5 ~ Manchester

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1 año después…

Qué tiempo ha pasado, como se refleja mi crecimiento físico, mental e incluso espiritual en este año que tuve… Uf, que fuerte.

Héctor sigue en coma, Deyna sigue en Birmingham y yo… En Manchester.

Es como… Si la vida estuviera a mi merced, pero no hay que pensar así, me di cuenta que cuanto más te exiges más piensas que te falta nivel, pero no es para nada así, es lo contrario.

Harry me acompañó al tren el 48’ más o menos, en diciembre, ya para el otro año estaría mejor.

Nunca había hecho un viaje tan largo, Deyna me convenció para que se fuera conmigo, pero… ¿Y Héctor? No tenía nadie…

Fue aproximadamente 1 hora y algo, no me acuerdo, pero si me gusto bastante el paisaje, y el tren.

Estaba bastante bien, a pesar de aquella tragedia del Christmas Blitz del 40’, todo se veía radiante. “Ven, ven rápido, no perdamos tiempo, necesito que nos alejemos en algún lado para llegar a Old Trafford” me dijo Harry. “El nuevo estadio que repararon, ¿cierto?” Le respondí. “Así es hijo” Me dijo.

Llegamos a Queens, estaba muy bonito en ese entonces, y sumamente en buenas condiciones. “Harry, ¿vas a pagar 50 libras?” Le pregunté a Harry, porque era demasiado, el solo me guiñó.

Me instalé en la habitación, me recosté en la cama y al rato estaba acomodando mi ropa. Harry me llevó a cenar a un restaurante que la verdad no me acuerdo el nombre, pero utilizaba los colores vinotinto y negro.

“¿Sabes que vas a hacer cuando llegues a tu práctica de mañana?” Me dijo Harry mientras comía, “No lo sé, me voy a presentar, con el entrenador, la directiva, mis compañeros…”, Le contesté.

“Ah, sobre eso último, déjame explicarte hijo, si quieres destrozar esos arcos en la Premier, hay que activarse con la física de inmediato, no andan con cuentos”, Harry añadía… “¿¡Cómo!? Un momento… Voy a jugar… ¿¡Con la absoluta!?”.

Harry sonreía… Y yo, festejaba.

Al rato terminamos la comida y salimos directo al hotel sin más rodeos, el entrenamiento de mañana comenzaba a las 8:30 am. No teníamos que quedarnos despierto tan tarde, había que llegar antes de esa hora a la práctica.













Al levantarme, eran las 5:11 am. No escuché bien porque me acababa de levantar, pero Harry tenía una especie de aparato muy pequeño que tenía un punto rojo que se apagaba y se prendía, nunca antes había o tan solo visto por algún lado algo así.

Pero no le tomamos atención…

...









Olvidamos eso y nos concentramos en lo importante, salimos, tomamos un coche y llegamos a las 6:04 am. Más o menos.

Era espectacular ese lugar, aquella zona que habían destrozado los nazis en el 40’ ya estaba tomando forma de nuevo, por cierto, el Manchester United comenzaba su primer juego de liga aquí dentro de poco.

Me fijé un poco con la vista por uno de los vestuarios antes de llegar al campo de práctica a alguien que me pareció conocido. Tal vez, en el orfanato, en un partido, no sé, no lo vi bien…

Por fin llegué al campo, y Dios mío, todos me saludaron con respeto, me preguntaron por mi nombre… Esto si es deportividad, claro, son profesionales.

Y ahí estaba, él, ya me acordé, me odiaba a muerte en el orfanato cuando jugábamos esos torneos, que recuerdos… Me acuerdo que cuando me le acerqué esto fue lo que me dijo: “Oye, aquí es diferente, recuerda eso”.

No le tome atención, como siempre, ¿cuántas veces no me han maldecido, amenazado, odiado? Y yo tan tranquilo como si nada, es que así debe ser, no hay que pagar odio con más odio, sino lo contrario.

“Para el nuevo, soy el entrenador Sir Matt Busby, ¿ok? solo solicíto respeto en cada uno de ustedes y conmigo también, si queremos quedar campeón de liga otra vez debemos activarnos ya”.

Me caía bien este señor, creo incluso que hablaba bastante con Harry, en fin… Ese primer día de práctica hice todo “normal” se puede decir. Pero lo interesante venía después de salir del entrenamiento.

No me podía creer… Ya estaba jugando con el equipo de mis sueños, era algo increíble para mí, toda mi vida esperando este momento.

“Me contaron que… Eres bueno para los goles muchacho, va empezar la liga, quiero ver cómo le haces, vas de titular”. Me dijo Busby. Uf, el primer llamado de mi entrenador, era épico.

“Oigan, oigan, mañana tendremos un entrenamiento especial para la resistencia, tendremos que correr fuerte en la arena ¿entendido?, no quiero que lloren aquí ¿sí? Ok, hasta mañana”. Eso fue lo último que me dijo Busby antes que me pasara buscando Busby.

Al llegar al hotel relajé mi pierna, porque me habían metido una patada fuerte. Me dormí al poco tiempo, pensando en Deyna, la extrañaba. Y la verdad… No me fijé si Harry había llegado a dormir, o al hotel, de por sí, pero me dormí antes y no me percaté.











Ok, necesito que estén preparados a partir de aquí, de este punto de la historia, ¿ok? Vamos...











No… desperté… en mi habitación, desde de esa noche. Pensé que era un sueño, yo sé que no lo era, sé diferenciar entre un sueño y lo real.







Todo era blanco… absolutamente blanco, como las hojas de este libro… No sabía ni había paredes, u otro tipo de mueble, algo así… Bueno, había paredes, ¿cómo lo supe? Estrellándome con una de esas.







Millones y millones de kilómetros en ese lugar, incluso daba miedo, y ese laberinto de paredes, uf, no tenía buena pinta para nada.







Vestía una bata blanca de pieza única del cuello hasta los pies, estaba muy confundido, caminando sin rumbo algo… me habló.







“No te rindas, estoy aquí…”

“¿Quién es?”.

“Yo soy el que soy”.

“¿Cómo? No entiendo…”.

“Es normal que no entiendas, escucha, probablemente estés muy confundido este momento”.

“No puedo ver nada, me estoy quemando los ojos”.

“Verás… He visto algo horrible que tramaban contra ti, que ocurrió primero con tu padre”.

“…”

“¿Mi papá, está aquí?”.

“No, pero en otro lugar mejor”.

“Espera, pensé que este era el cielo y que yo había muerto”.

“No, hijo mío, cree este lugar para comunicarme contigo, lo llamo: El ARC”.

“¿ARC…? Estoy entendiendo, me salvaste de mi horrible destino”.

“Sí, y aparte, te necesito para un recado, hijo”.

“¿Qué quiere de mí? No tengo nada…”.

“Sí, me tienes a mí, que es suficiente”.

“Claro…”.

“Vas a despertar en un nuevo comienzo, en otro año, en otra experiencia, pero seguirás siendo tú, necesito que le enseñes al nuevo siglo que es jugar el fútbol de verdad…”.

“Pero… ¿Cómo será ese lugar? ¿Habrá guerra?”.

“Tú mismo lo sabrás… Te devolveré a tu presente cuando hayas cumplido este recado, hijo”.

“Me estoy hundiendo… ¡Ah!”.











Desperté.


angel márquez © 2024

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