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LISA

ESTABA EN PLENO DIRECTO, CON LA CÁMARA encendida y el chat repleto de mensajes, mientras jugaba un juego de terror con Rivers. Ambas estábamos gritando y peleando a cada rato, y la adrenalina corría por nuestras venas.

—¡No puede ser! —exclamé cuando un monstruo apareció de repente en la pantalla, y me di cuenta de que había perdido otra vez—. ¡Ay, Rivers! ¡Eres una maldita!

—¡Cállate! ¡Fue tu culpa por no mirar! —respondió Rivers, riendo mientras intentaba concentrarse.

Los seguidores en el chat estaban disfrutando de nuestro caos. Entre risas y gritos, la conexión que teníamos con nuestra audiencia me hacía sentir viva. Justo cuando estaba a punto de entrar en pánico por el siguiente salto de miedo, escuché una voz familiar en la puerta.

—Baby, iremos a la tienda, ¿quieres algo? —dijo Vicky, entrando sin tocar.

Mi corazón dio un pequeño brinco. Siempre me hacía sentir un poco nerviosa cuando aparecía, pero era parte de su encanto. Apreté los dientes y, sin dejar de mirar la pantalla, le respondí en inglés.

Touch the door, Tori! —le dije—. Y ¿Puedes traerme las gomitas que tanto me gustan?

La vi sonreír, sus ojos azules brillando con diversión. Era como si siempre supiera cuándo necesitaba algo, aunque fuera solo un pequeño capricho.

—Claro, ya vuelvo —dijo, dando media vuelta y cerrando la puerta tras de sí.

Me giré de nuevo hacia la cámara, aún con el pulso acelerado.

—¿Wey, ya estás en Puerto Rico? —preguntó Rivers, con su tono despreocupado de siempre.

—Sí, llegué hace una semana —respondí, ajustando los audífonos—. No me había conectado porque quise pasar tiempo con Tori.

—Mi mujer pasando tiempo con su otra mujer. Perra envidia —dijo Rivers con su típica broma descarada, haciéndome reír—. ¿Ya trabajaste para el nuevo álbum? Ya estoy hasta la verga de escuchar el mismo, ponte a chambear, morra.

—Rivers, tengo como tres álbumes en proceso, no mames —respondí, entre risas—. Me saliste muy exigente.

De repente, un sonido de alerta interrumpió nuestra charla. El chat comenzó a moverse rápidamente con una donación destacada:

Mari_lovely ha donado 200 bits:
"LISA, MUESTRA A MIKO PORFAAAAAA"

Sonreí al leer el mensaje y tomé un trago de agua para calmarme un poco antes de responder.

—Le preguntaré cuando regrese. Ya saben que no le gusta mucho aparecer —les dije, jugando un poco con los seguidores mientras veía cómo el chat explotaba pidiendo más de Young Miko.

—¿Qué? ¿Está ahí en tu casa? —preguntó Rivers, sorprendida—. Wey, si no me la presentas, corto la llamada.

—Cálmate, Rivers. No seas intensa —me burlé mientras la gente seguía insistiendo en el chat—. Vicky es muy suya, ya sabes cómo es. No le gusta el rollo de la cámara si no es para su música.

Justo en ese momento, la puerta del cuarto se abrió sin previo aviso y Vicky volvió a entrar, con su andar despreocupado y la misma actitud de siempre. Llevaba una camiseta grande y en su mano traía mis gomitas que le había pedido.

—¿Qué pasa, baby? —dijo, sin prestar atención al directo mientras se acercaba a mí.

—Nada, los fans quieren verte —respondí, señalando la pantalla con una sonrisa.

Vicky se inclinó, sonriendo de lado, y sin pensarlo mucho se sentó en mis piernas mientras disimuladamente me entregaba mis gomitas.

—Hola, corillo —dijo, lanzando un saludo rápido al chat antes de darme un beso en la mejilla, lo suficientemente casual para ella, pero suficiente para que el chat se volviera loco.

—Voy a estar en la cocina con los chicos —añadió, mientras se levantaba de mis piernas y me lanzaba una mirada divertida—. Si quieres algo, avísame.

El chat estaba en llamas. Entre emojis, gritos virtuales y reacciones, la emoción era palpable. Apenas podía seguir el ritmo de los comentarios. "¿YA SON NOVIAS O QUÉ?", "OMG MIKO EN PIERNAS DE LISA", "LLEGO TARDE, QUÉ ONDAAAA".

—Bueno, ya la vieron. ¡Contentos, puñeta! —dije, riendo mientras Vicky salía del set up con su paso relajado.

Rivers, por su parte, soltó una carcajada en el otro extremo de la llamada.

—Wey, si no estuvieras tan buena con ella, te diría que me la robaría —bromeó, mientras yo intentaba concentrarme de nuevo en el juego.

—Cállate, Rivers, y mejor concéntrate —le dije, tratando de mantener el humor mientras el chat seguía en ebullición.

Pasaron unos minutos más en el directo, pero mi mente ya no estaba completamente en el juego. Entre los comentarios en el chat y la presencia de Vicky rondando por la casa, sabía que era hora de terminar.

—Bueno, chicos, creo que por hoy ya está. Ha sido un placer jugar y gritar con ustedes —dije, despidiéndome de mis seguidores mientras el chat se llenaba de mensajes de despedida.

Cerré la transmisión y me quité los audífonos, disfrutando del silencio momentáneo. Estiré los brazos y salí del cuarto, caminando hacia la cocina, donde el bullicio me indicaba que los chicos ya habían traído la cena.

Al llegar, vi a Mariana, Jonuel y Mauro sentados alrededor de la mesa, riendo y bromeando mientras sacaban los empaques de comida de las bolsas. Vicky estaba de pie, apoyada en la encimera, con una botella de agua en la mano.

—¡Lisa, al fin te bajas del streaming! —bromeó Jonuel, levantando un pedazo de pizza—. Pensé que tendrías que hacerlo por señales de humo.

—Estaba ocupada, ganando dinero —respondí, sonriendo mientras me acercaba.

—¿Y te fue bien o solo gritaste todo el rato? —preguntó Mariana, levantando una ceja.

—Un poco de ambas —contesté, y justo en ese momento, sentí a Vicky acercarse por detrás. Antes de que pudiera reaccionar, me rodeó con sus brazos en un abrazo inesperado, apoyando su barbilla en mi hombro.

—Ya te extrañaba —susurró, con esa tranquilidad que siempre la caracterizaba.

Sonreí y me relajé en su abrazo por unos segundos. La cercanía era algo tan natural entre nosotras que no necesitábamos decir mucho.

—Pues aquí estoy —le respondí, mientras le daba un pequeño empujón cariñoso—. Aunque estuve a unos metros todo el tiempo.

—Eso no cuenta —murmuró ella, y luego se separó lentamente, volviendo a su lugar junto a la encimera.

Mariana y Mauro nos observaban con sonrisas cómplices, mientras Jonuel hacía un gesto exagerado con las manos.








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¡Holiii! Soy yo otra vez, con otra historia porque no tengo nada mejor que hacer con mi vida, lo sé. Solo quería hacer unas aclaraciones: como ya sabemos, Lisa es streamer y cantante, pero toda la música que "escribe" es en inglés. Lo interesante es que algunas de sus canciones son indirectas para Miko, y tratan sobre cosas que pasaron entre ellas. So no creo que haya "colaboración" entre ellas, o bueno no lo he pensando hasta ahora.

BESOS, NIX💗

DELICATE (Young miko) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora