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Jade, una bella joya con un color intenso y coqueto, la piedra de los sentimientos y emociones, justo como las flores de su jardín, su bello jardín con distintas flores, desde la más silvestre hasta la más exótica y exquisita

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Jade, una bella joya con un color intenso y coqueto, la piedra de los sentimientos y emociones, justo como las flores de su jardín, su bello jardín con distintas flores, desde la más silvestre hasta la más exótica y exquisita. A lo largo del tiempo se encargó de buscar a las flores más venustas del país mismas que se encontraban en su casa, la casa "Hade" donde los más grandes magnates y políticos solían ir, venían a ver sus preciosidades. 

A lo lejos observaba como sus 'flores' tenían una charla amena, reían y se daban una que otra palmadita. Como adoraba a sus 'niños'.

— Mitsuri-san, debería aplicar el consejito que le di, después de todo el tamaño de sus frutas tienen las proporciones adecuadas.- habló la albina a la vez que tocaba sus pechos, tenía cierta envidia del tamaño de la pelirosa.

La mencionada inmediatamente pasó a tener la cara colorada por lo dicho anteriormente, trataba de articular palabras pero por su nerviosismo solo soltaba balbuceos poco entendibles. La risa de los demás se oyeron, el ambiente era muy agradable, las doncellas y algunas de las princesas se encontraban allí así como algunas de las cortesanas populares como lo eran; Aoi, Kanao y Nezuko.

— Es una lástima que Aoi-chan ya no se encuentre en el pasillo principal.- volvió a comentar la albina del lugar, recibió un codazo de Tanjiro y un zape de Inosuke. — Ay, eso dolió, perdón.

— Oye, ojos de mosca el sol te está afectando mucho.- bufó molesto Inosuke, en ocasiones la mayor hablaba sin antes pensar.

— Es cierto, la popularidad de Muichiro-chan y Yuichiro-chan alcanzó rápido la cúspide, después de todo son taaan adorables~.- respondió Aoi a la vez que daba un sorbo a su té.

— Ajá, los menores recién hicieron su debut como cortesanas es normal que quieran conocerlos.- la albina se encontraba devorando bocaditos.

— Pareces un hámster, Ume-chan.- a la vez que ofrecía un pañuelo.

— Gracias Tamayo-san.

El clima despejado era indicación de que todo iría bien, el sol radiaba brillantemente al igual que cierto rubio, Zenitzu resaltaba por su personalidad ruidosa y alegre pero hoy estaba más hablador de lo normal, lo molestarían un poco.

— Oye Monitsu hoy estás muy alegre, ¿sucedió algo bueno?- preguntó Inosuke a la vez que la zarandeaba al contrario, los ojos presenten fueron a parar al rubio.

— No hagas eso salvaje, me arruinas el flow.- bufó molesto. — Y estoy normal, no sucedió nada fuera de lo normal. - con un ademán de manos.

— Uhmm, no parece ser eso mono amarillo mentiroso.- respondió mientras seguía zarandeando al contrario. — ¿No se deberá a la frecuencia de cierto peliplata extravagante?- preguntó curioso.

Observó como su amigo se sonrojaba fuertemente mientras negaba de manera rápida. Hacia muecas extrañas.

— N-no se de que hablas.- esquivó las miradas.

Escapando De Un Proxeneta || KNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora