Ushiten {One-shots/Drabbles [AU] [Haikyuu]}

1.- No me dejes [Especial de Halloween] [AU]

Canciones (opcional): Mother Mother - Ghosting / Phantasmagoria - Ashbury Heights. 
Resumen: Tendou es un espíritu y Ushijima lo molesta en una noche de Halloween, por lo que Tendou comienza a molestarlo cada noche.
Género: Romance (según yo) 
Leve mención de Bokuaka, Kuroken 

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"No me dejes"
(Especial de Halloween.)

Ushijima se había despertado a mitad de la noche por un ruido en seco. Claramente, algo se había caído de la cocina, lo quería ignorar, pero ¿cómo iba a ignorar los ahora múltiples trastes de la cocina cayendo uno tras otros por noches seguidas? Sartenes, cucharas, cuchillos; sonaban como si alguien estuviese jugando a lanzar uno en uno, era la quinta noche consecutiva que despertaba por la madrugada. Era molesto no dormir bien, y más molesto aún esos estruendosos sonidos que penetraban en su cabeza.

¿Valía la pena bajar? Todo parecía estar en orden siempre que bajaba, además el frío del invierno no ayudaba, ya que su departamento de estudiante era tan barato que no contaba con calefacción.

Pasaron cinco minutos, después diez minutos, esos diez minutos se convirtieron en quince, y así fue corriendo el tiempo hasta que finalmente había pasado 1 hora. Solo que, después del paso de aquella hora, el chico de ojos verdes había perdido el sueño, y una vez más por culpa de los eventos de Halloween no podía dormir.

[...]

—Te ves horrible.— habló el chico de cabello negro despeinado.

—Así es Ushibro, te ves horrible.— afirmó el chico de ojos dorados sentado a su lado. Para suerte o mala suerte, Ushijima se había encontrado en la Universidad a Kuroo y Bokuto, uno estudiando medicina y el otro estudiante de derecho. Nadie sabía cómo es que Bokuto había ingresado a la carrera de leyes, pero era algo que todos estaban bien sin saber.

Ushijima les veía con desdén. A causa de la insistencia de ambos en reunirse para hacer una noche de películas de Halloween con Oikawa, Akaashi y Kenma, terminaron por acordar que era aburrido y lo mejor era jugar a la ouija; al menos Kuroo era quien había influenciado a Bokuto y a Oikawa arrastrando en sus desventuras a los dos chicos restantes.

—¿Y si mejor se deshacen de esa cosa?— reprochó Wakatoshi. —Dijeron que sabían cómo y ya ha pasado una semana.— estaba completamente irritado. La falta de sueño le ponía de mal humor como a cualquier persona, implicando que no podía tolerar las tonterías del dúo dinámico que parecía compartir una neurona.

—Akaashi sabe, le pediré ayuda.— No, Akaashi no sabía. Bokuto solo atribuía dones y habilidades a su novio porque le gustaba presumirlo como alguien muy inteligente, el cual sí era, pero Bokuto exageraba un poco.

[...]

La noche caía nuevamente y con ello la esperanza de poder dormir se desvanecía; odiaba admitirlo, pero Wakatoshi se moría de miedo cada y que se ocultaba el sol, ¿Si aquel inofensivo espíritu solo estaba en la cocina debía implicarse que era amigable, cierto? Si bien dicen, lo mejor es no meterse con fuerzas desconocidas, a lo que el jugador de voleibol trataba de mantenerse al margen y no tratar de averiguar por su cuenta si era amigable o malvado.

El reloj marcaba las 3:40 de la madrugada y los sonoros trastos comenzaron a sonar intensamente golpe tras golpe, despertando a Wakatoshi. Iba a ser el octavo día sin dormir bien, y esta vez no iba a seguir tolerando aquel ruido en la cocina. Reunió el valor necesario para bajarse de su cama, así poder darle fin a aquella pesadilla nocturna; hubiese sido una fantástica idea si el causante del ruido fuese algún animal o vecino molesto, entonces, ¿Qué plan tenía el ojiverde? Solo llevaba consigo un poco de valor que tardó días en juntar, una vela blanca encendida, una biblia, y algo de agua bendita. Esperando que estos objetos sirviesen de algo, muchas películas atribuían estos objetos al momento de realizar exorcismos, pero claro, todo era ficción, nada era similar a aquella cruel realidad que estaba viviendo Wakatoshi.