"Nunca es tarde para recuperar el tiempo perdido."Nos separamos por falta de aire. Junto mi frente a la de Darius, intentando controlar nuestra respiración agitada. Volver a besar al hombre que amo me da esa sensación de sentirme viva por dentro, esa sensación que había perdido hace tiempo al dejarlo atrás. Ahora tengo en mis manos la decisión de seguir como estamos o perdonarlo y darnos una oportunidad.
-Extrañaba tanto tus labios -me susurra-. No sabes cuánta falta me has hecho.
Me atrae más hacia su cuerpo y no pongo resistencia.
-Todas las noches de mi vida me hiciste falta. No sabes lo horrible que era acostarme y no tenerte a mi lado, despertar y ver que no estabas aquí, o encontrarte en la cocina preparando el desayuno, moviendo las caderas como te encantaba. La falta que me hacías era inmensa, Trish. Me enamoré de ti como un loco y cuando finalmente lo entendí, no te tenía a mi lado para decírtelo, nena.
Sus palabras hacen que mi corazón lata a mil. Al igual que él, yo también lo extrañé y me hizo falta todo este tiempo. En mi mente resuenan las palabras que mi padre solía decir: "Es mejor perder el orgullo por la persona que amas que perder a esa persona por orgullo". Y me doy cuenta de que todos tenían razón.
-Yo también te extrañé mucho, Darius, más de lo que imaginas -le digo mientras lo abrazo y él me aprieta más contra su cuerpo.
-Te amo, nena -me susurra al oído.
-Yo también te amo -susurro de regreso, separándome de él-, pero no puedo perdonarte tan rápidamente.
Se aleja poco a poco y su expresión se vuelve triste.
-¿Entonces no me darás una oportunidad? -pregunta, y en sus ojos veo la tristeza, lo que hace que mi corazón se retuerza de dolor.
-Darius, claro que te daré una oportunidad. Eres el padre de mis hijos y te amo, pero solo te pido que vayamos poco a poco -le digo, dándole un beso en la mejilla. Él sonríe.
-Te prometo que te enamoraré todos los días. Esperaré lo que tenga que esperar. Eres la mujer que amo y me haces muy feliz.
Se acerca a mí y me vuelve a dar un beso, esta vez más suave y delicado, cargado de sensaciones que me muestran todo lo que siente. Muerdo suavemente su labio superior, y él se separa lentamente de mí, sonriendo.
-Tenemos cosas importantes que hacer, ¿lo recuerdas? -le susurro divertida, separándome de él.
-Lo recordaba, pero cierta mujer hermosa entró a mi oficina y se me olvidó hasta cómo respirar -dice mientras camina hacia su silla, sonriendo.
-Vaya, no sabía que Dayana tenía esos poderes sobre ti -comento, y su sonrisa se borra de golpe.
-Es una broma, lo siento.
-De mal gusto, nena, de mal gusto -responde, su semblante se vuelve serio y sé que no le ha gustado lo que dije.
-Solo estaba jugando. Sabía que hablabas de mí -le tiro un beso y él sonríe-. ¿Te puedo preguntar algo?
-Lo que quieras, nena.
-¿Qué hace ella aquí? ¿Tú le diste trabajo? -jamás pensé ver a esa arpía aquí, la verdad me sorprende mucho.
-Recuerda que hace un tiempo hice negocio con su padre. Él estuvo al mando de estos negocios durante varios años, pero hace un mes tuvo un infarto y ahora ella está a cargo mientras termina el proyecto -su porte vuelve a ser el de un empresario serio y eso me encanta.
-La tendré vigilada. No quiero a esa arrastrada cerca tuyo -me cruzo de piernas y miro mis uñas con desdén.
-¿Celosa, señora Evans? -pregunta, burlón.
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Un Contrato Con Mi Jefe
RomanceTrisha Banks es una joven asistente recién contratada por Darius Evans, un empresario atractivo y temperamental. Aunque su relación con él comienza con fricciones debido a las estrictas reglas de la empresa, la situación da un giro inesperado cuand...