Capítulo DIEZ

1 1 0
                                    


RINGO UCHIHA

Luego de la crisis que tuve me cambiaron de ubicación, por lo que ahora no podía verlo. La última vez que hablamos me había dicho su nombre, Sasuke, supongo que eso nos hacía levemente cercanos. Mi estado era muy crítico, por lo que me tuvieron en este lugar varios días. Me constaba mucho siquiera abrir los ojos, la mayoría de mis recuerdos no eran claros y solo podía reconocer la voz de Kabuto.

Sabia que ellos estaban intentando varias cosas conmigo, pues cada que me inyectaban el dolor me despertaba, sentía que mi brazo no aguantaria más, sentía que cada vez mi vida se perdía más y más, solo me sentia como un objeto con el que jugaban. Era normal mi sentir; desde que quitaron todo flujo de chakra en mi cuerpo, me volví más dependiente de fármacos y más débil; sin embargo, luego de ver el sol, había decidido que no quería morir de esta forma; tenía que buscar una solución; tenía que marcharme de aquí.

Una enfermera nueva fue asignada para cuidarme todos los días. No sabía qué había pasado con la chica anterior a ella, supongo que estaba en problemas por dejarme salir o algo peor, sin embargo, ella habló sacandome de mis pensamientos.

—Sabes, tu amigo se ha detenido todos los días en la puerta de la que solía ser tu habitación —me dijo con suavidad—, sin embargo, nunca se anima a preguntar por ti —se detuvo a pensar, mientras pelaba una manzana—. Creo que es tímido.

—¿Sabes qué pasó con la mujer que solía cuidarme antes? —le pregunté con una voz temblorosa. Me constaba hablar.

—Escuche que lord Orochimaru se encargaría de ella; estaba muy molesto por tu recaída —me dijo un poco seria. Se puso rígida, supongo que para variar ella tampoco estaba aquí por voluntad.

—La culpa debería ser mía, después de todo yo soy la que no aguanta—, entonces sentí las lagrimas caer por mi rostro, dolió.

—Lo que hacen aquí no es para nada humano, creo que haz aguantado más de lo que cualquiera podría —agarro mi mano con suavidad—, te voy a dormir bonita, trata de descansar bien, si mejoras podrás ver a tu amigo pronto.

Solo me había dicho su nombre, ¿Cómo podría ser mi amigo? Sin embargo, el pensar que podría volver a tomar el sol me hizo feliz; luego de eso mis ojos se cerraron.

Nota de autor: Espero que estén amando a Ringo tanto como yo; siento que cada día podemos conocer un pedacito más de ella.

Y celebremos que llegamos al capitulo diez.

Dejen sus opiniones aquí.

No olviden votar, los amo.

EL CLAN UCHICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora