. Mi cabeza está espesa y mi cuerpo se siente pesado.

Miro alrededor y veo a Misha sentado a mi lado, observándome con expresión preocupada.

"Misha...", digo, mi voz débil y ronca.

"Misha, ¿qué pasó?", pregunto de nuevo, intentando recordar.

Misha se inclina hacia mí, su rostro cerca del mío.

Misha se inclina hacia mí, su rostro cerca del mío

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"Estabas en la fiesta, te drogaron y casi... casi te pasaba algo malo", dice, su voz baja y seria.

Me siento un escalofrío recorrer mi espalda al recordar fragmentos de la noche.

"¿Quién...?", comienzo a preguntar.

"No lo sé", responde Misha. "Pero te encontré a tiempo. Estás a salvo ahora."

Miro a Misha, y por un momento, veo algo en sus ojos que no había visto antes. Algo que se parece a la preocupación, a la protección.

Pero enseguida desaparece, y Misha vuelve a ser el mismo de siempre.

"Gracias", digo, mi voz apenas audible.

Misha asiente y se levanta de la cama.

"Descansa", dice. "Necesitas recuperarte."

Me quedo mirándolo mientras se aleja, sintiendo una mezcla de emociones que no puedo entender.
Jalo suavemente su mano y lo miro fijamente. Misha se detiene y se vuelve hacia mí, sorprendido.

"¿nena que ?", pregunta.

Lo miro sin hablar, pero mis ojos dicen todo. "Me protegiste", dicen. "No podía creerlo".

Misha se acerca a mí, su expresión suavizándose.

"Claro que te protegí", dice. "No podía dejar que te pasara algo malo."

Su voz es baja y seria, pero hay algo en sus ojos que me hace sentir que hay más detrás de sus palabras.

"Gracias", digo de nuevo, mi voz apenas un susurro.

Misha se sienta a mi lado de nuevo, su mano aún en la mía.

"No necesitas darlas", responde. "Eso es lo que hacen las personas que se cuidan."

Me siento un calor en el pecho al escuchar sus palabras. Nadie me ha protegido así antes.

Miro su mano, aún en la mía, y siento una conexión que no había sentido antes.

"¿Por qué?", pregunto, mirándolo a los ojos.

Misha se encoge de hombros.

"Valla", digo, sonriendo levemente.

Misha sonríe también, y por un momento, nos quedamos así, mirándonos con una conexión que va más allá de las palabras.

Su sonrisa es débil, pero genuina, y me hace sentir que hay algo real entre nosotros.

Un Matrimonio de Conveniencia ( +18 Misha Collins)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora