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"The first ball of the season"
La noche cayó rápidamente y ambas ya se encontraban listas para marcharse junto a su padre, al ser el resto de hermanas menores de edad, no tendrían la suerte de compartir con ellas. Rosalie vestía un hermoso vestido color púrpura, su cabello negro fue trenzado y caía en una coleta hacía atrás, despejando su rostro de cualquier cabello rebelde. Una diadema decoraba lo más alto de su peinado y en su mano llevaba los guantes de seda que debería usar durante la velada.
Por otro lado, Margot era totalmente lo contrario, vestía un rosa más alegre que llamaba la atención y su cabello rubio estaba tomado dejando caer algunas ondulaciones por debajo de este, ya tenía sus guantes puestos y además llevaba su querido abanico que no podía faltarle nunca.
—¿Listas? —Ambas asintieron siguiendo a su padre y después de despedirse de sus hermanas, salieron de casa para subirse al carruaje que las llevaría al hogar de Lady Danbury. En sus adentros Rosalie rogaba porque nadie le pidiera una pieza de baile y aunque toda su vida había recibido la mejor de las educaciones, no quería exponerse a la incomodidad de una primera charla.
En cuanto llegamos, Lady Danbury nos sonrió y halagó, quizás dejando pasar por esta vez lo que había ocurrido durante la merienda, fue ella misma quién dirigió a la familia a donde se encontraba la reina para saludar —Su majestad —Ambas jovenes se inclinaron con la elegancia y fineza que las caracterizaba.
—Lady Danbury, su exquisito gusto está implantado en todos los alrededores de la casa, sin duda
Estuvimos merodeando la casa por un rato, Margot analizaba la situación mientras que Rosalie observaba con admiración a su alrededor, las obras de artes que colgaban alrededor llamaban totalmente su atención junto la decoración inspirada en la naturaleza, le fascinaban —¿Tienes a alguien en mente? —Se atrevió a preguntar despues de un rato al ver a su padre inquieto, quien las seguía de lejos.
—Tengo opciones, si — La rubia dio una mirada al cuarto para terminar observando a su hermana— Lady Danbury me ha aconsejado bastante, de igual forma, con tener opciones no basta, debo saber llegar al corazón de un caballero y conseguir la mayor cantidad de propuestas — Explicaba a la vez que bebía de su copa, asentí sin necesidad de saber más, cualquier cosa que ella necesitaría, yo estaría a su lado para ayudarla.
Después de estar un rato recorriendo la estancia, las hermanas optaron por mantenerse en un lugar establecido para ser notadas, los caballeros no tardaron en acercarse para mantener conversaciones triviales, que más que conversaciones, parecían interrogatorios para ambas, Margot respondía gustosa a cualquier duda que se plantara al frente, incluso si eran preguntas repetitivas, y es que la rubia no tenía ni un pelo de tonta, sabía como agradar a los hombres, tampoco es que fuera tan dificil, con la belleza que habían heredado y un par de palabras que inflara el ego de los caballeros y ya estaba.
