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"Mère"
Habían transcurrido unos tres largos días que a ojos de Rosalie fueron eternos, después del re-encuentro con Lady Mary no había vuelto a pisar el asilo y ni siquiera había tenido la voluntad de salir de casa. Lady Levi había sufrido un deterioro en su salud por lo que no tuvo oportunidad de visitarla.
Mary, quien había sido la que le informó sobre las visitas restringidas de momento, también le aconsejó quedarse en casa y que no se preocupara, ya que al parecer la situación era completamente normal para ella. Rosalie no podía estar tranquila a pesar de las constantes notas de Mary dándole noticias.
De todas formas, Rosalie no dudó en obedecer aquel consejo, cualquier cosa que la mantuviera lejos de Mary lo tomaría porque a pesar de haber compartido buenos momentos con la que fue su amiga, sabía que tenían temas pendientes, no quería tener que explicar todo desde la última vez en el internado en Lyon.
Y aunque buscaba escapar de tantas explicaciones, el escenario en su antiguo hogar tampoco era el mas alentador, su única compañia detrás de esas cuatro paredes eran los grandes cuadros de su familia en los que por supuesto no estaba incluida, había estado ausente en esa casa tantos años como la cantidad de retratos que había.
-Señorita Beaumout, la cena se servirá pronto -le avisaron mientras ella continuaba observando aquella pintura, debía ser de hace unos cinco años, o eso calculaba.
-Gracias, iré enseguida
Rosalie se preguntaba a si misma como debía sentirse ahí. Su hogar principal siempre fue en Versalles pero durante seis, casi siete años los vivió muy lejos en Lyon. Tenía sentimientos encontrados pues después de todo, aún recordaba a su madre caminando de un lado a otro por los pasillos de esa casa.
En tan solo un pestañeo yacía en la punta de la mesa con una gran variedad de opciones para comer y una mesa completamente vacía. Rosalie resopló jugando con el tenedor. Había insistido en que los empleados cenaran junto a ella pero para ellos, aquello era una gran ofensa a la familia, por lo que comió en silencio junto a las velas flamantes.
Se sentía de alguna forma inquieta, algo le decía que necesitaba respuesta a las miles de preguntas que surgían en su mente sobre su familia, Lady Levi, Mary, sobre todo Benedict. A pesar de la situación no podía olvidarse de el. Recordó las cartas que habían llegado sin parar, una parte de ella se alegró de que sus seres queridos se preocupasen. Respondió todas y cada una lo más completo que pudo, esperaba no haber saltado ningún detalle.
También recordó las palabras de su padre, que junto con unas bonitas palabras de aliento por el duro viaje que enfrentaría, dejó muy en claro su postura. Quería que hiciese las paces con Margot y por sobre todo, deseaba que Rosalie se tomara su tiempo para finalizar sus asuntos en Francia, y citando textualemente; "Lo he pensado mucho, y soy consciente de que tú que tú visita será extensa, toma el tiempo que desees. Incluso si decides formar una vida allá, estaré feliz por ti"
