16 capítulo

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Desperté y me coloqué el uniforme, alisé un poco mi cabello con la plancha y fuí a la cocina para desayunar.

Ahí estaba mi mamá, comiendo un sandwich de queso y a la vez revisando unos papeles, no la saludé, saqué del refrigerador dos rollitos fritos que dentro tenían queso y jamón, los metí un momento al microondas y saqué una botella de gaseosa

-Hoy tengo que dar un exámen que hubo ayer, asi que llegaré tarde.-mentí y fué lo único que dije.

Salí, sin despedirme y sin esperar a que mamá terminara de comer para sacar el auto e irnos ahí.

Tomé el autobus mientras comía mi rollito y bebía de mi gaseosa, me bajé, iba a entrar al colegio cuando siento que alguien me agarra la espalda.

-No he podido olvidarte.-dijo John.

-¿Qué haces aquí?.-dije apartándome.

-Por favor, me gustas de verdad.

-¡Pero tú a mi no!

-¿Segura?

-Segura.

-¿Segura?

-¡Segura!

Cogió mi rostro y me dió un beso, con toda la pasión del mundo. Por dios, que bien besaba. Yo seguí el beso, sentía que debía seguir, sus labios me enloquecían.

-¿Segura?.-dijo separando solo sus labios, nuestras frentes estaban juntas y nuestras respiraciones agitadas

-¿Segura?.-repitió.

No hablé, solo seguí besándolo. Juro que podría estar toda la vida haciéndolo.-Eso debe responder tu pregunta.-dije.

Entré al colegio y miré hacia afuera, John me miraba con la boca abierta, le lancé una sonrisa y le guiñé un ojo, fuí a la sala de clases y entré, ahí estaba Susan.

-Hola Marie.

-Hola.-le di un abrazo.-Lo siento por lo de tu tía.

-Gracias, y cuéntame, ¿qué hicieron después de que yo  me fuí?

Mi cara se puso completamente roja, al menos eso sentí.

-Yo...yo estuve como veinte minutos luego de que te fuiste, sin ti una fiesta no es una fiesta.

Ella sonrió, el timbre de entrar a clases sonó.

Mientras la anciana de biología explicaba, yo pensaba en lo que hice en la mañana, estaba mal, Chris no se lo merecía, pero John me saca de mis casillas, él es tan...AGH, es tan jodidamente perfecto.

-Señorita Marie.-reaccioné y miré la horrible cara de la maestra.

-¿Qué?

-Responda la pregunta que le hice.

-¿Cuál?

Ella hizo un gesto con el dedo que indicaba a la puerta, le mostré la lengua de forma burlona y salí.

Me senté en el banco que estaba afuera de la sala de clases y lo único que pensaba era en John, no sabía que hacer, las tres horas de clase estuve ahí hasta que por fín sonó el timbre de recreo.

Susan salió de la sala y se dirigió a mi.

-John es tan tierno conmigo.

-Que bueno.-dije cortante y un poco enojada.

-Es tan lindo, me trata tan bien, lo quiero tanto.

-¡BUENO, SUSAN!, ¿ACASO DE LO ÚNICO QUE SABES HABLAR ES DE JOHN Y TÚ?, ABURREEES.-Me levanté del banco y di vueltas por el colegio esperando a que sonara el timbre para entrar nuevamente a clases.

SecuestradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora