Delirios al aire

De Luz a Recuerdo

Hola, luna... ¿tienes un momento? Necesito hablar contigo.

Hoy vi a alguien, alguien que se ha vuelto una extraña para mí.

Fue extraño, porque aunque ya no la reconozco,

sé su nombre, su historia, sé cuándo nació y qué la hacía soñar.

Sé cada pequeño detalle de su vida, como si estuviera escrito en las estrellas...

Pero ahora es una desconocida, una sombra que vaga entre recuerdos rotos.

Luna, ¿alguna vez has sentido algo así?

Como si alguien que fue parte de ti se desvaneciera,

como si todo lo que compartieron se convirtiera en polvo,

y de repente, te quedas con nada más que un eco lejano de su risa.

Sé que le gusta el olor a lluvia, y que odiaba las despedidas,

pero aquí estamos, separados por un abismo de silencio.

¿No es cruel, luna? Que alguien tan cercano se vuelva tan distante.

Me pregunto si el destino juega con nosotros, si se burla de las almas que aman.

Porque a veces parece que solo las buenas personas sufren,

que el amor duele más de lo que debería,

y que los recuerdos solo sirven para torturarnos cuando ya no queda nada.

Luna, ¿qué hago con todo esto que siento?

Ella fue mi luz, mi risa, mi vida...

y ahora no es más que un reflejo lejano en tus noches claras.

Tal vez, algún día, puedas llevarte este dolor con tus sombras,

porque yo... yo ya no sé cómo dejarla ir.