Esa misma tarde, Ratio dejó anotado en el pizarrón una actividad libre a sus alumnos en lugar de dictar sus clases habituales y los dejó trabajando solos para encerrarse en su oficina de la universidad y revisar el contrato del acuerdo de confidencialidad para encuentros sexuales casuales con Aventurino. Luego de terminarlo pensaba enviarlo por correo al apostador.
Tal vez no era lo mejor dejar la clase de esa forma para sus asuntos personales, pero sus alumnos ya eran adultos, no pasaba nada si los dejaba por un momento. No solo le servía para trabajar en el contrato. Al dejar a su clase sin supervisión y sin estar presente para contestar sus dudas podría calificar no solo la actividad sino también la habilidad de resolución de conflictos y toma de decisiones por su cuenta de cada estudiante.
Por supuesto que si tomaban el atajo fácil de hacer trampa y buscar las respuestas por internet el profesor Veritas lo notaría. No solo tenía excelente memoria, si no que la actividad que le planteó a sus alumnos era un problema de su propia autoría. Todas las fuentes existentes en la red de dicha investigación ya las había leído.
Sacó su libreta electrónica cuya carcasa simulaba un libro grande blanco con detalles azules y dorados con una pequeña máscara. Tomó el lápiz táctil que guardaba en su interior, el cual tenía diseño similar a una tiza. Comenzó a buscar en su nube el documento que había comenzado a redactar hace unos días para darle un último vistazo antes de enviarlo a Aventurino.
Pero mientras revisaba el documento y releía los términos, no pudo evitar recordar el encuentro del horario de almuerzo con el inversionista. A su memoria llegaron las imágenes del rostro sonrojado del rubio mientras aquellos brillantes y preciosos ojos se posaban sobre si rogando por más.
—Maldito apostador...Sus ojos realmente son hermosos
Susurró Ratio para sí mismo. Jamás se había detenido a analizar la belleza de Aventurino, ya que solo colaboran para financiar proyectos de investigación; El rubio tomaba los informes que Ratio le entregaba, los llevaba a su superior y luego le depositaba al doctor en la cuenta de la facultad el dinero necesario para sus proyectos en los que invertía la corporación.
Cuando estos proyectos daban frutos Ratio llevaba el resumen del proyecto a Aventurino quien tomaba los informes con los resultados de ganancias y tras revisarlos para re inversión los llevaba a su superior, Diamante.
Eso era todo el contacto que tenían, sólo se veían para negociar. Algunas veces se encontraban en la cafetería de la facultad o en la de la corporación a la hora del almuerzo. Cada vez que Ratio le hablaba con seriedad asuntos importantes Aventurino aprovechaba para responder con tono juguetón. En aquel entonces trataba de ignorarlo al ser tan ruidoso y desagradable. Pero ahora que Ratio lo tenía más cerca y que había probado ese delicioso y excitante lado de Aventurino, no dejaba de pensar en él.
El erudito posó sus brazos sobre el escritorio y llevó ambas manos a su rostro mientras se dedicaba a pensar en Aventurino. Su cabello era suave, delgado y sedoso con un dulce aroma a menta.
Ratio recordaba cuando estaban en la pizzería a ratos alumbraba el sol entre las nubes, los rayos se posaban sobre sus mechones rebeldes iluminando el cabello de Aventurino. Esbozo una sonrisa al recordar cómo se sentía ese suave cabello entre sus dedos, y otro recuerdo llegó a su mente.
La piel de Aventurino, que a pesar de tener varias cicatrices era muy suave y se sentía fría, refrescante. Con cada toque su piel se derretía por dentro. Era la piel más suave que había tocado en su vida. Y al recordar aquella sensación también vino a su memoria el sabor de sus labios y lo dulce del roce de su lengua.
Negó con la cabeza y lanzó lejos el lápiz de la agenda digital.
Él estaba enamorado de Herta y sentía leve atracción hacia Ruan Mei por su aventura en el pasado. No estaba ni lo más mínimo interesado en ese apostador arriesgado. No podía ser que un instinto primitivo proveniente de las hormonas mezclado con el recuerdo del encuentro con ese ludópata nublara su juicio logrando alterar sus sentimientos.
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Devil Velvet Wish ♤RatioRine
FanficTras ser rechazado por la chica de sus sueños, Veritas Ratio va al bar del campus universitario en el que trabaja y se encuentra con Aventurino, con quién pierde una apuesta entre copas y debe concederle un deseo el cual los lleva a establecer una r...