Tentación (Jenlisa)

capítulo 10

Jennie:

—¿Qué está sucediendo?—Pregunté interesada al ver cómo Lisa se adentró en la choza.

—¿No sabes? esa mujer es la heredera al trono de Scáth Glas, su padre es el mismísimo rey—Comentó Taehyung.

—No—Susurré intentando reír.

—Si quieres te cuento la historia—Ofreció.

—Te lo agradecería.

—Jennie, creo que es mejor que...—Jisoo se acercó a mi.

— No, Jisoo.

— Esta mujer, Lalisa Manobal huyó del reino cuando tenía tan solo 17 años. Se dice que tuvo una aventura con una de las sirvientas y que el rey las descubrió en pleno acto.

No supe como reaccionar en ese momento, por mi mente solo pasaba la imagen de ello y me hervía la sangre al saber que Lisa había sido tocada por otra persona que no era yo, y que alguien más la había hecho suya antes que yo.

— ¿Y qué hizo el rey?—Preguntó mi hermana, cruzándose de brazos.

— Pues obviamente desterró a la sirvienta y encerró a Lisa en sus aposentos para que pudiera recapacitar. Sin embargo fue ahí cuando ella descubrió su magia y la aprovechó para escapar—Tomó un poco de aire—Se dice que a lo largo de estos años la ha utilizado para seducir chicas vírgenes, por eso el rey la quiere de vuelta, para que no siga dañando a más familias.

— Ella...Lisa no sería capaz de hacer eso—Defendí mientras negaba con la cabeza.

— Te lo aseguro, Jennie. Ella es capaz de cualquier cosa.

— No, ya deja de mentir—Intenté ocultar mis ganas de llorar.

— Un momento, no me digas que tú... — Me miró con duda.

— No—Respondí de inmediato—Es... es imposible.

En ese momento entendí todo, de seguro Lisa había utilizado su magia para seducirme, eso me rompió el corazón. Le había confesado que era a quien realmente deseaba en mi vida....Con quien me quería casar.

— Váyanse—Dije.

— Pero...

— ¡QUE SE VAYAN!

Los tres me miraron sorprendidos y se montaron a sus respectivos caballos, luego de esto desaparecieron por el mismo camino que habían llegado. Me sentía dolida, destrozada, decepcionada y todo lo demás, por un momento pensé en renunciar al monasterio e irme con ella a donde nos llevara el destino, pero todo eso se había ido a la mismísima mierda.

Caí de rodillas en la tierra y las lágrimas se hicieron presentes, no quería llorar por lo sucedido, pero a algo dentro de mi le era imposible no hacerlo. Con vergüenza bajé el rostro pues me había fallado a mi misma, le había fallado al monasterio y también a mi religión. Sin embargo la idea de que había utilizado magia en mi desapareció de inmediato, sería incapaz de hacer eso.

— ¿Jennie?—Escuché decir frente a mi. Era Lisa. Sin embargo no levanté el rostro

—¿Que sucede?.

— Nada que te interese.

— ¿Cómo no me va a interesar? Mírate como estás.

Me quedé en silencio, necesitaba verla a los ojos por última vez y decirle que me arrepentía de mis palabras. Tal vez no eran muy significativas para algunos, pero admitir que me gustaba una mujer ya era un gran paso para mi, o en realidad un error.

— ¡No te quiero volver a ver, Lisa!. Hasta aquí llegó todo lo que teníamos, amistad, romance o lo que fuera eso.

Había un lado de mi que no quería aceptarlo, pero absolutamente todas aquellas palabras las estaba diciendo para que se alejara de la aldea y también de mi, no quería que le hicieran daño ahora que sabían que era una bruja. No soportaría verla siendo torturada o quemada frente a los aldeanos.