Capítulo VII

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siem, hey -se separo lentamente del beso teniendo sus manos sobre el pecho del mayor.-

-¿Ahora que? -pregunto algo molesto al estar ya separado de los labios de la menor.-

-Tranquilo vaquero, solo iba a decirte que si mi hermano se entera te asesina -exclamó riendo pasando su dedo por el rostro de Billy.-

-Al demonio, ese imbécil no me asusta princesa, por ti hago cualquier cosa -sonrió y se acerco con intención de volver a besarla pero antes de sentir sus labios suaves sintió su dedo índice impidiéndole el paso.-

-Podra ser un imbécil, pero aún es mi hermano, así que no lo llames así -mencionó mirándolo.-

-Si esta bien, lo que tu digas -movio su dedo y junto sus labios de manera fugaz.-

Los besos, vaya, los besos de Billy eran los mejores, te llevaba al cielo, se sentía tan increíble que ella no podía creerlo, era como si nadie le tuvo que enseñar a besar.

"Si sus besos son así, no puedo esperar a ver cómo es en la cama"

Pensó ella

La temperatura de sus cuerpos poco a poco empezó a subir, Billy entró en desesperación jalando más a Lilie a pesar de que ya no podía juntarla más de lo que él quiere.

—Vamos arriba –dijo Billy de manera de suplica entre el beso.–

—No podemos, es cada de Stu –respondió ella separándose de aquel beso.–

—Con un demonio preciosa, ese no es un problema –la miro.– —¡Stu! –grito haciendo que el antes mencionado se acercara a ellos.–

—¿Que pasa hermano? –pregunto sonriendo.– –Lilie, pensé que no vendrias belleza

—Aja –dijo Billy sonriendo de manera forzada.–

—No iba a venir, pero alguien me convenció –respondió la menor sonriendo.– —Solo que mi hermano no sabe

—Como sea, Stu, mi hermano, ¿verdad que no hay problema si subimos? –exclamó Billy mirando fijamente a Stu a lo cual el contrario soltó una pequeña risa.–

—Ay por favor, claro que no –respondió y miro a Lilie.– —Es más, usen la habitación de mis padres

—Perfecto, gracias hermano, encargate de su hermano y de Sydney si nos empiezan a buscar –dijo Billy.–

—¿Qué? –preguntó Lilie pero de repente sintió como Billy la cargo como si de un costal papas se tratase sobre su hombro.– —¡Billy! ¡Bajame ya!

Era inútil quejarse o tratar de resistirse, Billy con solo un brazo podía con ella, pero ella sabia que una parte dentro de ella quería lo mismo que Billy, incluso tal vez igual de fuerte que él.

Ambos deseaban tocarse, sentirse y disfrutarse uno del otro, ambos lo deseaban de fuerte manera.

Al llegar a la habitación Lilie sintió su corazón latir de manera fuertemente, sentía que se salía de su pecho. La verdad es que jamás había tenido intimidad con alguien, Billy Loomis iba a ser el primero, una vez que intentó fue un completo desastre pero una pequeña voz en su interior le decía que esto iba a ser la mejor, que iba a ser excelente.

Billy cerro la puerta con seguro y se apresuró a llegar a la cama de los señores Macker.

—Al fin –dijo Billy dejándola caer sobre la cama mirándola.– —Espere tanto este precioso momento –añadio Billy quitándose la playera dejando ver su cuerpo bien definido pero no de manera excesiva mientras se colocaba sobre ella empezando a besarla.–

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