VIII

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Narrador omnisciente

El reloj marcaba las 11:00 cuando la sirena informaba que iba a empezar la clase de técnica vocal. Los concursantes formaron el mismo círculo de la sesión anterior, subidos en sus pelotas de pilates. Aitana, ahora mucho más familiarizada con su papel de vocal coach, entró a la sala y los saludó con una sonrisa cálida.

- Bienvenidos a la segunda clase de técnica vocal. Hoy vamos a profundizar en lo que aprendimos la semana pasada y empezar a trabajar en aspectos más específicos de vuestra voz. Recordad que lo que buscamos aquí es control, pero también libertad, porque cantar no solo es técnica, es emoción.

Con un gesto suave, Aitana se dirigió a la pizarra donde había dibujado de antemano un esquema del diafragma y las cuerdas vocales.

- En la clase pasada hablamos de la respiración diafragmática y cómo es clave para mantener el control de vuestra voz. Hoy vamos a añadir a eso el concepto de apoyo. ¿Sabéis lo que significa? - Los concursantes negaron con la cabeza. - Vale, es cómo usamos los músculos del abdomen y el diafragma para sostener el sonido sin tensar la garganta.

Los concursantes prestaban atención, algunos tomando notas mentales y otros un poco disociados, pensando todavía en la clase anterior. Aitana los guió hacia el centro de la sala y les pidió que se colocaran de pie.

- Vamos a hacer algunos ejercicios de respiración, como en la primera clase, pero esta vez quiero que sintáis cómo el aire "apoya" vuestra voz. Imaginad que estáis levantando algo pesado con el diafragma, no con la garganta.

Colocaron las manos en el abdomen, siguiendo sus instrucciones, inhalando profundamente y luego exhalando mientras hacían un suave "ssss". El sonido sibilante les ayudaba a visualizar el control del flujo de aire.

- Ahora, vamos a hacer escalas ascendentes y descendentes, pero esta vez usaremos la sílaba "no". Quiero que sintáis el apoyo en cada nota, sin perder el control del aire.

Aitana se dirigió al piano y tocó las primeras notas. Uno a uno, los concursantes comenzaron el ejercicio. Chiara, con su tono agudo y brillante, parecía dominarlo sin esfuerzo, mientras que Álex luchaba por no quedarse sin aire al final de las escalas.

- Álex, vamos a detenernos un momento. No estás utilizando todo tu diafragma. Estás soltando el aire muy rápido, lo que hace que te quedes sin él antes de terminar la escala. Piensa en tu respiración como un motor: debe funcionar de manera suave y constante. Vamos a intentarlo de nuevo, pero esta vez más despacio.

El chico asintió y, tras varias repeticiones, comenzó a mejorar su control. Aitana continuó el ejercicio con los demás, ajustando pequeños detalles en la técnica de cada uno.

Después de varios minutos de trabajo en respiración y apoyo, Aitana cambió el enfoque de la clase.

- Bien, ahora vamos a trabajar en algo un poco más avanzado, la resonancia. La resonancia es lo que le da a vuestra voz ese sonido completo y proyectado. Quiero que imaginéis que vuestra voz no se queda en la garganta, sino que resuena en la cabeza, en la "máscara" de vuestra cara, justo detrás de los ojos.

Se acercó a Violeta, que aunque se notaba el progreso en su proyección, la vocal coach sabía que podía dar más aún.

- Violeta, tu voz es muy bonita, pero sigues cantando "hacia adentro". Vamos a hacer un ejercicio con "mmm", para que sientas cómo tu voz puede resonar en tu cabeza.

La profesora le mostró el ejercicio y, tras varios intentos, la pelirroja comenzó a sentir la vibración en su rostro, notando una diferencia en la proyección de su voz.

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