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Fue como si estar drogado se sintiera bien, o eso pensaba Rin Itoshi cuando vio su cara de horror tras soltarle la esperada noticia.
El de hebras oscuras recordaba esas noches de insomnio en dónde el humo del cigarro de su amiga bailaba en su casa, con el brazo recargado en el respaldo del sofá y su cabeza mirando al techo
—Ella planeo todo esto. —Susurró con ironía al pensar en Satō
La modelo miraba su celular sin interés de los murmullos inexistentes de Rin, llevando el cigarro manchado de labial a su boca para después dejar salir el humo.
—Deja de ver la hora Rin, ella no te va a llamar. —Dijo molesta la rubia —Arruinaste su relación, dale tiempo de soltar todo..
Rin deslizó su mirada de forma lenta a la figura de su amiga, había pasado tres semanas desde que ___ Satō termino con Nagi Seishiro, y extrañamente aún no llamaba a Rin.
Reo la busco, para arreglar los problemas de su amigo.
— ___, por favor abreme.. —Pidió el pelimorado frustrado por la negativa de su amiga —Hablemos... mira Nagi está igual que tú...
Pero ella no creía que al chico que amo estuviera así de mal, levantándose de su lugar abrió la puerta de golpe para mirar la liris morada del heredero.
—¿Entonces por qué Nagi no está aquí?
—¿Qué? —Preguntó de vuelta el chico confundido, mirándola con el ceño fruncido y los ojos cristalizados
Ella esperaba, realmente esperaba que Nagi estuviera en su puerta pidiéndole perdón decentemente, pero al parecer una buena disculpa no la merecía.
—¿Por qué Nagi no está aquí? —Preguntó otra vez apretando los puños —¿Por qué estás tú aquí en lugar de él?
Mikage no sabía que decir, o como actuar. Se acercó para tomarla de los hombros pero fue apartado de forma brusca por ella misma.
Sus lindos ojos se convirtieron en un lugar desolado, un lugar en dónde el brillo de las estrellas no llegaba más.
—Solo vete Reo, necesito estar sola. —Cortó con la interacción desviando la mirada
Pero Reo Mikage era tan bueno, saco su billetera para entregarle una porción considerada de billetes antes de mirarla con tristeza
—Si necesitas algo, no dudes en llamarme. —Pidió dejando un beso en su frente para posteriormente retirarse de su casa
Mikage llegó a su casa aturdido y cansado, miro a su hermana con su novio en la grande sala de estar mientras se deslizaba por el sofá.
—Reo, luces cansado. —Dijo su hermana mientras acariciaba a su novio
—Fui a ver a ___. —Soltó cubriendo su rostro con ambas manos fatigado —No se porque Nagi hizo eso, es tan frustrante.
