Tentación (Jenlisa)

Capítulo 8

--Jennie--

De un salto bajé de la cama en caso de que entrara, si nos veía de esa manera ambas iríamos directo al calabozo por el resto de nuestras vidas, o peor aún, seriamos lanzadas a la hoguera.

—Ya voy—Contesté tomando mi ropa para poder vestirme.

—Te espero abajo.—Escuchamos como sonaban las tablas de la escalera, recién en ese momento pudimos respirar con normalidad.

—No puedo permitir que le suceda algo a Rosé—Podía ver la preocupación en sus ojos.

Con agilidad la detuve del brazo antes de que saliera. Me miró confundida por un momento, pero antes de que pudiera decir algo junté nuestros labios en un largo beso.

—Esto no se repetirá, ya no volveré a pecar contigo, solo fue algo del momento.

No hubo respuesta de su parte pues ambas salimos de la habitación con rapidez, ella para ayudar a su amiga y yo para frenar al padre Woo antes de que cometiera una locura.

—¡Padre!—Alcé la voz para que me escuchara—Están equivocados, ella no es bruja yo...yo...—Tomé su brazo para detenerlo, lo cual no era de su agrado. Por un momento temí su reacción—Es solo una pobre mujer que vive en el bosque.

—¿Sola?—Cuestionó de inmediato.

Si decía la verdad Lisa también correría peligro, tenía mis sospechas de ambas, sin embargo no podía arriesgarme a culpar a mujeres posiblemente inocentes.

—No, tiene familia—Mentí.

—Bien, pero ahora debemos asegurarnos de que no sea una bruja y si no quieres quemarla entonces será lanzada al río.

—¡SUELTENLA!—Lisa corrió hasta la carreta—¿Estas bien, Rosié?

—Veo que tu amiga y esa mujer se conocen.—Me quedé como piedra, no sabía que hacer ni que responder.

—Viven cerca—Fue la respuesta que salió de mis labios.

—Entiendo, vamos a ver de quién se trata.

Con pasos agigantados se acercó hasta donde estaban Lisa y Rosé, allí la observó y dirigió su mirada a mi. Fue entonces cuando me hizo una seña para que me acercara.

—¿Park Roseanne?—Preguntó.

—Así es—Contestó esta.

—¿Hija del antiguo panadero?.

—Exactamente.

—¡Por Dios Jisoo!—Miró a mi hermana—Es imposible que esta
muchacha se dedique a la hechicería. La conozco desde que era una niña.

—Pero...—Jisoo intentó hablar, sin embargo la interrumpió.

—Nada de peros, mejor busquen brujas verdaderas. Nos vamos a morir de peste y ustedes aún no me traen culpables.—No dijo nada más, solo se dio la vuelta y se adentró nuevamente en la iglesia.

—Bien, ya que pasó el momento de tensión ¿PUEDEN SACARME DE AQUÍ?—Regañó la Rubia.

—Disculpa, no me había presentado— Jisoo se acercó a Lisa y tomó su mano para besarla—Jisoo Kim.

—Encantada, Lalisa Manobal—Le dedicó una sonrisa bastante sospechosa—Ahora, ¿se puede saber por qué tienes a mi amiga dentro de esa carreta como si fuera un animal?.

—La encontré deambulando por el bosque.

—¿Y?,

—Eso hacen las brujas—Fue su respuesta.