Un antes para un después (Kookmin)

55

Pov Jungkook.

No sé cómo describir este sentimiento; me di cuenta de que Jimin me ama de una manera que yo jamás creí ser amado de esa forma. En mi infancia tengo pequeños recuerdos de mis padres; mis abuelos paternos nunca me quisieron como tal y ahora entiendo el motivo del porqué mi padre ocultó su fortuna; sus padres no lo merecían. Y aunque estoy consciente que aún hay cosas por descubrir del pasado de mis padres con los padres de Jimin, creo que no es el momento para hacerlo. Lo que me es importante ahora es estar con él, pidiéndole a un Dios, si es que existe alguno, una oportunidad más para él. Jimin no ha sido una mala persona y de eso me consta. Las malas artimañas de su padre no debe de pagarlas él; no sería justo a mi criterio.

Este fin de semana, amé cada minuto que pasé con él; nuestro amor era genuino; era algo que no podría explicar; yo amé cada centímetro de él, cada hebra de su cabellera; todo de él me había enamorado. Hace unos minutos me había dicho que iría a su apartamento a hablar con Taehyung sobre lo nuestro, puesto que no quería rivalidad entre nosotros, aunque para ser honestos, la rivalidad es inventada por él porque yo ni lo topo realmente, pero aun así Jimin me insistió en realizar las pases para que todo esté en armonía, lo cual bufé, pero no pude negarme a su petición.

En un par de horas iré a su apartamento, para hacer las pases con su mejor amigo, por lo que me metí a la ducha a tomar un baño caliente. El clima de Alemania es un poco más frío de lo que estoy acostumbrado en Corea. Gotas empezaron a recorrer por mi cuerpo. Me estaba refrescando y una sonrisa se marcó en mi rostro. Había recordado ese recorrido de besos que le di al amor de mi vida, desde sus labios hacia su cuello y de su cuello hacia sus delicados y pálidos hombros, dejando marcas en el trayecto, como si de marcar territorio se tratase.

Empecé a tallar mi dorso y mis brazos; no me había dado cuenta de que tenía una erección; joder, Jimin me ponía duro con solo recordarlo. No sé qué fue lo que hizo en mí, que estoy completamente enamorado de él.

Y estaba feliz por eso.

Me tomó unos minutos en resolver lo anterior; finalmente terminé de ducharme, y me dispuse a vestirme, para luego salir del apartamento y conducir hacia el apartamento de Jimin. Después de unos minutos de haber llegado al edificio, al encontrarme en la puerta, di unos pequeños toques anunciando mi llegada y una sonrisa de lado a lado me recibía. Le di un casto beso en sus labios y un breve abrazo. Cerró la puerta detrás de mí y lo primero que pude divisar fue un Taehyung recostado sobre el sofá comiendo un sándwich.

Cuando entré ni siquiera tuvo alguna reacción de su parte.

—¿Quieres algo de tomar, Jungkook?

—No, cariño, muchas gracias. —Agarré su mano para luego acariciar el dorso de la misma con mis dedos.

—No, pues, los "enamorados" —una tercera voz nos interrumpió.

—Taehyung, ¿qué fue lo que hablamos?

Vi como Tae bufó por la reprimenda de su mejor amigo.

—Hola, Taehyung.

No me respondió, pero solo hizo una señal de saludo sin despejar su mirada del televisor; Jimin por su lado, se dirigió a la cocina sacando una botella de agua pura y me la tendió en la mesa en donde había yo tomado asiento y le agradecí.

—Espérame aquí, ¿sí?

Asentí.

Vi cómo desaparecía de mi vista cuando ingresaba a su habitación. Tae seguía sin dirigirme palabra alguna o al menos verme, por lo que me levanté y fui en dirección hacia él; de reojo vio mis movimientos y yo tomé asiento en un sofá próximo al de él.