Ushiten {One-shots/Drabbles [AU] [Haikyuu]}

2.- Mensajes a Tendou

Canciones (opcional):. So beautiful - DPR IAN

Resumen: Satori le escribe cartas a su amado Ushijima, esperando cada día ansioso una respuesta.
Género: Angst (según yo)

—

Mis días al lado de Satori Tendou, sin duda habían sido de los mejores. No solo por el hecho que fuese la persona que más amaba, o el hecho de que me cautivase escucharlo, hablar por horas y horas de temas diversos. No entendía de dónde sacaba muchos temas variados, nos pasábamos la mayor parte del día uno al lado del otro, solo agradecía que podía escucharle.

Hablar, jamás había sido mi fuerte. Agradecía que Tendou sí tuviese ese don.

Tendou, Satori Tendou ¿Dónde estás? No recuerdo cuando hablamos por última vez después de salir de la escuela preparatoria, y tampoco recuerdo nuestras últimas palabras, solamente dejamos de comunicarnos muy seguido por azares del cruel destino. El contacto por teléfono no era del todo agradable, no solo por el motivo de no tenerle frente a frente: el horario; en París eran las 5:51 de la madrugada, mientras que en Tokio eran las 10:51 de la noche, sé que su panadería abre a partir de las siete de la mañana, así como sé que me ha ignorado mis últimos mensajes de texto o al menos eso he deseado creer.

Fui muy cobarde para confesarme cuando éramos más jóvenes, desperdicié quizá la única oportunidad de poder tener una relación con él o quizá y me salve de un abrupto rechazo... Jamás lo había visto salir con algún chico y mucho menos con una chica, quizá y no tenía interés en las relaciones. No sé, no puedo juzgar algo que no conozco, solo lamento mis decisiones del pasado en las cuales no hice nada al respecto.

Por más que viese al techo, este no iba a cambiar, era igual que desde los últimos treinta minutos: liso, blanco y con una ligera grieta. Si lo veía otra media hora no iba a cambiar su forma, o si lo veía por dos horas; era lo mismo, aunque si...

El sonido del celular, ¿Tendou? Fue el primer nombre que llegó a mi mente, pero la realidad de la decepción me gritó a la cara al ver una notificación de Oikawa; para infortunio estábamos en el mismo equipo de la universidad. No esperaba verlo jugar nuevamente después de su lesión de rodilla en el último año, y ahora solo por molestar (o eso creo) me escribe a diario mensajes aleatorios.

¿Qué más daba?

«Hola, Tendou.» Pero no fui capaz de enviarlo. Había varios mensajes más sin responder. Nada especial, solo extrañaba saber de él.

Casi mitad de la noche, y me sentía aún incapaz de poder enviarle algún mensaje de texto.

[...]

Me gustaba pensar que Tendou tenía su día muy ocupado que no le daba tiempo de ver el celular, que no podía despegarse de la cocina porque su panadería era alguna de las mejores de todo París, y que se situaba en una de las zonas más turísticas; o al menos era un final que deseaba ver para la persona que más amaba.

Entre todos mis amigos y compañeros que he conocido a lo largo, él era quien merecía ser feliz o al menos poder disfrutar lo que la vida le podía ofrecer a futuro. Ya lo había visto llorar por múltiples abusos, maltratos, solo no pude hacer nada en ese momento.

—Te ves horrible. — y así comenzaba nuevamente el entrenamiento del día. Oikawa era la definición en persona de esa famosa frase "calladito te ves más bonito."

—No dormí bien por la noche. — quería y anhelaba terminar la conversación en ese instante. No estaba de humor para su agrio carácter y mucho menos para escuchar su chillante voz, pero Oikawa tenía otros planes; no dejaba de hablar y hablar. Me fastidiaba y era lo bastante obvio para que se pudiese percatar, solo que parecía ser que ignoraba ese hecho.