Capitulo 3

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Me pongo el cinturón de seguridad, y enciendo el motor. Dios, ¿cómo llegue hasta esta situación?

Los golpes en el vidrio se hacen más fuertes, al igual que mi determinación: salir de aqui. 

Después de todo, es lo mejor para los dos. Él necesita de una Luna, una alfa, una mujer que este dispuesta a pasar toda su vida en la manada... Y yo no soy esa. Claramente el destino, la diosa luna, o quien quiera que se encarga de emparejar a los lobos, cometió un error. Aunque mis instintos me gritan que no es así.

Arranco y veo por última vez a mi compañero. Sus golpes no cesan. Me da lástima, así que no puedo enojarme con él. Es natural por parte de un compañero el querer estar con su pareja desde que la ve por primera vez. 

Supongo que soy una excepción. Siempre lo he sido.

Ignoro sus golpes, a él corriendo detrás del auto, sus gritos, él cayendo sobre sus rodillas con la cara entre las manos.

 Decido no mirar más, probablemente si lo haga terminare tomando una decision estúpida. 

"Es lo mejor". Me lo sigo repitiendo a mi misma, pero no puedo evitar el cuestionar me lo a mi misma.

Carajo, lo mejor es que me vaya a otra ciudad, deje que las cosas se enfríen en mi cabeza y volver por mis cosas para mudarme permanentemente.

¿A dóde ire? Nueva York, Los Angeles, Miami talvez... O hacer un cambio radical y mudarme de pais. O continente. 

Ya decidiré luego, por el momento solo iré a un pueblo desolado, donde mi compañero no me encuentre. Porque me va a buscar. Creo, pero es mejor prevenir que lamentar.

Voy dirigiendo me a una localidad cerca de San Francisco. 

Los cambios son buenos, solo debo adaptarme a ellos. 

.........................................Cinco años despues................................................................

Estoy lista para volver.

La lista de cosas que he hecho durante este tiempo no se puede contar en un dia. He aprendido tres idiomas: aleman, frances y portugues. Y si, me mude. A Alemania, a un pueblo cerca de Dresden a estudiar leyes y filosofia. Un amigo y yo iniciamos nuestra propio buffet, y tratamos casos amibientales. Razon por la cual regrese a Estados Unidos. Stan's pharmacys, la empresa a la cual mi compañero, Barend, y yo demandamos por millones. Les acusamos de contaminar el agua de varias lagunas, acabando con la vida a su alrededor. Así que estoy aquí para recoger evidencias y acabar con la empresa.

Ya ha pasado cinco años desde el encuentro con mi pareja, y creo que ya se habrá cansado de esperar.

 A parte, por favor, huí de él. Literalmente salí corriendo al darme cuenta de quien era él. Si los alfas consideran como una ofensa el no inclinarse ante ellos al verlos, imaginen se como estará su ego al haber salido corriendo. Yo, su compañera. El bastardo no habrá tardado más de un par de meses en darse cuenta que no volveré. Si, le pongo como mucho dos meses.

Sonrió a mi misma sabiendo que estoy en lo correcto.

Voy subiendo las escaleras anti incendio del edificio. Es mejor prevenir que lamentar, aunque podría poner mis manos al fuego jurando que mi compañero fue a por otra chica, debo de ser caudalosa.

La ventana de mi apartamento entra en mi campo de vision, me acerco más. Sonrió, mis rosas no se han marchitado. Eso es extraño, si han pasado años... Cuando de repente el olor me golpea. El olor de mi compañero. Mierda. 

Bajo siendo cuidadosa de no producir ningún ruido. 

La ventana se abre, y hacemos contacto visual. Me quedo de piedra, y atolondrada. La luz acaricia su rostro y me fijo en cuan hermoso él es, sus ojos grises guardando en ellos tantas emociones, su nariz perfilada y un poco  larga, sus pómulos delicados pero a la vez masculinos. 

Salgo del trance cuando escucho los pasos de alguien acercando se. Doble mierda. Por haber estado pendeja por unos minutos, no me di cuenta que el había hablado con alguien por la conexión mental.

Veo mis opciones: saltar de las escaleras, arriesgarme y pelear con los dos morenos enfrente a mi, rendirme.

La segunda será.

Mi pie impacta con el primero de ellos, de ojos verdes. No se lo esperaba, así que le deja atolondrado por unos minutos.  No pierdo tiempo y voy por el segundo, pero este ya esta preparado para mi patada, pero no para mi puñetazo en la nariz. Al igual que yo no estaba preparada para el pinchazo en mi cuello. 

Siento mi fuerza desvanecerse y sueño apoderarse de mi mente. 

'¡Secuestro!' Quiero gritar, pero ya no soy capaz ni de mantener mis ojos abiertos.

Lo ultimo que veo es a unos labios suspirando un 'duerme'.


¡No quiero estar contigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora