Capítulo 4

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Tatuaje

La sangre se ve negra a la luz de la luna

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La sangre se ve negra a la luz de la luna. Es por eso que no use el color rojo en la pintura, solo somos él y yo, bajo la luna, con un toque más oscuro, solo yo sabré el significado del porqué es tan oscura está pintura.

Muerdo mi labio y cierro los ojos un momento, puedo sentir el toque de sus dedos trazando mis venas, sus labios besando los míos, lo brusco y rudo que fue. Como todo mi cuerpo reaccionó tan bien a él, a esa toma tan posesiva. Me encanto. Tanto que olvidé que había matado a alguien ese día y qué él nuevamente se deshizo del cuerpo. Sus palabras de que puedo matar a quién sea y que él va a desaparecer los cuerpos me hace sonreír más de lo que debería pero si solo así podré verlo, tocarlo, sentirlo y... fuertes golpes en mi puerta me alarman y salgo de mi trance. Limpio mis manos y voy a abrir la puerta.

— ¿Jack?

— Hola Gustabin, ¿puedo pasar? ¿Traje comida china?

Jack Conway... a veces siento que es una espina que no me puedo quitar del costado, pero al mismo tiempo es una espina que no quiero retirar, pues además de mi lobo nocturno, este hombre logra activar fibras sensibles en mí. Me hago a un lado y lo dejó entrar, su aroma a canela me hace tener un deja vu ¿cuantas veces me embriague con ese aroma mientras me hacía suyo? Lo miró observar el penthouse, estuvo una vez aquí pero no es como si viniera a ver el lugar, solo vino a follarme y se fue en la mañana. Poco después de ello termine con él.

— ¿Qué ocurre? – pregunte mientras lo llevaba a la cocina.

— ¿Supiste del otro cuerpo desmembrado?

¿Cómo no saberlo? Salió en todos lados y además esperaba la noticia, tuve que aguantar mis ansias de ir a comisaría para indagar del caso. Asiento ligeramente con la cabeza mientras Jack saca la comida de la bolsa y yo sacó la botella de vino.

— Tengo mis sospechas de quién es, tiene un patrón que me hizo reconocerlo.

Mi instinto me hace mirar el lugar en dónde están mis cuchillos, él está del otro lado de la barra por lo cuál tengo una ventaja de al menos 4 segundos para tomar un cuchillo y hacer algo. Vierto el líquido rojo en las copas y me acercó a él, me está mirando pero no lo hace de manera diferente a las otras. Aún prevalece ese brillo de esperanza y de cariño. No lo sabe aún... me relajo un poco y le doy un sorbo a mi vino. Sin embargo, sí ha encontrado un patrón y no es el mío, es el de mi lobo nocturno, mi hombre de ojos tormenta y eso me da un vuelco al estómago.

¿Dejaré que atrapen a mi hombre? Pensar siquiera como "mi hombre" me provoca un cosquilleo en la entrepierna, pero pensar en qué pueden indagar más sobre él me provoca nauseas. No pueden atraparlo. No puedo permitirlo.

— ¿Un patrón? Supongo que me contaras sobre ello – pestañeo un par de veces y sonrió sin apartar la mirada de la suya. Sí algo conozco de mi Jack, es qué puedo tenerlo en la palma de mi mano con una simple mirada. – ¿Aún quieres mi ayuda?

Love CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora