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Avanzaba como podía, se me abrieron las manos, incluso. Hasta que llegue a una pequeña casa, casi en el centro de la ciudad de Birmingham, para llegar a Manchester hacía falta un auto porque ir caminando sería un suicidio.
Acondicioné el lugar, y lo hice bastante cómodo, tenía como un gimnasio en mi casa. Con mucho esfuerzo lo conseguí, y nadie lo sabía.
Comencé a entrenar físicamente lo debido, que es 1 hora y media, así me dijo mi papá...
Al llegar la noche tuve que salir a la tienda, ¿porque? Los que están atentos sabrán que aún no tenía balón de fútbol, esto es lo que tenía: 5$ y mi dignidad.
Salí abrigado porque estaba nevando, pero tenía que conseguirlo sí o sí, no encontré nada...
Dios mío... ¿Tantas horas para nada? Espera hay algo más, la última esperanza. El Woolworts, estaba un poco sucio, pero se podía comprar. Pregunté y... Nada.
En ese momento, al salir por la puerta de aquel Woolworts, un señor me tocó el hombro, me volteé y me dijo: ¿Quieres jugar fútbol? Yo por dentro, ese momento, era pura felicidad.
¿Quién era este señor? Se preguntarán, pues yo ya lo había visto, cuando jugaba en el orfanato, el se paraba ahí y varias veces se ponía a anotar en su libreta sobre las jugadas o los jugadores, no sé, algo anotaba.
Harry se ofreció a entrenarme porque me dijo que tenía, "El potencial más grande que había visto". No había jugador en ese momento, con esa edad de 16 años, que marcará tantos goles y tuviera tanta explosión en el campo.
Me dio un balón de fútbol muy bueno, que voy a recordar para toda la vida, un clásico Allen del Mundial de 7 años, el de Francia. Luego vino lo mejor, me llevó a un taxi, y fuimos al centro de Birmingham, al gran Birmingham City Football Club, la cantera.
Llegué ahí y me enseñó todo, era de verdad muy, pero que muy moderno para la época. Las instalaciones del St. Andrew eran hermosas, esos azules... Vi a jugadores profesionales, otros de bajas divisiones, pero todo era vistoso. La vida por un momento la vi diferente.
Me llevó a un lugar un poco más lejos, en otro mini campo un poco más pequeño, ese era para las prácticas de mi categoría sub-17, para adolescentes de 16. Al poco tiempo comenzó a llover, entonces le pregunté: ¿Cuando me puedo ir, entrenador? Y su respuesta, impactante: "¿Qué eres tú, un hombre amante de este deporte o un gallina que le da miedo la lluvia? ¡Sigue jugando!"
Estábamos haciendo zigzags, definiciones de tiros y pases largos. Hablando de mis compañeros, uno que otro podía soportar. Llegó el momento de un espacio reducido, un mini partido de puros pases.
Ahí fue cuando en verdad sorprendí a Harry, cuando fui a tomar un balón en la banda, le vi a los ojos y me dijo con la mirada: "Sigue así, continúa que llegarás lejos".
Era el único diferente en la cancha, pero había otro compañero muy bueno también, pero no le agradaba demasiado.
Al final de la primera práctica, Harry habló: "Oigan, vengan, acérquense todos. Primero que nada, exijo respeto, con el nuevo compañero tanto como con todos los demás, el mal trato que le den a él será peor para ustedes tanto aquí como en los partidos de liga y copa. Quiero, por favor, responsabilidad, las prácticas empiezan a las 10:00 am, el jugador que llegué a las 9:40 am, me dará 500 flexiones dentro de los próximos 2 días, ¿ok?, tienen que estar aquí ya a las 9:20 am, más tarde".
"Quiero disciplina, quiero entrega, jugador que muestre al menos pizca de rebeldía, será castigado. No será convocado a los partidos, ojo, lo máximo que puedo hacer con jugador así, es ponerlo en la banca, pero perderán la oportunidad de un partido con más minutos para ustedes".
Salí de ahí con unas expectativas altísimas, debido al cambio de ambiente, al estilo de juego del equipo, etcétera... Entonces me llamó Harry, contándome que lo llamaron del orfanato...
¿Cómo sería la expresión de mi cara en se momento? Impactado sería normal, aterrado es la palabra, y ni siquiera había contestado la llamada. Harry me pasó el teléfono y...
Me alegré un poco, porque la que estaba al teléfono era la Directora Marián, me habló sobre mi escape, por qué me fui, entre otras cosas... Pero al final me contó que cierto amigo mío, estaba en el hospital...
¿Cómo reaccionar, Dios mío? Héctor era literalmente un hermano en el orfanato, 8 grandes años con él, necesitaba verlo definitivamente.
"No todo es fútbol, sino también las amistades que haces en el camino"
Angel Márquez © 2024
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ARC I
ActionEs 1939, y tras sobrevivir una explosión decides concentrarte en una cosa: El fútbol profesional, pero algo cambiará en tu realidad.