Kanojo Okarishimasu - Saliendo de las sombras del pasado-

Cap 34: Amor no correspondido

Mami y su familia conversaban sobre cómo habían sido sus días mientras Mami picoteaba su comida en la mesa. Era una tarde normal, el aire estaba impregnado del reconfortante aroma de la comida de su madre.

"Escucha, mami", dijo con un brillo de entusiasmo en los ojos, "hoy conocí a alguien, un joven con quien creo que deberías considerar salir".

Mami esperaba que esto sucediera más pronto que tarde. Su padre tenía la costumbre de actuar como casamentero para encontrar un candidato adecuado que continuara el ciclo de riqueza de la familia Nanami.

"¿Quién es esta vez?" Mami suspiró y pensó.

Mami tenía la barbilla apoyada en la mano y sentía curiosidad. -¿Y quién es este tipo, padre?

Su padre se reclinó en su silla; su voz estaba teñida de emoción. "Se llama Hiroshi Tanaka. Es hijo de un conocido director de cine. Su padre era famoso, pero ahora enseña a los aspirantes a actores a actuar".

Mami sonrió con expresión ensayada y asintió cortésmente, sintiendo todo el tiempo que se le hundía el corazón en el pecho. Esas cenas no eran nada nuevo para ella; se habían convertido en una especie de rutina.

Mami no pudo evitar establecer paralelismos entre estas "citas" y el tiempo que pasó con Tarou Urashima y con Kazuya. Sus emociones habían cobrado vida de una manera que ninguna presentación en la mesa podía lograr. Anhelaba una conexión genuina que fuera más allá de las parejas calculadas de su padre.

Los pensamientos de Mami se aceleraban mientras su padre seguía hablando. Había tenido una muestra de cómo podían ser los verdaderos sentimientos y eso la había dejado con ganas de más.

"Kazuya es el único que puede sacarme de este lío". Aparte de Tarou, él es la única persona por la que he tenido sentimientos. "Con Tarou fuera de escena, Kazuya es mi única esperanza".

Mami jugó su papel en el drama familiar, guardando sus pensamientos para sí misma, mientras se rebelaba en secreto contra las convenciones que la limitaban.

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Mami se sentó frente a Hiroshi y lo observó atentamente. La cita apenas había comenzado y ella podía notar que él no se parecía en nada a los hombres experimentados y seguros de sí mismos a los que estaba acostumbrada.

Mami suspiró en silencio. Era una situación que le resultaba demasiado familiar. Los silencios incómodos, las palabras vacilantes... Se sentía atrapada en un ciclo interminable de reuniones programadas. Pero esa noche era diferente; Hiroshi no era como los otros que lo habían precedido.

Mami se dio cuenta, mientras él balbuceaba sus frases, de que era una persona realmente agradable, aunque inexperta a la hora de hablar con chicas. Decidió aprovechar al máximo la velada con una leve sonrisa en los labios. Tal vez había un lado encantador en él escondido bajo su torpe apariencia.

Ella se inclinó ligeramente y lo miró a los ojos con una mirada cálida y comprensiva. "No hay necesidad de estar nervioso, Tanaka-kun. Ambos estamos en la misma situación. Nuestros padres están tratando de actuar como casamenteros".

Los hombros de Hiroshi se relajaron un poco. Le ofreció una tímida sonrisa y su mirada finalmente se encontró con la de ella con más confianza. "Tienes razón. Nunca había estado en una cita como esta antes. Ni siquiera elegí este lugar. Mi padre insistió".

Mami se rió. "Lo entiendo. Mi padre es igual. Pero no dejes que sus planes arruinen nuestra velada. Aunque sea un poco inusual, podemos aprovecharlo al máximo".

Se encontró dirigiendo la conversación y sacando a Hiroshi de su caparazón. Hablaron de sus pasatiempos, intereses y sueños. A medida que avanzaba la velada, la incomodidad se desvaneció y fue reemplazada por sonrisas genuinas y risas compartidas.